La relevancia de fondos cross-border ha crecido de manera consistente en la década siguiente a la crisis. Y lejos de lo que se puede pensar, los ahorradores nacionales no están a la cola.
Se suele tener a España como un mercado donde reinan los productos nacionales en las carteras de los inversores, pero lo cierto es que las cifras más recientes revelan una imagen mucho más internacional. Así se lee del último estudio elaborado por EFAMA. En la última década desde la crisis financiera la presencia de fondos cross-border (de gestoras no domiciliadas en el mismo país que el inversor) en manos de inversores europeos ha crecido de manera constante.
Al final de 2017 los inversores europeos tenían activos en fondos de inversión por valor de 11,7 billones de euros. De ellos, 7,9 billones estaban domiciliados en el país del inversor y los 3,8 billones restantes, domiciliados en otro país europeo. En los últimos años la cuota de fondos cross-border ha crecido del 25% en 2008 al 32% en 2017 en detrimento de los fondos domésticos.
“Esta tendencia refleja el incremento de la distribución de los fondos cross-border en Europa y el éxito de los UCITS como el vehículo de inversión clave para el retail”, explica el estudio de EFAMA. Esta evolución también se aprecia en las entradas netas. En 2017 los fondos cross-border coparon el 48% de las adquisiciones netas totales, por valor de 312.000 millones de euros.
A partir de este punto, cabe hacer distinciones por geografía. Porque existe una relevante variación en la presencia de fondos cross-border entre todos los países europeos: desde el 8% que pesan en Polonia hasta el 70% del mercado italiano. La media europea está en el 32% y España está por encima. En el país, los fondos cross-border representan un 42% de la cuota de fondos en manos de inversores europeos.
Curiosamente, España es el país con menor promoción de fondos cross-border por proveedores nacionales, solo un 1%. El 41% restante viene de la promoción de proveedores internacionales. Es una tendencia muy distinta al de países con mayor peso de vehículos cross-border, como Italia, donde el apoyo de los proveedores nacionales está casi a la par, o de la República Checa, donde dobla a los internacionales.
Ahora bien, incluso dentro de una lectura por regiones hay que hacer una radiografía más profunda. Porque incluso entre los inversores retail –categorizados como households por EFAMA– y los institucionales –aseguradoras y pensiones– hay diferencias importantes.
Curiosamente, entre los institucionales la media europea es mucho más baja. De hecho, el informe llega a resaltar que, de toda la tipología de inversor, las aseguradoras y fondos de pensiones son las que menos invierten en fondos cross-border (un 23%). Frente a la media, España rompe con los esquemas y se sitúa en línea con los primeros. A cierre de 2017 los fondos cross-border pesaban un 76% de los institucionales españoles. Es la imagen contraria a las cifras desagregadas de los ahorradores retail, donde España cae por debajo de la media europea del 37%.