Los inversores deben encontrar fórmulas para proteger el valor de su cartera de bonos. Esto es lo que pretenden lograr algunos fondos de gestión cuantitativa. Les explicamos cómo funciona uno de ellos.
Los rendimientos de los bonos del gobierno están en aumento a nivel mundial a medida que los bancos centrales ajustan sus políticas y las economías globales continúan acelerándose. La subida en los rendimientos es más pronunciada en Estados Unidos, donde el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años superó el nivel del 3% a finales de abril. Los inversores deben encontrar fórmulas para proteger el valor de su cartera de bonos. Esto es exactamente lo que pretenden lograr algunos fondos de gestión cuantitativa, reduciendo la duración cuando aumentan los rendimientos e incrementándola cuando disminuyen.
Uno de ellos es el Robeco QI Global Dynamic Duration, producto que puede aumentar o reducir su duración (sensibilidad a lo tipos de interés) en un máximo de seis años, divididos por igual entre Estados Unidos, Alemania y Japón (dos años por país). El posicionamiento de la duración activa del fondo está únicamente impulsado por el modelo de duración cuantitativa de Robeco. Este modelo utiliza datos del mercado financiero para capturar las expectativas de impulsores fundamentales de los mercados de bonos junto con factores documentados como la valoración y la tendencia.
La duración del fondo a comienzos de 2018 era baja (dos años). Esta infraponderación de seis años frente al índice de referencia es el resultado de la infraponderación en los tres principales mercados de bonos gubernamemtales: Estados Unidos, Alemania y Japón. El modelo pronosticó rendimientos crecientes en todos los mercados. El fuerte crecimiento económico se había extendido desde EE.UU. hacia el resto del mundo y las expectativas de crecimiento se incrementaron aún más a medida que los recortes tributarios en Estados Unidos entraron en vigor. El aumento de los precios de los productos básicos indicó una esperada mayor inflación. También se esperaba que la Fed continuara aumentando los tipos de interés y la tendencia en los mercados de bonos globales se volvió negativa.
El modelo se mantuvo infraponderado en EE.UU, impulsado por un nuevo aumento de los precios de los productos básicos que apuntaba a una todavía mayor inflación esperada, un esperado incremento de tipos por parte de la Fed, y la poco atractiva valoración de los bonos del Tesoro de los EE.UU. a medida que los tipos a corto subieron de manera sostenida y condujeron a una curva de rendimiento más plana.
“El modelo cuantitativo funciona bien cuando los rendimientos aumentan. Como las últimas dos décadas se han caracterizado por rendimientos en general decrecientes, ha habido más oportunidades de agregar valor al beneficiarse de la caída de los rendimientos que al protegerse contra el aumento de los rendimientos. Para evaluar el rendimiento en períodos más largos de rendimientos crecientes, extendimos el backtest de la estrategia para incluir los años 1960 y 1970. Los resultados son claros: el modelo también funciona bien en períodos prolongados de rendimientos crecientes, como el mercado bajista de bonos de la década de 1970. Además, este estudio confirma que, en general, el modelo funciona mejor cuando los mercados se mueven de manera significativa, tanto en periodos en que los rendimientos disminuyen como cuando aumentan”, explican Olaf Penninga y Johan Duyvesteyn, gestores del producto.
Como esta estrategia monitoriza activamente los tiempos de exposición al mercado de bonos, requiere de movimientos significativos en los rendimientos para poder agregar valor. Cuando los rendimientos carecen de dirección, como fue el caso en 2017, el fondo tiende a tener un menor rendimiento. Para subrayar la capacidad de la estrategia de rendir al máximo cuando los rendimientos se mueven más, primero analizaron los peores diez trimestres calendario para los mercados de bonos desde que el modelo se introdujo en el fondo en 1998 y encontraron que en 9 de cada 10 de estos trimestres, la estrategia ofreció protección.
“El rendimiento superior promedio en estos 10 trimestres fue del 0,92% por trimestre (no anualizado). Luego también observamos los 10 peores trimestres para los mercados de acciones. Cuando cayeron los mercados de renta variable, la estrategia funcionó particularmente bien también. En este caso, el fondo ofreció un rendimiento adicional del 1,48% por trimestre (no anualizado) además de la ya sólida rentabilidad de los bonos del gobierno. La rentabilidad superior anualizada del fondo desde que se introdujo el modelo cuantitativo en 1998 es más del 0,80%”, explican.
Lo curioso del producto es que ha tenido la habilidad de comportarse muy bien cuando los rendimientos aumentan y cuando las acciones sufren. “Es lo que marca la diferencia del fondo con sus pares. Es el único producto en su categoría que supera ambos entornos, mientras que otros, en general, rinden bien sea en caídas (fondos con alta exposición a bonos gubernamentales) o cuando los mercados de bonos disminuyen (fondos con alta exposición crediticia), pero no en ambos entornos”, señalan los gestores de Robeco.