Cómo gestionar las estrategias de renta fija para generar alfa en el entorno actual

Pilar Gómez Bravo (MFS IM)
Pilar Gómez Bravo

En la actualidad, los inversores en renta fija afrontan un entorno muy incierto caracterizado por dos narrativas de mercado opuestas. La primera dibuja un escenario de cautela y aversión al riesgo, resaltando unos altos niveles de endeudamiento en el ámbito corporativo, la dependencia del mercado del respaldo de los bancos centrales (y la fragilidad de mercado conexa), los elevados niveles de desempleo en muchas economías y las enormes brechas existentes entre el PIB potencial y real.

La narrativa contraria formula un escenario optimista propicio para la asunción de riesgos, haciendo hincapié en el gigantesco estímulo fiscal y monetario en respuesta a la pandemia, así como en la distribución en curso de la vacuna contra el COVID-19 y la previsión de reapertura de las economías. Según Pilar Gómez-Bravo, directora de Renta Fija europea en MFS Investment Management, este último escenario optimista es el que prevalece en el mercado en estos momentos.

Ahora bien, estas perspectivas optimistas vienen acompañadas de reflación y de inquietudes en torno al hecho de que el repunte en la inflación se afiance. “Esta situación ha provocado que los inversores en renta fija eludan el riesgo de duración o de tipos en favor del crédito. Y a recurrir a esta clase de activos en busca de rendimientos. Asimismo, tras esta rotación hacia el crédito nos encontramos con el escepticismo sobre si el aumento de la inflación podría no acabar de materializarse, lo que permitiría a la Reserva Federal de Estados Unidos aplazar la subida de los tipos hasta el plazo de 2023 que ha indicado”, afirma.

Los diferenciales cotizan ahora a niveles anteriores a la pandemia. Esto supone un pequeño colchón de diferencial en el caso de que se produzca una perturbación y seamos testigos de un escenario no tan alentador.

Repercusiones del entorno

Este entorno de reducidos rendimientos y diferenciales tiene importantes repercusiones para los inversores en renta fija. Según Gómez-Bravo, la primera radica en que, en la actualidad, resulta bastante complicado invertir a largo plazo por la masiva intervención de las autoridades monetarias. “La política monetaria acomodaticia ha deprimido los tipos de interés. Esto conlleva que los inversores tengan que poner más el acento en la generación de alfa para satisfacer unas expectativas de rentabilidad total consonantes con el pasado”.

Una segunda repercusión del entorno vigente es que un enfoque activo, flexible y a largo plazo dentro de un amplio universo mundial podría maximizar el abanico de oportunidades disponibles para los inversores. “Permitiría accionar diversas palancas para conseguir objetivos de alfa y rentabilidad total”, indica la experta.

Una tercera repercusión consistiría en que los bancos centrales incentivan a los inversores a asumir más riesgos para generar las mismas rentabilidades totales que antes. “En mi opinión, contar con una sólida plataforma de análisis cobra vital relevancia, no solo para generar las oportunidades de alfa que brinda la selección de valores, sino también para mitigar el riesgo de pérdida de capital. Muchos inversores se han entregado a un estado de complacencia acerca del riesgo de impago crediticio como consecuencia de la política monetaria acomodaticia en vigor”.

Ampliar el abanico de oportunidades

De acuerdo con Gómez-Bravo, los inversores que amplíen su abanico de oportunidades y se decanten por un enfoque flexible mundial multiactivos pueden gozar de una mejor posición para generar el alfa que se precisa para respaldar los niveles requeridos de rentabilidades ajustadas al riesgo. Sin embargo, se enfrentan a un dilema.

“Si uno invierte demasiado en mercados emergentes y high yield, acaba teniendo una alta correlación con la renta variable y el riesgo de caídas. Pero si invierte demasiado poco en crédito de mayor rendimiento, resulta probable que las carteras no alcancen los objetivos de rentabilidad”, explica.

A su juicio, dados los riesgos de una errónea asignación del capital que se observan hoy, reviste gran importancia ser capaces de accionar diversas palancas para generar alfa en una cartera, al tiempo que se mantienen las características defensivas de la renta fija. Aunque no existe una solución mágica respecto a la manera en que los gestores de carteras podrían sumar rendimientos en una cartera mundial multiactivos, Gómez-Bravo pone encima de la mesa cuatro.

Duración

La duración no está muy en boga. Aun así, las anomalías en los mercados de tipos pueden brindar oportunidades de alfa. “Será interesante observar cómo los diferentes mercados emergen de la pandemia. Por primera vez, tras años de fluctuaciones extremadamente sincronizadas en los tipos, se prevé que tanto la volatilidad como la dispersión en la beta ofrezcan oportunidades a los gestores activos”.

Renta fija corporativa

La inversión en crédito es una manera de captar rendimientos que lleva mucho tiempo utilizándose. Ahora bien, para Gómez-Bravo, dados los estrechos diferenciales que exhiben muchos mercados, entre los que se incluyen los mercados mundiales de deuda con calificación investment grade, deuda de alto rendimiento, e incluso la deuda corporativa de mercados emergentes, se requiere prudencia en la selección de valores y diversificación. “La correlación existente entre el crédito y la renta variable constituye una consideración adicional. Y las correcciones en los peldaños más bajos de la escalera de calidad del crédito podrían ser de gran magnitud”.

Liquidez

Según la directora de Renta Fija europea en MFS IM, los inversores suelen pensar que no necesitan liquidez hasta que sí lo hacen. “La liquidez puede ser abundante, hasta que deja de serlo. Reviste cierta relevancia entender de dónde puede extraerse la liquidez en una cartera. Y más en una coyuntura de mercado volátil. Lo ideal estriba en ser el proveedor de liquidez cuando los mercados atraviesan dificultades. En caso de que se vayan a mantener activos ilíquidos, se debe obtener una compensación neta por el riesgo de liquidez que vaya más allá de la compensación derivada de los diferenciales. De no ser así, las carteras líquidas de renta fija podrían tornarse ilíquidas por el efecto de la iliquidez”.

Apalancamiento

Al igual que ocurre con la duración, el apalancamiento no está bien visto. Sin embargo, no cabe duda de que ha ido reapareciendo en las carteras como una fuente de rendimiento con un elevado riesgo. “Como han puesto de manifiesto recientes debacles de hedge funds, el apalancamiento es tan falible hoy como lo ha sido siempre. Exige una mano firme en el timón junto con una gestión superior del riesgo”, concluye.