La crisis de Crimea ha sido la puntilla para la renta variable de Europa emergente, una categoría que no ha sido capaz de seguir el ritmo de la recuperación de las valoraciones vivida durante los últimos tres años en las bolsas de Europa Occidental.
El recrudecimiento del conflicto geopolítico en Europa del Este ha vuelto a atraer la atención sobre Rusia, posiblemente el país que menos estaba dando que hablar de los BRIC hasta febrero. El deseo de Ucrania de acercarse a la Unión Europea, y la posterior anexión de facto de la península de Crimea ha traído una serie de consecuencias sobre la economía del país: la última más relevante, que la agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s ha puesto en perspectiva negativa el rating de Rusia, actualmente en BBB, por el riesgo geopolítico. Anteriormente, a comienzos de marzo, el MICEX -principal indicador de la bolsa rusa- perdió en términos de capitalización 58.000 millones de euros en sólo tres días. Paralelamente, el rublo se desplomó hasta mínimos.
Un mes después de que se produjeran estos acontecimientos, las tensiones entre Ucrania y Rusia no sólo no se han disipado, sino que ahora ha escalado el riesgo de secesión al pedir más provincias ucranianas seguir el ejemplo de Crimea… y la Federación Rusa ha sabido rentabilizarlo. Para muestra, un botón: entre el 11 de marzo y el 9 de abril, el MICEX ha subido cerca de un 3%.
Dicho esto, analizamos los seis fondos de inversión que invierten o bien en renta variable de Europa Emergente o bien en renta variable global emergente en los que más de la mitad de su cartera está invertida en Rusia. Para hacer este análisis se han tenido en cuenta sólo las actualizaciones más recientes de la cartera, a 28 de febrero. Los datos han sido proporcionados por Morningstar.
1. JPM Eastern Europe Equity
Este producto de J.P.Morgan AM fue lanzado en Europa en 2006 y acumula rendimientos negativos del 16,5% en el año (-11,7% anualizado a tres años). El fondo, gestionado por Oleg Biryulyov y Sonal Tanna, toma como referencia el índice MSCI EM Europe e invierte en bolsas de Europa Central y Europa del Este. Asimismo, puede invertir de forma directa hasta un 10% de su cartera en las antiguas repúblicas soviéticas. El fondo busca, principalmente, valores que reúnan cualidades “growth” y “value”. Con un peso del 64% en Rusia, los sectores más presentes en la cartera son el energético (33,94%), el de servicios financieros (26,4%) y el de consumo defensivo (15,65%). De sus diez principales posiciones, ocho están en compañías rusas como Lukoil, Gazprom, Sberbank o Magnit. No obstante, se ha reducido exposición a algunas de ellas.
2. DWS Osteuropa
El segundo fondo con mayor peso en Rusia (un 59,2%) es este producto de DeaWM. También pertenece a la categoría de renta variable de Europa Emergente, aunque además de en acciones puede invertir en certificados, bonos convertibles y warrants, con preferencia por empresas con sesgo valor y, a ser posibl,e de Polonia, República Checa, Hungría y Rusia. Creado en 1995, sus resultados también han sido irregulares, puesto que cede en torno a un 10% tanto en el año como en el anualizado a tres años. Este producto guarda dos similitudes con el de J.P.Morgan: las principales ponderaciones por sectores son para la energía (25,8%) y los servicios financieros (36,7%). Asimismo, ocho de los valores de su top 10 son compañías rusas.
3. Baring Eastern Europe
Baring International es la firma que está detrás del Baring Eastern Europe, fondo que se sitúa como el tercer fondo con más ponderación geográfica sobre Rusia, un 58,1%. Las empresas del sector energético y de servicios financieros acaparan dos tercios de la cartera, seguidas en tercer lugar (con un 11,27%) por los medios de comunicación. Entre las principales posiciones figuran, por este orden, Lukoil, Sberbank, Gazprom (que han reducido recientemente) y Mobile Telesystems. Al igual que el producto de DeAWM, puede invertir en renta variable y otros instrumentos relacionados con la renta variable (los valores de deuda deben tener un rating mínimo de “B”). Tanto en el año como en el anualizado a tres años acumula pérdidas que rondan el 12% en ambos casos.
4. Invesco Emerging Europe Equity
Este fondo debe invertir al menos el 70% de sus activos totales en compañías que operen en mercados de la Europa emergente. Adicionalmente, hasta un 30% de la cartera se puede invertir conjuntamente en efectivo o equivalentes del efectivo, así como en valores de renta variable o instrumentos del mercado monetarios. Puede invertir asimismo en convertibles. Este fondo acumula pérdidas del 13,58% en el año, aunque en el anualizado a tres años son inferiores (cede un 8,69%) debido a los buenos resultados de 2012 y las mínimas pérdidas con las que cerró 2013. El 56,9% de la cartera está en acciones rusas.
5. Dexia Equities L Emerging Europe
El quinto fondo con más exposición, perteneciente a Candriam (antes Dexia) invierte casi un 56% de su cartera en valores como los ya citados -su presencia en estas carteras tiene lógica porque se tratan todos de fondos que invierten en grandes capitalizadas y valores como Lukoil o Gazprom son blue chips rusas-, con resultados igualmente negativos que en los cuatro casos anteriores, pues sus pérdidas son del 9,54% en el año y del 8,39% en el anualizado a tres años.
Todos los fondos mencionados están actualizados a cierre de febrero. Existen productos que presentan una exposición al mercado ruso aún mayor, pero cuya fecha de actualización -según los datos de Morningstar- es anterior a esa fecha. Es el caso del UniEM Osteuropa (posición del 74% en Rusia a cierre de 2013), del Santander Emergentes Europa (73,8% a diciembre de 2013), del Eurovalor Europa del Este (65,9% en septiembre de 2013), del ESPA Stock Europe-Emerging (65% en enero) o del EdR Eastern Europe (65% en septiembre de 2013). Al igual que los fondos anteriormente mencionados, todos estos fondos registran comportamientos igualmente negativos.