¿Cómo puede afectar la siguiente recesión en EE.UU. a la bolsa? Varias estadísticas y gráficos ilustrativos

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peterkreder, Flickr, Creative Commons

Recientemente algunas gestoras han advertido de la existencia de un nutrido número de datos macro que podrían estar adelantando una recesión en EE.UU. La cuestión a ojos de los expertos de Robeco no es determinar si existe o no esta probabilidad, sino prepararse para el momento en que suceda, dado que forma parte del ciclo económico. Ponen como ejemplo a EE.UU.:  de acuerdo con estadísticas oficiales, el país ha atravesado 33 recesiones desde 1854, lo que supone una media de una recesión cada cinco años.

Habida cuenta que el ciclo alcista actual se originó en 2009, y con esta media histórica en la mano, “es elevadamente probable que la economía mundial sea golpeada por una recesión en los próximos cinco años”, de ahí la necesidad de replantear el debate no en torno a si habrá recesión o no, sino cuándo sucederá. “Cuanto más tiempo pase desde que se produjo la última, más alto se hará esta pregunta”, observan los expertos de la firma. No obstante, se plantean otra pregunta especulativa: “Añadir otros cinco años de firme expansión al actual ciclo alcista significaría que nos dirigimos hacia la mayor alza ininterrumpida desde que hay registros. ¿Es eso factible?”

“Basándose en la observación de que, de media, las recesiones suceden cada cinco años, se deduce que hay una probabilidad del 100% de que se produzca un escenario de recesión”, continúan desde Robeco. Sus expertos señalan que, incluso en el periodo de extraordinaria bonanza de los últimos 25 años, en los que el ciclo de recesiones estuvo muy por debajo de la media, “aún así la economía estadounidense ha sido golpeada por una recesión aproximadamente cada nueve años”. En otras palabras, que teniendo en cuenta esta media, “la probabilidad de que se produzca una recesión en los próximos cinco años está por encima del 50%, lo que lo convertiría en el escenario central en vez de una alternativa”.   

Dada la inevitabilidad de que vaya a producirse un periodo recesivo, desde la gestora holandesa pasan a analizar la importancia de saber cuándo va a producirse, dado que “si la recesión llega al principio del periodo de cinco años, la economía y los mercados financieros tendrán un tiempo amplio para recuperarse”. El inversor ha de tener en cuenta que la definición de recesión en EE.UU. es diferente, puesto que no se tiene en cuenta que la economía se haya contraído durante dos trimestres consecutivos, sino que se mide mensualmente a partir de una serie de indicadores medidos por el NBER, el Comité Nacional de Análisis Económicos. Desde Robeco consideran especialmente fiables los datos del organismo puesto que la medida del PIB es relativamente moderna (se empezó a utilizar en EE.UU. en la década de 1930). 

Así, el estudio de las recesiones estadounidenses a lo largo del tiempo en comparación con el comportamiento de la bolsa refleja que “el timing y la duración de las recesiones ha cambiado a lo largo del tiempo”, estableciendo como punto de inflexión el periodo desde 1870 y 1933 y el posterior, es decir, que la Gran Depresión ha marcado la diferencia en los ciclos económicos: hasta que ésta estalló, los periodos recesivos eran más frecuentes y regulares, hasta el punto que la economía estadounidense llegó a estar en recesión prácticamente la mitad del tiempo (47%). 

La otra conclusión que extraen los estudiosos de Robeco es que, en general, las recesiones son malas noticias para los valores. “El patrón es muy claro: los valores tienden a debilitarse cuatro meses antes de una recesión, un proceso que continuará otros doce meses dentro de la recesión, después del cual los mercados empiezan a recuperarse otra vez”. Desde la gestora han calculado que la caída media de estos 16 meses supone cerca de un 10%, y observan que “el hecho de que los valores tienden a declinar un par de meses antes de una recesión explica los poderes predictivos del S&P 500 para pronosticar recesiones”. De hecho, señalan que los índices de Wall Street han sido capaces de predecir cinco de las últimas nueve recesiones. 

Asimismo, desde la gestora indican que las acciones también pueden predecir el final de las recesiones unos meses antes. No obstante, el cambio de los precios y la duración de las subidas son mucho más pronunciadas, lo que les lleva a concluir que “aunque vayas a sufrir con tu posición de renta variable durante una recesión, también vas a ser más que compensado en el periodo que siga a una”. 

Tomando como referencia cuatro meses de predicción más doce meses de subidas una vez hecha oficial la vuelta al crecimiento, se ha calculado que el retorno medio obtenido es del 22%; si se amplia a 24 meses, entonces el retorno medio asciende al 34%. En la tabla a continuación puede consultar el impacto medio de las recesiones y periodos de recuperación sobre la renta variable estadounidense. 

¿Cuál es la conclusión de todos estos análisis? “Si asumimos que una recesión post Gran Depresión dura de media unos 13 meses, es posible construir un ciclo de mercado tipo”. Este ciclo estándar se puede consultar en el gráfico a continuación. Desde Robeco consideran que es importante, pues puede servir como una herramienta para poder determinar la construcción de carteras y posicionarse de cara a un periodo de contracción o recuperación económica. Con una advertencia: cuanto más lejano sea el futuro que se trate de predecir, menos precisa será la predicción que se obtenga a través de este modelo.