La inteligencia artificial se encuentra hoy entre los principales motores de la transformación tecnológica y económica global. Sin embargo, su crecimiento va acompañado de un obstáculo crucial: el enorme consumo energético requerido por los centros de datos. Estas son infraestructuras indispensables para el procesamiento de datos, algoritmos y servicios en la nube. El abastecimiento energético se ha convertido en una prioridad para las grandes tecnológicas. Como subraya Mobeen Tahir, director de investigación macroeconómica y soluciones tácticas de WisdomTree, la respuesta más concreta está emergiendo en el regreso a la energía nuclear, una fuente capaz de garantizar continuidad, seguridad y ausencia de emisiones de carbono. Tras las primeras señales a finales de 2024, el 2025 ha marcado una aceleración con iniciativas de relevancia.
Con la inteligencia artificial crece la demanda energética mundial
Barrington Ratliff, Usplash
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