Las diferentes boutiques de la casa coinciden en que la victoria demócrata elimina incertidumbre, si bien la clave estará en ver si el país es capaz de esquivar el abismo fiscal.
Hace exactamente dos semanas, el pueblo americano concedía a Barack Obama su segundo mandato. Las reacciones de las gestoras no se hicieron esperar y los informes sobre las consecuencias que tendrían para los mercados la continuidad del presidente se sucedieron. Natixis Global Asset Management (NGAM) ha querido que los inversores conociesen cuál es la visión exacta de cada una de las boutiques que forman el grupo sobre un acontecimiento que, según coinciden en señalar la mayoría de sus divisiones, sirve para retirar de encima de la mesa una de las grandes incertidumbres que pesaban sobre el mercado.
Para Philippe Waechter, economista jefe de Natixis AM, el inversor debe permanecer atento a la forma en la que la Administración demócrata maneja su política fiscal, con el acantilado fiscal en el horizonte. La tasa de crecimiento económico en Estados Unidos se encuentra actualmente en torno al 2%, un porcentaje inferior al observado en el pasado. “El Gobierno tiene que adoptar una estrategia fiscal que garantice a los inversores que se ocuparán de los problemas presupuestarios y del déficit. Si esto queda claro y se disipan todas las dudas, ello podría derivar en un buen comportamiento de los activos de riesgo, al haberse reducido la incertidumbre”, afirma.
Edward Loeb, gestor de renta variable en Harris Associates, considera que ahora la cuestión es saber si la Casa Blanca y la Cámara de Representantes serán capaces de ponerse de acuerdo para hacer frente a los graves desafíos que se avecinan en materia presupuestaria, empezando por el abismo fiscal. “Nosotros somos optimistas: pueden hacerlo y lo harán”. En su opinión, a medida que estos problemas vayan siendo abordados, el inversor empezará a reconocer la fortaleza de los fundamentales empresariales y las bajas valoraciones de las acciones. Creemos que las oportunidades para el inversor paciente siguen siendo significativas”, afirma.
Estados Unidos transmite sensaciones muy positivas. David Rolley, vicepresidente de Loomis, entiende que diversos factores están favoreciendo a la economía americana, sobre todo lo relacionado con la energía, la vivienda, la automoción y los bienes duraderos. Lo que se ha visto frenado es lo que depende del extranjero, como las exportaciones, que se han debilitado. “Una de las cosas que las empresas han aprendido es que al mercado le gusta los ingresos. Se pagará una prima por invertir en esta clase de activos”, asevera. En estos momentos, Rolley señala que “el pago de dividendos es y seguirá siendo una de las modas favoritas”.
Además de las consecuencias directas que la victoria de Obama tendrá sobre el mercado americano, está el impacto que la reelección del presidente tendrá en otras regiones, como Asia. “La reelección de Obama y las perspectivas de un entorno político relativamente estable debería ser positivo para la renta variable asiática (ex Japón). Las compañías asiáticas vinculadas a la exportación deberían beneficiarse de la continua recuperación económica de EE. UU.”, afirma Scott Davidson, analista en Absolute Asia AM. Este experto espera que “la continuidad del mandatario favorezca la creciente importancia de Asia en la economía mundial, lo que apoyará a este mercado”.