Craig MacDonald (abrdn): "La ratio rentabilidad-riesgo del investment grade es más atractiva que la del high yield"

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Foto: FundsPeople.

El mercado de renta fija ofrece en estos momentos una muy buena oportunidad de inversión que no se debe dejar escapar. Sobre todo, el crédito investment grade. Es, al menos, lo que piensa Craig MacDonald, cogestor del Aberdeen Standard Euro Corporate Bond, fondo con Rating FundsPeople en 2023 al haber superado los 100 millones de euros en el mercado local, y también del Aberdeen Standard Euro Corporate Bond Sustainable and Responsible Investment, que aplica un proceso de inversión similar, pero con filosofía sostenible.

Si el inversor lo que busca es una gestión muy activa de la duración y alto tracking error, claramente estos no serían los productos a los que dirigir la vista. Su filosofía se basa en todo lo contrario: un proceso de selección bottom-up gestionado por un equipo con más de 20 años de experiencia, con 60.000 millones en activos gestionados y formado, además de por MacDonald, por otros tres gestores: Vicki Cockbain, Josef Helmes y Matthew Hamilton Glover, labor que realizan apoyándose en un equipo de 150 analistas distribuido a nivel global.

“El año pasado fue especialmente negativo para el mercado de bonos europeo, pero todos los vientos que han soplado en contra del activo parecen estar amainando. El crédito lo hará bien este año”, augura MacDonald en una entrevista con FundsPeople. La guerra de Ucrania, por ejemplo, supuso un importante shock para el mercado de bonos europeo. “Al principio se pensó que sería un riesgo sistémico, por su impacto sobre las reservas energéticas de Europa y su economía en general. Sin embargo, a medida que ha ido pasando el tiempo, se ha visto que no ha sido el caso”.

Las agresivas subidas de tipos por parte de los bancos centrales para contener la inflación han sido otro de los factores que han penalizado a esta clase de activo. “Las autoridades monetarias estaban claramente por detrás de la curva y tuvieron que aplicar fuertes incrementos de las tasas para frenar el alza de los precios. Ahora, en cambio, con una inflación que tiende a moderarse, podríamos asistir incluso a bajadas de tipos en Estados Unidos en algún momento del último trimestre del año o principios del que viene”, subraya el cogestor.

Y es que en el equipo consideran muy posible que la economía americana entre en recesión, algo que obligaría a la Reserva Federal a reaccionar. “Los préstamos bancarios se han estancado y el número de defaults en el mundo corporativo ha aumentado significativamente. Es una señal de alerta. En los últimos años, el mercado ha asistido a mini-ciclos de defaults. Conviene estar muy atentos y ser prudentes. Por ese motivo, en estos momentos preferimos deuda investment grade europea a bonos con grado de inversión estadounidenses”, revela MacDonald.

El investment grade, más atractivo

También anteponen el grado de inversión a la deuda de alto rendimiento. “El binomio rentabilidad-riesgo del investment grade es más atractivo que el del high yield. Pero hay que ser muy selectivo, para lo cual la flexibilidad es crucial”. En estos momentos, es momento de ser constructivos, pero con cautela. Esa prudencia a la hora de enfocar la inversión en renta fija europea fue buena consejera el año pasado. “Empezamos el 2022 con elevados niveles de liquidez y baja duración. Esto nos ayudó”, reconoce. Su filosofía de reservar al menos un 5% de cash en la cartera es una seña de identidad del fondo.

Al equipo gestor les permite atrapar las oportunidades rápidamente cuando éstas se presentan. El año pasado, elevaron exposición a algunas entidades financieras europeas en marzo, tras las fuertes caídas que sufrieron algunas de ellas. Hoy, su visión sobre el sector financiero sigue siendo muy positiva. De hecho, es una de las áreas donde se muestran más constructivos. “Nos gustan los bancos. Sus balances son sólidos”, afirma. También encuentra atractivo el sector salud y el de utilities, optando en este último caso sobre todo por aquellas compañías vinculadas a la transición energética, como Iberdrola.

“Nos gusta invertir en aquellas empresas que están creando las soluciones para reducir la huella de carbono. A la hora de gestionar el fondo y cumplir escrupulosamente con tus criterios de sostenibilidad, el engagement con las compañías es crucial. Nos hemos encontrado casos de corporaciones que dicen no invertir en actividades contaminantes en un país, pero hacerlo en otro. Esto no tiene sentido. A la hora de construir la cartera, realizamos exclusiones y nos centramos en aquellas emisiones que tienen screenings positivos”, concluye.