Crece la demanda de alternativos entre el cliente andorrano

Las firmas independientes andorranas, al igual que ocurre con la variopinta tipología de sus clientes, conviven cada día con su propia idiosincrasia con respecto a las grandes entidades o bancos que también forman parte del mercado financiero del país.

Por eso, la especialización de servicios, la búsqueda de activos alternativos y el creciente auge del mercado andorrano posicionan a estas entidades frente a unos retos que, según explican los expertos, se materializarán pronto con el esperado Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.

Así lo han puesto de manifiesto en el Meeting Point Andorra 2024, organizado por FundsPeople en colaboración con BlackRock, MFS, Bellevue, Eurizon AM y Cases & Lacambra, Xavier Montané, wealth manager de Agisa, Gilbert Saboya, consejero delegado y fundador de Alfaquest Saboya Assesors, Javier Tomé, director de Inversiones de Fimarge, Xavier Torres, director de Desarrollo de Negocio de Kudo Invest, y María Bacardi, directora de Negocio de Universal Gestió.

La naturaleza conservadora del cliente andorrano

El perfil del cliente en Andorra es variado lo que ha llevado a las firmas independientes a personalizar cada vez más sus servicios para poder dar respuesta a los objetivos de los usuarios de una forma satisfactoria. A este respecto, Montané afirma que se consideran “unos artesanos, lo que choca un poco con el concepto de productividad, pero preferimos sacrificarla para hacer algo más a medida, más tipo boutique”, una fórmula que, como asegura, les ha funcionado bien.

Un cliente conservador dinámico, como lo califica Torres, que “es conservador cuando las cosas van muy mal y más dinámico cuando quiere un poco más en los escenarios en los que el mercado se encuentra mejor”.

Por su parte, Tomé asegura “que 2022 nos enseñó, después de casi 15 años, lo que el concepto de duración es capaz de hacer y esto ha cambiado mucho la conducta del ahorrador y los perfiles conservadores generando una incertidumbre sobre el vencimiento”.

Dentro de este perfil, María Bacardi advierte un cambio de conducta en el cliente que “desde la pandemia nos está pidiendo muchas inversiones alternativas, producto descorrelacionado de los mercados financieros, sobre todo activos reales y tangibles”.

La tendencia de los activos alternativos

Dentro de la tipología de productos alternativos, el capital privado destaca especialmente entre las preferencias del cliente andorrano. Como explica el director de Inversiones de Fimarge, “estamos viendo una subtendencia dentro del mundo del private equity porque se está democratizando ya que antes era para mínimos altísimos y ahora se están haciendo fondos de fondos con mínimos mucho más bajos”. Aunque para el directivo, la dificultad de este producto consiste en explicarle al cliente la iliquidez del vehículo durante los primeros ocho años.

Sin embargo, para el consejero delegado y fundador de Alfaquest Saboya Assesors la clave está en que “hay una gran oferta de producto alternativo y el cliente ha asumido cierta presión en ofertas de private equity lo que hace que haya aumentado su interés más que antes”. En este sentido, el experto asegura: “Este tipo de alternativos, como el longshore, que vive de la descorrelación, me produce una visión muy escéptica”.

Una opinión que comparte el Wealth manager de Agisa, quien afirma que estas alternativas tienen “poco encaje en nuestra tipología de carteras” y que, sin embargo, dentro de la renta fija, ve actualmente “más oportunidades en los CLN’s (Credit Linked Note)”.

El director de Desarrollo de Negocio de Kudo Invest destaca su preferencia por la deuda privada, “activo con vencimiento mucho más corto que el private equity, generalmente con protección y que descorrelaciona con los activos listados”.

El potencial de Andorra y el nuevo contexto normativo

Los expertos coinciden al afirmar que el mercado andorrano ofrece grandes oportunidades de crecimiento auspiciadas por el incremento de residentes que se produce cada año en el Principado. Nuevas entradas que responden a un perfil de high network, según Javier Tomé. “Personas más acostumbradas a viajar y a cambiar de residencia que no cambian la entidad de sus cuentas y activos, y que demandan servicios más globales y especializados en distintas jurisdicciones”, concluye.

En este sentido, Gilbert Saboya espera que el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea llegue para “armonizar e igualar las oportunidades” ya que, como explica “nosotros no podemos ir a España a vender activamente nuestros servicios, ni tampoco hacer publicidad de ellos; sin embargo, les resulta más fácil a entidades extranjeras venir a Andorra a presentar sus servicios”.  

Un potencial que, como afirma María Barcardi, es mejor esperar para ver “cómo se resuelve el Acuerdo para ver las posibilidades que nos va a ofrecer fuera de nuestras fronteras”. Un compromiso que, para Xavier Montané, “trae nuevas exigencias normativas que van a ser mayores y nos van a suponer un coste importante en inversión tanto a nivel digitalización, como legal o de procesos, y que también trae un problema añadido y es que la competencia de operadores externos se va a ampliar”.

¿Fusiones para hacer frente a la competencia?

Este Acuerdo abrirá la puerta a Andorra para comercializar productos financieros en igualdad de condiciones en los países miembros de la UE, pero también supondrá una oportunidad para otras entidades externas. Por eso, como explica el consejero delegado y fundador de Alfaquest Saboya Assesors “las asociaciones vamos creciendo en Andorra y, aunque antes éramos 12 y ahora somos 16, creo que a largo plazo es inevitable una reversión a una visión más de concentración”.

Una tendencia actual, dentro de la inminente implementación de este Acuerdo, que para el director de Inversiones de Fimarge supone un reto para toda la industria financiera del país que “tiene menos margen que el que tenía hace 15 años y esto hará que los pequeños tengamos que remar más porque somos menos”. Una opinión que comparte la directora de Negocio de Universal Gestió, quien afirma que “va a ser difícil competir con entidades mucho más grandes y, además, la normativa es muy exigente, genera costes y a los pequeños nos supone un reto importante”.

Una incertidumbre que también señala el director de Desarrollo de Negocio de Kudo Invest, quien destaca que “aún no sabemos nada porque no tenemos mucha información” y que cree que “la mejor estrategia es la de wait and see hasta que tengamos más detalles”.