¿Sabías que? Según el libro “50 fondos de inversión en la consulta del psiquiatra”
Los primeros fondos de Europa continental aparecieron en Francia alrededor de 1920, con la creación de Union Trusts (1925), Colonial Trust (1928), Compagnie Française des Placements (1928) y Société Finaniére de l’Est (1929). El hecho de que los fondos se desarrollaran poco en el país y fueran inexistentes en Alemania, Bélgica o Italia hasta después de la Segunda Guerra Mundial se explica por la doble imposición que recaía sobre las entidades (un porcentaje sobre los beneficios y otro sobre la compraventa de títulos).
El siguiente país fue Luxemburgo, donde, en 1929 y gracias a que se vio poco afectado por la crisis bursátil estadounidense, surgió una ley que mejoró el tratamiento fiscal e hizo proliferar estas entidades, copiando a los investments trust británicos. En Suiza, la Société International de Placements (1930) impulsó el desarrollo de estos productos, debido a las ventajas fiscales y el secreto bancario, mientras en Alemania aparecieron los primeros fondos en 1950, Fondra y Fondaz, y en Bélgica, el Belgische Maatschappij voor Beleggiingsbehher (BEMAB), creado en 1946, gestionaba tres fondos.
La expansión económica y la regulación dieron alas a estos productos. En Japón, la promulgación en 1951 de la Securities Investment Trus Act permitió la creación de numerosos fondos y por último, en España, aunque existieron instituciones antes del año 1952, se toma esta fecha como punto de partida al coincidir con la Ley de 15 de julio de 1952 sobre el régimen jurídico y fiscal de las sociedades de inversión mobiliaria, sustituida después por otra de 1958 y complementada por el decreto ley 7/1964 que contempla por primera vez los fondos de inversión. Con todo, no es hasta los años 80, una vez superada la crisis económica de la década de los 70, cuando puede hablarse de "verdadera eclosión" de los fondos de inversión.
En la siguiente entrega: ¿Qué famoso inversor habla esperanto desde niño?