Thomas Giquel, gestor de Amundi, habla sobre los temas que más preocupan ahora mismo en renta fija: rally vendedor, riesgo de duración y riesgo de subida de tipos.
Thomas Giquel es gestor de renta fija corporativa en Amundi. Su universo de inversión se centra en las emisiones de compañías con grado de inversión que estén denominadas en euros, por lo que además de invertir típicamente en empresas europeas en su cartera también aparecen empresas de otras partes del mundo. Actualmente, su portafolio está concentrado en valores corporativos y, especialmente, en banca europea, con una duración inferior a dos años; utiliza derivados para la gestión del fondo. En una entrevista en la sede madrileña de Amundi, el gestor ha hablado con Funds People sobre los temas que más preocupan ahora mismo en renta fija: rally vendedor, riesgo de duración y riesgo de subida de tipos.
La primera pregunta versa sobre los precios de la deuda corporativa, teniendo en cuenta el diferente comportamiento presentado en el primer semestre del año con respecto al segundo. Giquel no considera que el sector corporativo esté especialmente caro: “La parte de corto plazo de la curva está bastante baja, pero las alzas de la rentabilidad, la revalorización, está en camino”. “Todavía hay margen para que suba un poco, al proteger al inversor el colchón del diferencial de crédito”, enfatiza. “Cuando te pagan un 2% por el bund alemán, ¿qué más puedes esperar?”, se pregunta. “No es una cuestión de tiempo, es un juego de bancos centrales y mientras tanto, puedes estar sobre-invertido en crédito”.
Cuando se le pregunta qué diferencias está marcando el mercado de emisiones con respecto a los primeros seis meses de 2013, el experto señala que, en enero, los inversores seguían una estrategia de “buy and hold”, por lo que se mostraban poco selectivos en sus compras. “Esto ahora está cambiando por las alzas de los tipos”, advierte: además de buscar una prima, los inversores han empezado a fijarse en la rentabilidad total.
El experto cree que la diferenciación va a ser la nueva tendencia para los próximos cinco años, y asevera que va a ser “dolorosa para los bonos con mejores ratings”. Las más aventajadas, en cambio, van a ser las compañías de la periferia, porque se benefician de lo que el experto de Amundi define como “spread compression”; Giquel hace hincapié especialmente en la posición de ventaja que tienen los nombres españoles e italianos: “Ya hay luces al final del túnel para España; en Italia todavía es complicado debido al interrogante político y a un PMI mediocre”.
Eso sí, el gestor matiza que aún es pronto para determinar si la recuperación va a ser cíclica o flor de un día, aunque también constata que “muchos inversores extranjeros están poniendo su dinero a trabajar en Europa: es un cambio respecto a lo que pasó hace dos años”.
Giquel tampoco parece especialmente preocupado por los efectos que pueda tener sobre la renta fija la retirada de estímulos que se trae la Reserva Federal entre manos; más bien, da la impresión de tomársela con filosofía; destaca que Estados Unidos ha aprovechado muy bien estos años de financiarse a precios bajos, puesto que antes su déficit era del 10%, mientras que ahora se sitúa en torno al 4,3%. El gestor deja entrever que la Fed se pronunciará sobre la retirada del QE en su reunión de septiembre, y hasta entonces afirma guiarse por la máxima “compra con el rumor y vende con la noticia”.
Lo que sí parece preocuparle es la escalada de la volatilidad, que prevé que se incremente en el corto plazo… aunque observa que también hay volatilidad implícita en el largo plazo, “pero que reclama un recorte de tipos”. Giquel hace otro apunte respecto a eventos de riesgo que le preocupan: “Los mercados están actualmente valorando el ‘tapering’ de la Fed, sin olvidar a otros bancos centrales como el de Japón, que están incrementando sus balances de liquidez en los mercados”
Dentro de su universo de inversión, Giquel en estos momentos encuentra más oportunidades en la banca europea. Da hasta cinco razones: primas atractivas, mayor potencial que el crédito, baja correlación al riesgo soberano – a diferencia de hace tan sólo dos años- , desapalancamiento del sector e ineficiencias en el mercado, en el sentido de que muchos inversores aún no tienen apetito por esta clase de compañías.
Los bonos híbridos son también un componente creciente del mercado, y le parecen atractivos. Principalmente emitidos por 'utilities'. Esos bonos se tratan como mitad acciones, mitad deuda de agencias de rating. “Son una oportunidad para entrar en la estructura de capital”, afirma, al tiempo que explica que están experimentando mucha demanda… si bien son productos más volátiles que los bonos tradicionales. Diferente punto de vista muestra con el sector de telecomunicaciones, que infrapondera debido a los numerosos movimientos corporativos vistos en los últimos meses.