Cuándo y cuánto: las bajadas de tipos en EE.UU. y Europa centrarán el discurso de 2024

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Fuente: Cedida.

Tras el ciclo de subidas de tipos más agresivo de sus respectivas historias, comienza a divergir el camino de los bancos centrales de EE.UU. y Europa. O por lo menos, la retórica de sus representantes. La semana pasada se citaron ante los mercados tanto la Reserva Federal como el Banco Central Europeo. Y el mensaje que lanzaron ambos no pudo ser más distinto. El primero sorprendió con un tono más acomodaticio de lo esperando, incluso preparando el camino para más recortes de tipos de los que anticipaba el pasado septiembre. “Se trata de un importante punto de inflexión. Aunque la Fed haya sido criticada por tardar demasiado en subir los tipos, es evidente que no tiene intención de perder tiempo en bajarlos”, apunta Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors.

El segundo, en cambio, insiste en que la fecha de la primera bajada de tipos ni siquiera está sobre la mesa. El gran problema: que el mercado no se cree el discurso cauto del BCE. Basta con ver la primera reacción del mercado. Como bien apunta Katharine Neiss, economista jefe para Europa de PGIM Fixed Income, los bonos y los activos de riesgo respondieron al tono más moderado de la Reserva Federal del día anterior.

El BCE tendrá que cambiar de opinión

Así, los rendimientos de la deuda pública alemana cayeron con fuerza, mientras que los activos de riesgo, como los diferenciales de los bonos corporativos en euros y los diferenciales de los bonos soberanos periféricos en euros, se estrecharon considerablemente. ¿Por qué? Una explicación que aporta Neiss es que quizás el comunicado del BCE, si bien tiene claros elementos restrictivos, en varios aspectos también sonó más equilibrado. “Casi sentando las bases para una transición a la relajación si los datos siguen corroborándose a principios del nuevo año”, apunta la experta.

Es decir, que Neiss cree que, si los hechos cambiaran, el BCE reaccionaría. “De hecho, vemos un escenario de fuerte deterioro de la actividad económica en la zona del euro que llevaría al BCE a recortar los tipos temprana y agresivamente en 2024”, defiende.

En similar punto se posiciona George Curtis, gestor de carteras en TwentyFour AM (boutique de Vontobel). Los futuros a corto plazo prevén recortes de aproximadamente 125 puntos básicos tanto en EE.UU. como en la zona euro el próximo año, y la probabilidad de un primer recorte sigue avanzando. El mercado está valorando en un 72% la probabilidad de un recorte de la Fed para marzo, y en un 88% la probabilidad en la Eurozona. Y aunque no espera necesariamente un recorte tan rápido, Curtis no lo descartaría si las economías siguen debilitándose al mismo tiempo que la inflación se acerca a los objetivos de los bancos centrales. 

Cuánto y cuánto

Así, sigue el tira y afloja entre lo que piensa el mercado y lo que afirman los bancos centrales que van a hacer. “Aunque afirman que tienen previsto mantener los tipos altos durante un largo periodo e incluso están dispuestos a subirlos si es necesario, los mercados financieros están valorando ahora en más de un punto porcentual el recorte de tipos de los tres para finales de 2024. La especulación del mercado se centra ahora en quién bajará primero y cuándo”, reconoce Steven Bell, economista jefe para EMEA de Columbia Threadneedle Investments.

¿Quién tiene razón? En opinión de Bell las bajadas de tipos comenzarán en primavera con recortes aún mayores de los que el mercado está valorando actualmente. “Sin embargo, los bancos centrales quieren estar seguros de que la inflación se dirige hacia sus respectivos objetivos del 2% de forma sostenida antes de contemplar recortes”, matiza. EE.UU. es el que más se aproxima: la inflación general del IPC se mantiene en el 3% y, aunque la inflación subyacente es más alta, está cayendo rápidamente. 

Volatilidad es lo único asegurado

A pesar del deseo de la Fed de un aterrizaje suave, Jonathan Duensing, director de Renta Fija de EEUU de Amundi, también cree que el riesgo de un crecimiento más débil no es tan bajo como el mercado percibe actualmente. Por eso prefiere mantener la cautela y sigue favoreciendo una mayor duración de los tipos de interés, mayor calidad crediticia y sectores donde los diferenciales compensen la posible incertidumbre macroeconómica y una liquidez del mercado más ajustada.

Con el debate completamente abierto, el año entrante la volatilidad puede ser un factor clave, vaticina Pablo Duarte, analista senior del Instituto de Investigación Flossbach von Storch. Porque algo a resaltar es que el consejo de la Fed cambió de opinión bastante rápido. “Los factores que hace unos meses eran claves, como las condiciones de financiamiento que hacían el trabajo de la Fed o la inflación Supercore, parecen haber pasado a un segundo plano”, explica.