Daniel Lacalle (Tressis): "Este año ya no sirve disfrazarse debajo de la pandemia para esconder los desequilibrios"

Daniel Lacalle Tressis
Fuente: Cedida (Tressis)

La entidad ha planteado su escenario base para 2022, en el que prevén una elevada inflación y un mercado dominado por la volatilidad. Un entorno que consideran favorable para la renta variable y otros activos de riesgo como el capital privado.

Así lo han manifestado José Miguel Maté, consejero delegado de Tressis, y Daniel Lacalle, economista jefe, durante la presentación de perspectivas de inversión. La entidad prevé que la elevada inflación y el bajo efecto multiplicador de los planes de estímulo lleve a una rebaja en las estimaciones de crecimiento de las diferentes economías mundiales, entre ellas la española. Sin embargo, no encuentra riesgos de recesión evidentes pero sí un frenazo en la recuperación de la economía europea.

“Desde Tressis prevemos que los efectos de la inflación serán más duraderos y nos  preocupa la subida de precios y su carácter duradero por el efecto en el crecimiento y en las políticas de los bancos centrales, claro “sostén” de los mercados en los últimos años. Aún en este contexto, creemos que el entorno es favorable para la renta variable y otros activos de riesgo, como el capital privado ”, ha explicado Maté. Las inyecciones masivas de liquidez de los bancos centrales y los bonos en mínimos dificultarán también la búsqueda de activos. En ese sentido, Lacalle ha advertido que "este año ya no servirá disfrazarse debajo de la pandemia para esconder los desequilibrios".

Inflación y volatilidad

En este entorno, aconsejan tener en cuenta tres aspectos para gestionar las carteras. En primer lugar, una inflación persistente. Esto supone que será necesario invertir en activos que se beneficien del aumento de precios. Desde Tressis ponen el foco en la renta variable sobre la fija como la opción prioritaria de inversión para 2022. En concreto, la entidad señala aconseja ser selectivos para buscar compañías que se adapten a un contexto de precios más altos y que puedan pasar este incremento de precios al consumidor. En su opinión, los sectores más preparados para este contexto son: industria, tecnología (en segmentos de mayor valor añadido) y bancos, aunque también se muestran señales positivas en el sector farmacéutico.

Por otro lado, este contexto hace que sea un buen momento para tener algo de exposición en bonos ligados a la inflación, aquellos que se benefician de un aumento de los precios respecto al momento de compra. Y, de la misma manera que la bolsa, el capital privado de las empresas (acciones no cotizadas) también representa una buena oportunidad de inversión durante este año. Este activo presenta mayor rentabilidad que las acciones cotizadas y, además, permite invertir en compañías que se encuentran en momentos de crecimiento como en los denominados venture capital o private equity.

En segundo lugar, los analistas de Tressis recomiendan construir carteras con activos que puedan actuar como “protección”. Apuestan por el dólar, a la vez que juega un papel importante en la diversificación de sus carteras actuando como refugio en algunas ocasiones en las que el mercado entra en modo averso al riesgo. Por otra parte, invierten en oro, sobre todo por aportar cualidades como la diversificación, la protección frente al riesgo de estanflación y la cobertura ante escernarios de estrés de los mercados. Y también en bonos de titulizaciones.

Grandes tendencias de inversión

Y en tercer y último lugar, consideran que los mayores crecimientos se verán en sostenibilidad, tecnología y demografía. En la entidad consideran que no deben faltar en las carteras las grandes compañías tecnológicas y hay amplias posibilidades de inversión en empresas relacionadas con la inteligencia artificial, la robótica avanzada, el big data, la realidad aumentada, el 5G, etc.

No solo estas tendencias seguirán acelerándose, también creen que lo harán los servicios de desintermediación tecnológica, las infraestructuras, la logística, la urbanización... El gasto sanitario continuará en aumento y la innovación sanitaria de las biofarmacéuticas, las químicas nutricionales y la tecnología médica también deberán tenerse en cuenta. Dentro del mundo financiero, destacan las actividades de pagos por móvil, los préstamos digiales o la gestión de activos. Finalmente, gracias a la mayor vacunación y las variantes menor mortales, como parece ser Ómicron, será interesante volver a invertir en turismo, orientado al consumo de carácter vacacional.