El CEO de PRI presentó en un evento conjunto con Spainsif las principales conclusiones de la consulta realizada entre los signatarios y la propuesta de las Vías de Progresión
El CEO de PRI (Principios para la Inversión Responsable), David Atkin, ha celebrado un encuentro con inversores españoles en un evento organizado en colaboración con Spainsif. La jornada se centró en presentar la consulta realizada entre sus signatarios, PRI in a Changing World y la propuesta de las llamadas vías de progresión (Progression Pathways).
Se trata de un nuevo marco voluntario para prestar un apoyo más pertinente a los signatarios y aclarar mejor las distintas funciones de los inversores responsables en un sistema financiero sostenible. Además, se abordaron el actual entorno político y normativo de las finanzas sostenibles, así como las oportunidades y retos de invertir de forma responsable, haciendo hincapié en el control de riesgos y la obtención de resultados en el mundo real.
PRI en el Sur de Europa
Joaquín Garralda, presidente de Spainsif y José Carlos García de Quevedo, presidente de ICO fueron los responsables de la apertura del evento. García de Quevedo destacó, tanto la labor de ICO como canalizador de la financiación europea hacia proyectos relacionados con la sostenibilidad, como su papel de emisor, que ya incluye siete bonos sociales y cinco bonos verdes, relacionados con unos 75 proyectos que han supuesto unos 400 empleos.
Antonio Santoro, responsable de PRI en el Sur de Europa, celebró el creciente número de signatarios en la región, con una cifra que ya ha alcanzado los 312, así como la evolución de los inversores hacia una mayor sofistificación, con un mayor enfoque en la materialidad y el engagement efectivo.
La consulta de PRI
David Atkin lleva dos años como CEO de PRI y previamente fue miembro de su junta directiva entre 2009 y 2015. Atkin aporta una extensa experiencia como inversor, ya que ha sido CEO de tres fondos de pensiones en Australia. La iniciativa ya cuenta con más de 5.000 signatarios en todo el mundo con un patrimonio bajo gestión conjunto superior a los 120 billones de dólares.
El año pasado la organización puso en marcha una consulta a la cual respondieron 1.487 de sus signatarios, aproximadamente un 27% del total. Se trata de tener claro el punto de partida para trazar una hoja de ruta en un entorno en constante cambio y evolución.
Compromiso con la inversión sostenible
Atkin comenzó subrayando que “la sostenibilidad es un parte vital de la inversión en todo el mundo, ya que es una lente que permite incorporar más información a la gestión y añadir valor”. En la consulta han podido comprobar el cambio que ha habido en el concepto de la IS, que ha ido pasando de una forma de controlar riesgos, a querer producir más o menos ciertos resultados, a tener efectos en el mundo real. Un 63% de los signatarios que respondieron a la consulta se identifican con esa idea de la acción en el mundo real como parte de su acción futura en la inversión responsable y un 95% respondió que querían seguir progresando en sus actividades de inversión responsable.
Atkin también señaló que aproximadamente la mitad de los signatarios que habían participado consideran que PRI “debe jugar un rol más activo en su engagement con los reguladores”. Añadió que ese va a ser probablemente el rol más importante de su organización en el futuro, en una actividad que ya los ha llevado a participar en más de 61 consultas y cartas a legisladores en 2023, entre las que destacan nueve con autoridades de la UE, 10 con Reino Unido y 13 en EE.UU.
Vías de progresión
PRI también ha cambiado la estructura de su organización para mejorar la colaboración con sus signatarios y stakeholders y maximizar su influencia. Como principales objetivos de la organización, Atkin detalla: incentivar una mayor progresión de sus signatarios, identificar y priorizar los marcos de actuación y los benchmarks, ofrecer un apoyo más enfocado a los diferentes objetivos y ritmos de avance y reconocer la complejidad de la IS alineándose con unas expectativas realistas.
En ese acompañamiento más centrado en cada inversor, Atkin explicó la propuesta de las Vías de progresión, que definen tres niveles de implicación con la inversión sostenible que van desde la mera incorporación de factores ESG, a la consideración de los riesgos ESG y la adopción de medidas, a la persecución de un impacto positivo, con tres niveles de evolución de lo que un signatario debe cumplir en cada nivel. El directivo advierte de que se trata de un proceso iterativo, ya que las mejores prácticas también están en constante evolución. Además, también apuntó que, para no duplicar marcos de referencia, estas vías ya integran otras iniciativas como ISSB y TFND.
Guerras culturales
Sobre el rechazo a la consideración de factores ESG en algunas zonas de EE.UU., Atkin señala la influencia del lobby de los combustibles fósiles, muy reacios a algunas iniciativas como Climate 100+ y a la acogida que ha tenido en la agenda republicana. En su opinión, respuestas como el green hushing “no harán que los riesgos relacionados con el clima o con aspectos sociales desaparezcan, hay que hacerles frente”.
El máximo responsable de PRI es consciente de que financiar la sostenibilidad supone “construir el avión mientras está volando, y a mucha velocidad”. Es un proceso en constante evolución, que además va a ir incorporando nuevos aspectos, como la atención a la biodiversidad.
Tras la intervención de Atkin, Andrea González, directora general de Spainsif, moderó una mesa redonda sobre la ESG en España con la participación de Sonsoles Santamaría, directora general de Negocio en Tressis, Jose Luis Blasco, director de Sostenibilidad de Acciona, Marisa González, responsable de Relación con Inversores en Portobello y Jordi Balcells, director de Sostenibilidad de VidaCaixa.