De los 90 a hoy: Recorrido histórico por la evolución del high yield estadounidense

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Se cumplen 30 años desde que Muzinich & Co invirtiera por primera vez en mercado de bonos de alto rendimiento estadounidenses. En estas tres décadas, el segmento ha crecido y evolucionado. Recorremos, de la mano de Bryan Petermann, gestor del Muzinich Americayield Fund, fondo con Sello FundsPeople 2020 por su calificación de Blockbuster, sus principales cambios.

En la década de 1990, cuando el mercado estaba dando sus primeros pasos, los bonos de alto rendimiento se asociaban a un riesgo elevado. Los emisores de los sectores de tecnología, medios de comunicación y telecomunicaciones eran empresas especulativas y en fase de desarrollo que se asemejaban más a los perfiles de las acciones de crecimiento actuales. Eso coincidió con la formación y posterior pinchazo de la burbuja puntocom en las bolsas, recuerda Petermann. “Los inversores tuvieron que aprender a desenvolverse en este entorno rápidamente”.

A comienzos de la década de 2000 el mercado volvió a hundirse, antes de dar lugar a una década de transformación en los bonos de alto rendimiento estadounidenses. Las aseguradoras comenzaron a gestionar a los ángeles caídos, en lugar de deshacerse de ellos, lo que provocó menos ventas forzadas. El mercado de bonos de alto rendimiento también se amplió para dar cabida a emisores más grandes, así que empezamos a ver un efecto estabilizador.

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Los años 2010 fueron la década en la que el mercado de bonos de alto rendimiento maduró y la calidad crediticia mejoró de forma generalizada. Ahora, en la década de 2020, los sucesos que anteriormente habrían desencadenado una crisis se parecen más a pequeños sobresaltos, en nuestra opinión; por el momento, los impagos en la era de la pandemia han sido considerablemente más bajos que en anteriores hundimientos del mercado.

Después de la crisis financiera, con los bancos en retirada, surgió una oportunidad para que las gestoras de fondos abrieran nuevas vías de financiación. Eso ha permitido a las empresas ampliar sus fuentes de financiación y depender menos de los bancos. A consecuencia de ello, el mercado de bonos de alto rendimiento se ha convertido en una parte tremendamente importante del conjunto de los mercados financieros.

¿Y qué depara al futuro? El gestor ve razonable que la economía estadounidense mejore y los diferenciales de los bonos de alto rendimiento se compriman desde sus bajos niveles actuales durante los próximos seis a 18 meses. La velocidad dependerá del ritmo al que nos recuperemos de la pandemia de COVID-19.