Tras la decisión adoptada la semana pasada por los miembros de la UE para rescatar a Grecia, la situación ha cambiado con respecto a la de principios de año. Una primera diferencia obvia, según DekaBank, es la implicación de los prestamistas, que resulta en un rating de default para Grecia pero no alivia su problema de deuda de forma importante. Otra clave es el marco de tiempo para los paquetes de rescate del país, así como de Portugal e Irlanda, extendido al largo plazo. Y, finalmente, algunas administraciones gubernamentales son aún conscientes de la necesidad de recortar costes e implementar medidas de reforma.
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