Día del ahorro: tres gráficos que muestran cómo se ahorra en España

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Foto: anieto2k, Flickr, Creative commons

El 31 de octubre no solo se celebra el Día de los Muertos o de Halloween, también tiene lugar el Día del Ahorro. Pero, ¿cómo se ahorra en España? y sobre todo, ¿tiene la estructura adecuada el ahorro en España como para conseguir ese objetivo de generar más rentabilidad que la inflación?

Para dar respuesta a la primera pregunta, conviene fijarse en el último informe sobre ahorro financiero de las familias publicado por el Banco de España y divulgado por Inverco. De este informe, que ofrece datos al cierre del primer semestre del año, se deduce que el fin de la política de tipos al 0% unido al mal comportamiento generalizado de los mercados, ha traído consigo la vuelta de los depósitos y cuentas corrientes a la lista de preferencias de vía de ahorro de los españoles.

El rey sigue siendo el depósito

De hecho, los depósitos registraron suscripciones netas por valor de 52.418 millones de euros entre enero y junio (sin tener en cuenta el efectivo), firmando así su mejor primer semestre desde el año 2008. Esto implica que en porcentaje sobre el ahorro financiero, los depósitos vuelven a suponer el 40% del total. Y los expertos advierten: estos no son ni van a ser productos que permitan cubrir una inflación que, aunque ya muestre signos de moderación, será mucho más alta que en el pasado.

"El dinero parado pierde capacidad adquisitiva de forma muy rápida, y no invertir es asumir que vas a perder. Al invertir asumes también el riesgo de perder, pero con la probabilidad de ganar a largo plazo y superar a la inflación, aunque a corto plazo la rentabilidad de invertir pueda ser negativa, como puede estar pasando este año", sostiene, Miguel Camiña, CEO de  la fintech de asesoramiento independiente MiCappital.

La alta cifra que suponen los depósitos sobre el total contrasta con la media europea. Ésta era, según los datos al cierre del tercer trimestre de 2021, del 31%, 10 puntos menos que la cifra española en el mismo periodo. De hecho, solo Portugal y Austria tenían porcentajes de depósitos tan altos como España.

También llama la atención que ese ahorro en depósitos apenas ha menguado en la última década pese a caracterizarse ésta por sus tipos bajos y mercados al alza, el cóctel perfecto para haber conseguido ese trasvase hacia productos de inversión.

De hecho, desde EFAMA calculan que la riqueza financiera de los hogares europeos podría haber sido 711.000 millones de euros más alta a finales de 2021 si hubieran reducido la proporción de los depósitos en su riqueza financiera al 25 % en 2016 e invertido el excedente resultante en fondos de renta fija y variable a partes iguales. Y han solicitado a la UE medidas específicas para incentivar el traspaso de depósitos a otros productos de ahorro de largo plazo.

Un sesgo más conservador

Además, y ahí está otra de las características que definen al ahorrador español, los que invierten en productos diferentes a los depósitos lo hacen con un sesgo más conservador que el de muchos de sus homólogos ya no solo en Europa sino en el resto del mundo. Basta con ver la distribución por tipo de activo de los fondos en cada país. Por ejemplo, el porcentaje de renta variable en las IIC de EEUU es del 59%, en Reino Unido del 51% y en España del 36%. Por el contrario, el porcentaje que suponen los productos mixtos es del 31% sobre el total, frente a una media europea del 19%.

Esa alta tasa de depósitos unido al carácter conservador de inversor español que le ha impedido beneficiarse del alza de las bolsas de la última década en gran medida, explica que nuestro país sea uno de los que menos activos financieros per cápita tiene. En concreto, 51.946 euros, casi la mitad que los alemanes o franceses.

Tira mucho el ladrillo

Pero quizá, la variable que más caracteriza al ahorro español es la amplia preferencia que muestran los españoles con respecto al ahorro inmobiliario. Un tipo de ahorro que además gana aún más interés en un contexto de inflación al alza. Según la Encuesta Financiera de las Familias 2020, la riqueza inmobiliaria de los hogares suponía el 69,7% de los activos totales de las familias españolas. No es de extrañar por tanto, que, al cierre del primer semestre de 2022, el ahorro inmobiliario (activos no financieros) supere en tres veces al ahorro financiero.

Fuente: Banco de España