Diaphanum encara 2023 con más posiciones en renta fija y menos en alternativos

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Firma: Daniel Lerman (Unsplash).

La firma de asesoramiento independiente comenzará el año con una posición neutral en renta variable y alternativos, sobreponderando tesorería y bonos corporativos e infraponderando los gubernamentales. Así lo ha explicado Miguel Ángel García, director de inversiones de Diaphanum, que ha reconocido que 2022 ha sido “un año muy complicado en el que todos los activos se han correlacionado. Ha sido difícil, sobre todo en renta fija”.

En este contexto, el experto considera que han sabido acertar en la sobre exposición en tesorería, aunque diera poca rentabilidad, y en activos alternativos. También están satisfechos con haber sido prudentes en renta fija y renta variable, pero admiten que fallaron al tener una posición neutral en bonos corporativos. “Haber estado sobreponderados en alternativos ha tenido una doble función: haber obtenido rentabilidades positivas pero, a la vez, era una infraponderación en bonos, por lo que nos ha compensado en las pérdidas”, ha comentado.

La última gran apuesta de la entidad ha sido el dólar. "Hemos estado seis años prácticamente largos en dólar y, cuando ha alcanzado el nivel de 1,06, hemos iniciado coberturas", ha explicado Rafael Ciruelos, socio fundador de la compañía. Quitarían las coberturas a partir de 1,20.

La inflación seguirá en el foco

Para 2023, la entidad considera que será clave la rapidez e intensidad de la bajada de la inflación que, a su vez, condicionará la política monetaria de los bancos centrales. Su escenario central es que la recesión no será dura ni prolongada. Carlos del Campo, miembro del equipo de inversiones, ha explicado que "las medidas de los bancos centrales empezarán a surtir efecto y, junto a la reducción del crecimiento económico, la inflación tenderá a bajar, aunque permanecerá por encima de los objetivos. En su opinión, la inflación europea será más difícil de controlar, porque está más pegada a los precios, mientras que en Estados Unidos está pegada más a otras dinámicas".

Por otro lado, desde la entidad creen que China deberá abandonar la política de Covid cero, que ya está afectando al crecimiento. Y apuntan a vigilar el posible final de la guerra de Ucrania, que quitaría prima de riesgo a los activos, así como la duración e intensidad de la recesión económica que se avecina y la evolución de los resultados empresariales.

Más renta fija y menos alternativos

El equipo de inversiones sigue viendo atractivo en al tesorería, ya que el Euribor remunera tras la subidas de tipos del BCE. No obstante, detectan un mayor atractivo en renta fija. En concreto, consideran que los bonos gubernamentales han normalizado su retorno, negativo hace un año, y que ya puede tomar duración en las carteras. "La deuda ha sido un activo tremendamente negativo porque antes había una demanda artificial de los bancos centrales que ha desaparecido. Ahora, con la subida de tipos se han normalizado", ha dicho García. A largo plazo ven en bono alemán a 10 años al 2%, el español al 3% y el americano al 3,5%. De momento, prefieren tener bonos corporativos porque han recuperado atractivo al haber experimentado unas fuertes caídas en 2022 y "todavía hay valor", ha añadido. Dentro del segmento, se decantan por los europeos de alta calidad.

Por su parte, en renta variable, la región preferida por la entidad es Estados Unidos (aunque también emergentes), así como los sectores de energía, salud y tecnológico. En cuanto a España, la entidad lleva varios años infraponderada a la región ya que no ven atractivo. En cambio, el value europeo sería uno de los pesos a aumentar en caso de incrementar las posiciones en renta variable. Al mismo tiempo, Diaphanum mantiene su apuesta por el oro y los cat bonds, cuyo retorno depende de las catástrofes naturales especialmente en el sur de EE.UU.

Mientras tanto, prevén bajar el peso de los activos alternativos en las carteras para los próximos meses. José Coquell, responsable del nuevo servicio de ilíquidos de la entidad, cree que hay que estar cauto de momento en private equity. Sin embargo, en deuda privada no cotizada, "ya hay más recompensa en el riesgo que se asume en la parte de deuda senior". Por su parte, en infraestructuras, creen que puede haber algo de valor.