Diaphanum se muestra "muy positiva" con la tesorería para proteger sus carteras

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mammal, Flickr Creative Commons

Diaphanum apunta a EE.UU. y los emergentes asiáticos como los países que liderarán el crecimiento mundial en 2020, que se mantendrá en el entorno del 3,4%, basado en la fortaleza del consumo, con una inflación en niveles moderados, por la globalización, las mejoras de productividad y tecnológicas, la falta de demandas salariales y los precios de las materias primas. Miguel Ángel García, director de Inversiones de Diaphanum, ha señalado  los principales riesgos que observa para el crecimiento global: un posible recrudecimiento de la guerra comercial, las tensiones asociadas a las elecciones en EE.UU. y el recalentamiento de su economía, el incremento de las tensiones en Oriente Medio y el exceso de deuda a nivel global.

En su opinión, la política monetaria no ofrecerá grandes sobresaltos a lo largo de 2020, la Fed mantendrá los tipos estables y el BCE seguirá con tipos en el -0,5% y con la compra de activos, mientras que el BoE actuará más en función del resultado del Brexit.

Los índices de confianza empresarial siguen en expansión y en estos últimos meses han repuntado. Paradójicamente, desde la entidad señalan que los PMI’s están mostrando mayor resistencia en los dos protagonistas de la guerra comercial, EE.UU. y China. Y que el sector manufacturero, el más perjudicado por la guerra comercial, podría haber tocado fondo en la eurozona y el de servicios se mantiene en niveles muy positivos. Por otro lado, el consumo, la parte más importante de la economía en los países desarrollados, está dando mayores muestras de fortaleza.

Estados Unidos

EE.UU. está viviendo su mayor periodo de expansión en la historia, con un crecimiento que se situó en el 2,4% en 2019. Carlos del Campo, miembro del equipo de inversiones de Diaphanum, considera que EE.UU. “podría afrontar una leve desaceleración en 2020, por la pérdida de impulso de estímulos fiscales, una cierta debilidad de la inversión y la propia madurez del ciclo económico”. No obstante, el consumo se mantiene robusto, mientras que la inversión y el sector exterior detraen crecimiento por la incertidumbre asociada a la guerra comercial. EE.UU. se sitúa en pleno empleo con una tasa de paro en mínimos desde los años 50 (3,5%), y la confianza del consumidor se encuentra en niveles sólidos, con lo que el consumo, que representa el 70% del PIB, sugiere que la economía continuará fuerte en 2020.

Por otro lado, la entidad espera un moderado repunte del crecimiento en la eurozona, gracias a la recuperación de Alemania e Italia y un posible impulso fiscal, tras incumplir las expectativas para 2019, por la debilidad industrial germana, el impacto negativo de la guerra comercial y la inestabilidad de algunos países, Para Diaphanum, el deterioro de la confianza empresarial manufacturera parece haber tocado fondo y no se observa un claro contagio hacia el sector servicios, que representa el 70% del PIB.

Con respecto a España, pronostica que podría seguir creciendo por encima de la media europea, aunque supeditado a que se mantengan las reformas estructurales. Las condiciones financieras siguen siendo favorables, aunque preocupa un aumento del esfuerzo fiscal, mientras que la demanda interna ha aumentado su aportación al crecimiento y el sector exterior resiste a pesar de la debilidad del sector del automóvil. La elevada deuda y paro estructural, que siguen sin resolverse y el incumplimiento del déficit público se mantienen como principales amenazas.

La economía china resiste el impacto negativo de la guerra comercial y continúa su proceso gradual de transformación económica, hacia tasas de crecimiento más sostenibles. 2020 será un año de menor crecimiento, pero amortiguado por los estímulos fiscales y monetarios. El mayor riesgo para este año deriva de la incertidumbre en torno a las siguientes fases del acuerdo comercial-tecnológico con EE.UU. Los países emergentes, que ya representan cerca del 60% del PIB mundial, seguirán siendo el motor de crecimiento global, aupados por la recuperación de Brasil, Rusia, Méjico, Turquía o Argentina.

Inflación contenida

A pesar de varios años de crecimiento global e inyección de estímulos, la inflación no da síntomas de crecimiento sostenido. La tecnología, la globalización, el exceso de capacidad de algunas industrias, la demografía, la ausencia de presiones salariales y materias primas en niveles moderados justifican los bajos niveles de inflación. Tras la vuelta a los estímulos monetarios por parte de la Fed, Diaphanum no espera movimientos significativos en 2020 con un BCE con escaso margen de actuación, mientras que el BoE no moverá tipos hasta que se solucione el Brexit.

Asset allocation

Así, la entidad se muestra muy positiva con la tesorería como instrumento para reducir la volatilidad de las carteras y preservar capital, aunque su retorno será nulo e incluso negativo por la influencia del BCE.

En lo que respecta a los bonos gubernamentales europeos, desde Diaphanum consideran que siguen con valoraciones artificiales influenciadas por la política monetaria tan expansiva del BCE. Y siguen pensando que se están adquiriendo bonos con tipos negativos con carácter especulativo, esperando una revalorización adicional por la intervención del BCE. Sí encuentran atractivos los bonos de EE.UU. pero con el problema del tipo de cambio.

En bonos corporativos, los diferenciales se han estrechado y las valoraciones están muy ajustadas principalmente en los de mayor calidad donde no ven recorrido. Creen que se puede tener un retorno razonable para su nivel de riesgo en bonos convertibles, en emergentes y en alto rendimiento, sobre todo en EE.UU., pero con el problema del dólar.

Por su parte, el comportamiento excepcional de las Bolsas han llevado a los múltiplos a media histórica y consideran que se revisarán a la baja los beneficios esperados para 2020. Prefieren EE.UU. y emergentes sobre Europa y Japón y están sobreponderados en consumo no cíclico, tecnología y tácticamente en financieros. También sobreponderan la inversión alternativa mediante fondos de bajo riesgo para suplir la baja rentabilidad que se puede obtener en activos caros o de bajo rendimiento.