Dos fuerzas opuestas mueven el precio del crudo

Önder Örtel en Unsplash

Dos corrientes muy distintas tiran del precio del petróleo hacia extremos opuestos. Mientras escribimos estas líneas, el barril del crudo Brent, el de referencia en Europa, se acerca de nuevo a los 90 dólares. Es un nivel que no veíamos desde principios de diciembre, pero aún está lejos de los máximos que tocó en junio del año pasado, por encima de los 120 dólares.

Como bien recuerda John Plassard, de Mirabaud, predecir cambios en el precio del barril de petróleo es mucho más complicado de lo que parece. Entran en juego el clima, la especulación, la producción, la geopolítica y otros factores. Sin embargo, un fenómeno supera a todos los demás: la oferta y la demanda. “En teoría, cuanto más demanda hay, más sube el precio del oro negro”, resume. Y este año entran en juego dos eventos simultáneos: la reapertura de China y el (probable) regreso a la recesión de varios países del mundo.

Esto es, que encontramos argumentos que apoyan tanto una tesis como otra. Hay quienes piensan que el precio del barril de petróleo se hundirá bajo el peso de la recesión, mientras que otros creen que la reapertura de China impulsará el precio del oro negro.

El impacto de la reapertura de China

Empecemos por la tesis alcista. La Agencia Internacional de Energía prevé que la vuelta de China impulsará el consumo mundial de petróleo crudo a niveles récord este año. No obstante, según su informe mensual, la oferta mundial de crudo superará el consumo en 1 millón de barriles diarios en el primer trimestre del año. Es decir, que el crecimiento de la demanda anual no se lograría hasta el segundo trimestre. Pero con todo, el aumento en el consumo significa que se espera que la demanda anual total de petróleo alcance los 101,7 millones de barriles por día. De esta cifra histórica, la mitad del aumento esperado en el consumo de petróleo este año se debe a China.

Es una previsión de la que se han hecho eco varias entidades citadas por Plassard. Jeff Currie, jefe global de investigación de materias primas de Goldman Sachs. ING Bank. Amin Nasser, director ejecutivo de Aramco, la compañía petrolera más grande del mundo. Todas manejan previsiones de un precio del crudo más alto para 2023. Por encima de los 110 dólares el barril.

Dos fuerzas opuestas

En cuanto a la recuperación de China y su influencia en el crudo, Plassard ve un proceso de dos etapas. En primer lugar, se estima una contracción de la demanda en el primer trimestre de alrededor de 200.000 barriles por día. En segundo lugar, es probable que la tasa de infección de China disminuya después del Año Nuevo chino, y la demanda interna de petróleo se recuperará gradualmente. Según el FMI, es probable que China, que tuvo un desempeño decepcionante el año pasado luego de representar casi el 40% del crecimiento mundial, vuelva a ser un motor de crecimiento a mediados de 2023.

Por es que en el otro lado de la balanza se sitúa la desaceleración económica. “Frente a la inflación persistente, el endurecimiento monetario y la guerra en Ucrania, 2023 será otro año difícil, con un crecimiento similar al de 2001”, cimenta Plassard. Dicho esto, el FMI aún cree que se puede evitar una recesión mundial incluso si varios países se espera ver una caída en el PIB. Al menos si no hay un shock adicional, según la institución. De hecho, el FMI espera que la desaceleración económica mundial termine y se vuelva positiva hacia finales de año y en 2024. “La guinda del pastel es, por supuesto, el regreso de China”, añade el experto de Mirabaud.

Es decir, que el retorno real de la demanda en China podría corresponder al inicio de las expectativas de retorno del crecimiento global. Para Plassard, todas las señales apuntan a un aumento significativo del precio del barril de petróleo en la segunda mitad del año.