Federico Echeverria-Torres (Edmond de Rothschild AM), Jorge Diaz (Eurizon), y Carlos Saúco (Muzinich & Co) analizan cuáles son las duraciones, zonas geográficas y activos donde encontrar valor en el contexto actual.
La impredecibilidad es la tónica que marca los mercados tras la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca. Hecho este disclaimer, a mediados de marzo, la fotografía macro mantiene un aterrizaje suave de las economías y unas políticas monetarias más acomodaticias, con más visibilidad en Europa, donde se esperan hasta tres bajadas; y poca en EE. UU., con una. Y la fotografía del mercado muestra mucha volatilidad por la incertidumbre generada por la política arancelaria de Estados Unidos, que provocará nuevas presiones inflacionistas, y por las tensiones geopolíticas de los conflictos bélicos. Todo ello, con la mirada puesta en el empleo, que de momento no da señales de alarma.
Este es el resumen de la visión de la economía y de los mercados financieros que, a día de hoy, describen los ponentes de la mesa redonda sobre renta fija organizada por FundsPeople en el encuentro Meeting Point Andorra 2025 “El día de la gestión y asesoramiento de patrimonios”.
Federico Echeverria-Torres, Sales manager de Edmond de Rothschild AM, Jorge Diaz, senior Sales director de Eurizon, y Carlos Saúco, director de Marketing & Client Relations de Muzinich & Co analizan cuáles son las duraciones, zonas geográficas y activos donde encontrar valor en el citado contexto.
Duraciones
Muzinich & Co considera que el tramo intermedio de la curva (con una duración de 2-3 años) es el más adecuado en el contexto actual. Esto se debe a que, “aunque los tramos más cortos (como los activos monetarios) implican un alto riesgo de reinversión debido a los bajos rendimientos actuales, los tramos largos pueden experimentar una mayor volatilidad”, advierte Carlos Saúco. De este modo, “el tramo intermedio se considera un punto de equilibrio, ya que ofrece un rendimiento atractivo (yield) y la posibilidad de ganancias de capital si vamos hacia esa normalización de la curva”, afirma.
Difiere el posicionamiento de Edmond de Rothschild, que se muestra más cómoda en duración en Europa por esa mayor visibilidad de los tipos hacia el rango del 2%-2,5%. En concreto, cinco años. En Estados Unidos, Federico Echevarría-Torres reconoce que la firma tiene “poco en duración” por la “elevada incertidumbre”.
Por su parte, Eurizon considera que todo depende de la tolerancia a la volatilidad. “Vamos a tener un primer semestre con volatilidad y correcciones habituales. En la medida que se vaya clarificando el plan de Trump, se despejará la incertidumbre que es la que está provocando estos bruscos movimientos hacia arriba o hacia abajo. Cuando tengamos más visibilidad en los mercados podremos ver si los tramos largos de la curva aportan una oportunidad”, sostiene Jorge Díaz.
Zonas geográficas
Para el Sales manager de Edmond de Rothschild AM es Europa la zona geográfica que ofrece mejores oportunidades, “es cierto que los diferenciales están muy estrechos, pero las yields siguen con niveles relativamente decentes”. Cita el crédito, high yield BB, bonos híbridos o deuda subordinada.
En opinión del senior Sales director de Eurizon, si se quiere aprovechar el momentum actual y jugar en duración, Estados Unidos es una “apuesta clara para coger duración a corto plazo”. Coincide con la visión de la renta fija europea anterior y reconoce que, por la reducción de los spreads, no ofrece mucho valor tomar posición en la actualidad en investment grade de mayor calidad. Ahora bien, si se quiere asumir algo de riesgo, el high yield europeo de tramo muy corto, ofrece una yield “algo más jugosa” de un 5% y con unos fundamentales sólidos para este año.
Visión positiva en Europa
Por su parte, el director de Marketing & Client Relations de Muzinich & Co señala que la firma no mantiene una preferencia por alguna región y, en un momento de máxima dispersión como el actual, subraya la necesidad de ser “muy selectivo”. En Europa, la firma tiene una visión más positiva sobre los activos de grado de inversión en comparación con Estados Unidos, donde, “aunque los diferenciales de crédito se sitúan actualmente por debajo de la media histórica de los últimos años, éstos cotizan a día de hoy con una prima frente a Estados Unidos, creando oportunidades potenciales de generación de alfa a largo plazo”.
Por otro lado, en Estados Unidos, prefiere activos high yield de plazos cortos, en su mayoría con rating BB, correspondientes a compañías domésticas menos expuestas a la guerra comercial. “Se trata de un mercado que ha mejorado en calidad significativamente, donde el 65% son bonos con calificación BB y la duración del índice es inferior a 3,5 años, convirtiéndose en un excelente lugar para obtener carry con menor volatilidad que los mercados de mayor duración.
Activo
Para Jorge Diaz no hay una apuesta clara, sino una combinación de deuda gubernamental a corto plazo, “que paga muy bien con un riesgo limitado”, high yield, “con duraciones estructurales bajas. Los fundamentales son buenos y las tasas de impago bajas”, y los convertibles, “que por fin este año ya despiertan”.
Por su parte, Carlos Saúco menciona los bonos corporativos, ya que las compañías “están más saneadas y en buena posición para amortizar su deuda” en comparación con el elevado endeudamiento de los gobiernos, cuyos déficits se van a ver aumentados por el incremento del gasto que se prevé, lo que “va a pesar en las primas de riesgo”. Ve más valor en bonos con calificación grado de inversión con rating BBB, “con niveles de rentabilidad esperada de entre 3%-4%”.
Deuda privada
También en high yield de alta calidad, “con fundamentales sólidos, ratios de cobertura de intereses en niveles razonables, apalancamientos en mínimos históricos, sin impagos y sin una pared de vencimientos por la que preocuparse en exceso”. Menciona los mercados privados, especialmente la deuda privada, que “se están consolidando como una opción clave para los inversores, gracias a innovaciones como los fondos evergreen y una regulación que los hace más accesibles”.
Echeverría-Torres señala que la renta fija en general está cara en términos de diferenciales, pero cita tres activos que pueden seguir haciéndolo bien:
- high yield BB, “a través de fondos a vencimiento de cinco años, siendo el riesgo de crédito el riesgo principal que puede tener el cliente ya que solo invierten en deuda senior y con vencimientos que nunca excedan el propio vencimiento del fondo, 2030 en este caso”;
- deuda financiera subordinada, “que lleva dos años muy buenos”, en concreto de bancos y aseguradoras de calidad, destacando la importancia de invertir en todas sus estructuras de capital y en emisores de calidad: deuda sénior, AT1, CoCos, que “abonan yields que, si bien son más bajas, aun pagan bien si las comparamos con otras clases de activos”;
- y bonos híbridos, “que es un asset con una yield de calidad (5%), con duración a tres años y con un universo mayoritariamente investment grade”.