Los sitúa en el nivel más bajo desde que se creó la zona euro, pero la falta de decisión de nuevas subastas de liquidez y de compras de deuda provocan el desplome del Ibex y la escalada de la prima de riesgo.
El Banco Central Europeo (BCE) ha tomado una medida histórica: rebajar los tipos de interés un cuarto de punto hasta situarlos en el 0,75%. Sin embargo, el hecho de que ni siquiera se haya barajado la posibilidad de hacer grandes compras de deuda pública periférica o de llevar a cabo nuevas subastas a largo plazo para financiar a la banca (LTRO) ha sentado muy mal en los mercados. El Ibex 35, el más castigado, ha descendido el 2,99% y la prima de riesgo española ha escalado hasta 540 puntos, después de que el tipo de interés del bono a diez años se situara en el 6,79%.
También ha habido medidas de estímulo para las economías en el Banco de Inglaterra, que ha mantenido tipos pero ha anunciado compras de deuda por otros 50.000 millones de libras (unos 62.000 millones de euros), y en el de China, que ha disminuido sus tasas otro cuarto de punto hasta colocarlas en el 3%.
El BCE, que asegura que no ha coordinado sus movimientos con los otros dos bancos centrales, ha abaratado también el tipo marginal de depósito al 0%, desde el 0,25% previo. Con esta medida, se supone que los bancos deberían dejar de estar interesados en dejar su liquidez depositada en el BCE y deberían hacerla circular, con lo que tendría que incrementarse el crédito. No obstante, hasta el momento, el hecho de dejar sus fondos en el BCE ha sido más una cuestión de falta de confianza que de interés por el precio recibido por ello. Por eso, los expertos no tienen confianza en que dé resultados.
En todo caso, las medidas que más efecto han tenido hoy han sido las que no se han puesto en funcionamiento. En los mercados se estaba esperando que el BCE diera alguna indicación de nuevas subastas de liquidez a largo plazo o de compras de deuda pública y ninguna de las dos se han siquiera discutido en la reunión del Consejo de Gobierno, aseguró en rueda de prensa el presidente del BCE, Mario Draghi.
A su juicio, la decisión de bajar tipos es suficiente respuesta a las buenas medidas tomadas la semana pasada por los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro. Máxime cuando la institución se había negado en los últimos años a rebasar ese suelo del 1% en los tipos. Draghi reconoce que existen riesgos a la baja de la economía de la región y, dado que no ve absolutamente ningún riesgo de inflación (tampoco de deflación), no es descartable que adopte nuevas bajadas más adelante.
Como consecuencia de la inacción, las bolsas española e italiana sufrieron un duro revés en la sesión (Italia descendió un 2%), con especial castigo de los bancos. BBVA cayó un 4,90%; Santander, un 3,96%; Bankia, un 2,58%; Popular, un 3,21%; Sabadell, un 2,41%, y Bankinter, un 3,99%.
Tampoco ayudó que durante la mañana, el Tesoro tuviera que pagar el 6,5% para colocar sus bonos a diez años en el mercado, el tipo más alto desde 2011.