El BCE se embarca en una revisión completa de su mandato: primeras reacciones de las gestoras internacionales

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Autor: BCE

La segunda cita de Christine Lagarde ante los mercados ha sido escasa en acción. Tal y como se esperaba, el Banco Central Europeo ha mantenido su política monetaria intacta. El gran anuncio ha sido el inicio de su revisión estratégica, la primera desde 2003. Más allá de la confirmación de lo que ya adelantó la presidenta del banco central hace meses, ha sido una conferencia escasa en detalles. “Se esperaba que la reunión de hoy fuera el aperitivo de la revisión de políticas del BCE, y ha sido más bien un aviso de están preparando la cena”, reconoce el gestor de renta fija global de Janus Henderson, Andrew Mulliner.

Lo más notable que destaca Mulliner es lo que se comenta en el comunicado oficial, que la revisión de la política abarcará todo el mandato: cómo se cumplen, cómo medirse frente a él, cómo se comunican y las herramientas que utilizan, así como la estabilidad financiera y las preocupaciones medioambientales. “La realidad es que es poco probable que sepamos mucho más hasta la conclusión de la revisión a fines de 2020”, vaticina.

Qué esperar de la revisión estratégica

Tocará esperar, pero las implicaciones de la revisión estratégica pueden ser profundas. Como recuerda Andrea Iannelli, director de inversiones en renta fija de Fidelity International, cubrirá no solo el objetivo de inflación, que sigue siendo su mandato principal, y lo que entienden por su caja de herramientas estándar, sino también cómo puede comunicar mejor su estrategia al público en general y la mejor manera de incorporar la sostenibilidad en su marco de política monetaria.

La inflación y su policy toolbox serán las dos áreas a vigilar. Dado el desafío que ha supuesto para el BCE elevar la inflación, y con las expectativas de inflación de regreso a su objetivo actual, se espera que el foco cambie a un rango de alrededor del 2 por ciento (en lugar del actual por debajo pero cerca del 2 por ciento). “Esto implicaría permitir excesos de inflación si se considerara temporal y consolidaría un sesgo más moderado en el futuro”, entiende Ianelli. Paul Diggle, economista senior de Aberdeen Standard Investments, también ve probable que el objetivo de inflación se reformule modestamente. “Es posible que se avance hacia una orientación más firme hacia el futuro, estableciendo umbrales de inflación explícitos a partir de los cuales las tasas de interés empezarán a subir”, defiende.

En cuanto al segundo punto, el experto de Fidelity cree probable que la revisión permita que las compras de activos se conviertan formalmente en parte de la caja de herramientas de política monetaria del BCE en lugar de una excepción. Diggle ve posible además un sistema de escalonamiento de los tipos de depósito más agresivo, que abra más espacio para reducir los tipos de interés y un programa TLRO ampliado que incluya un tipo de préstamo más bajo.

Un 2020 de transición

La primera reunión del año bien podría ser un espejo de lo que las gestoras esperan del banco central para 2020. Esto es, nada. Por lo menos ninguna medida potente ni acomodaticia ni restrictiva. Expertos como Laura Dal Bosco, del equipo de Macro Research en Eurizon, ven justificada esa pausa. “El panorama macroeconómico no ha cambiado sustancialmente en el último mes: los datos económicos han seguido siendo débiles, aunque los principales indicadores, tanto en la eurozona como a nivel mundial, han mostrado signos de estabilización y los riesgos geopolíticos han sido mitigados gracias a la primera fase del acuerdo firmada por EE.UU. y China, y a la victoria de Johnson en las elecciones del Reino Unido que eliminó, al menos a corto plazo, el riesgo de un no deal”, resume. 

Esta revisión definirá el legado de Lagarde al frente del BCE. Dicho lo cual, gestores como Ianelli esperan que se reforzará el sesgo dovish del banco central y mantendrá la política monetaria en el camino bien definido por su predecesor, Mario Draghi.