“Mes tras mes, el mercado laboral español muestra cada vez un mayor desequilibrio. El número de desempleados asciende ya a seis millones, pero la cifra más alarmante es que, con datos del primer trimestre, la proporción de desempleados con una duración superior a los dos años es del 35,1%. Es, con mucho, la proporción más grande de los últimos 17 años (ver gráfico). Como los nuevos flujos de parados de menos de seis meses son estables pero elevados, la proporción de desempleados de larga duración se incrementará en los próximos meses por transferencia de otras categorías, explica Philippe Waechter, economista jefe de Natixis AM, boutique de Natixis Global AM.
Comparando los datos con Francia, que también tiene un alto nivel de desempleo, la duración de los parados de más de un año fue del 58,5% en España durante el primer trimestre, frente al 39,9% del caso galo. “Cuando aumenta la duración, los desempleados pierden su capacidad para volver a ser contratados. Pierden parte de su capacidad de trabajo y se enfrentan a la mayor competencia de los nuevos participantes en el mercado laboral. La probabilidad de encontrar un nuevo puesto de trabajo disminuye rápidamente con si perdura su situación de desempleo. A mayor duración, menor será la probabilidad de encontrar un nuevo empleo”, afirma.
Según Waechter, “el coste social asociado a esta situación será elevado y duradero. Se necesitan recursos para esta parte de la población, concretamente recursos financieros. Esto puede ser proporcionado por un sistema de solidaridad que mutualice el coste para ayudar a esta parte de la población. Este esquema se mantendrá durante un periodo muy largo, ya que la probabilidad de encontrar un nuevo puesto de trabajo es muy bajo, incluso después de que se inicie la recuperación. Esta ayuda se puede reducir con el tiempo, por lo que todo el mundo tendrá que encontrar sus propios recursos para sobrevivir”, indica el experto.
Para el economista jefe de Natixis AM, el equilibrio de la sociedad española va a cambiar y una consecuencia directa será un menor nivel de salubridad, ya que probablemente una gran parte de los desempleados quedarán fuera de los servicios colectivos de sanidad y porque su nivel de recursos será menor. En el primer trimestre del año el paro en España se situó en el 27%. “Es una tasa enormemente alta y el coste social asociado a ella será también alto y de larga duración. Este coste colectivo obligará a los españoles a renovar profundamente las reglas colectivas y el modelo que se ha construido hasta ahora”, señala Waechter.
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