El dato de inflación hunde al S&P 500: primeros análisis de los economistas

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Foto: Alex E. Proimos, Flickr, Creative Commons

El dato de inflación de EE.UU. cayó en agosto hasta el 8,3%, frente al 8,5% de julio. Pero es una caída menor a la prevista. Y eso no ha gustado a los inversores, como evidencia el desplome de más del 4% sufrido por el S&P 500. Mientras que el descenso mensual del 10% en los precios de la gasolina fue la principal fuente de presión a la baja para la inflación general, la inflación subyacente se reaceleró hasta el 6,3%, desde el 5,9%. A pesar del alivio que supuso el reciente descenso de los precios de las materias primas, la inflación se generalizó en agosto, y el informe del IPC mostró nuevas subidas de precios en los bienes y servicios básicos.

Y esto podría tener consecuencias a nivel de política monetaria. “El dato de inflación confirma que la lucha de la Reserva Federal contra la alta inflación está lejos de haber terminado. Probablemente inclinará a la autoridad monetaria americana, ya de por sí agresiva, a realizar una subida de tipos del 0,75% por tercera vez consecutiva en su reunión de la próxima semana”, augura Silvia Dall'Angelo. Tal y como explica la economista senior de Federated Hermes, el dato la ha ratificado en su idea de que, aunque la inflación general podría haber alcanzado un máximo en junio, probablemente se mantendrá en niveles elevados durante varios meses más.

Trayectoria hawkish sí o sí

"Seguimos pensando que la demanda se enfriará en el transcurso de la segunda mitad del año e incluso de forma más significativa en 2023, debido a la elevada inflación que está comprimiendo los ingresos reales y al endurecimiento fiscal y monetario. Esto, junto con la estabilización de los precios de la energía y la relajación gradual de las restricciones de la oferta mundial, debería hacer que la inflación baje más rápidamente en el transcurso del próximo año, aunque seguirá estando por encima del objetivo de la Reserva Federal”, señala la experta.

Para Dall'Angelo, aunque las expectativas de inflación a largo plazo se han suavizado, los datos recientes siguen apuntando a un panorama de inflación elevada y mercado laboral ajustado. “Esto implica que el riesgo de que la inflación se consolide a través de los efectos de segunda ronda sigue siendo elevado. En consecuencia, es probable que la Reserva Federal mantenga su trayectoria hawkish en los próximos meses”.

La próxima semana, otra subida de 75 puntos básicos

Coincide con Allison Boxer, economista de PIMCO, quien duda de que la Fed cambie la perspectiva de otra subida de 75 puntos básicos en la reunión del FOMC de septiembre. Y con Lale Akoner, economista senior en BNY Mellon Investment Management, quien considera que “el aumento en el IPC subyacente nos dice que la Fed necesitará continuar ajustando agresivamente, lo que eleva nuestra convicción de que la próxima semana vendrá otro incremento de los tipos en EE.UU. de 75 puntos básicos".

Además, el experto de BNY Mellon IM cree que es probable un pico de 4-4,25% en la tasa terminal a principios de 2023. “No es probable un giro de la Fed y preferirán seguir una estrategia de subida y parada, que continuará ejerciendo una presión alcista sobre el dólar frente a las principales divisas”, vaticina.