Cuatro días después de que se abriese la ventana de liquidez del fondo Santander Banif Inmobiliario, los inversores conocieron ayer parte del impacto que está teniendo la tasación extraordinaria a la que se está viendo sometida. Según publica Expansión, el producto se dejó un 4,21% en enero, el mayor retroceso de su historia. Después de esta caída de rentabilidad, es previsible que en febrero se registre un comportamiento similar o peor, ya que es durante este mes durante el que se va a cerrar la tasación que Santander inició el 1 de enero.
Mediante esta operación, la gestora de la entidad presidida por Emilio Botín quiere adecuar el valor de su fondo inmobiliario, el mayor del sector, a la realidad del mercado residencial.