El gráfico que todo asesor debe enseñar a su cliente para explicarle por qué es importante diversificar

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Anton Novoselov, Flickr, Creative Commons

No puede haber profesional financiero que no haya aconsejado alguna vez a sus clientes sobre la necesidad de contar con una cartera diversificada para evitar ese riesgo que supone siempre el de poner todos los huevos en la misma cesta. Sin embargo eso no implica que esos clientes sigan los consejos de sus asesores pese a que el mero hecho de no hacerlo este elevando el nivel de riesgo que asumen en sus carteras.

“La tentación de los inversores es la de quedarse en aquello que conocen. No es que sea algo malo ya que es una estrategia que han seguido grandes gurús de la inversión como Warren Buffett con las acciones”, afirman en Schroders. En España ese tipo de inversión conocida en la que más han confiado los inversores  ha sido históricamente el ladrillo y de ahí que concentre el 70% del ahorro de las familias.

Pero esta apuesta a una sola carta no es una buena estrategia cuando invierte a largo plazo, o al menos no es la mejor. “Puede funcionar cuando el mercado en cuestión está subiendo y has elegido el activo correcto pero es importante que los inversores conozcan los beneficios de la diversificación para conseguir reducir el riesgo de y mejorar en muchos casos la rentabilidad que se obtiene a largo plazo para toda la cartera”, apuntan en la gestora británica. Por o mencionar que no hay ningún activo que se haya mantenido en los primeros puestos de rentabilidad año tras año y que tampoco han repetido los mismos tipos de activos en la cola de la lista de los más rentables, lo que elimina la idea de que exista un tipo de inversión que pueda ser considerada como todoterreno.

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¿Cuáles son las grandes ventajas de la diversificación? Schroders identifica tres:

1) Gestionar el riesgo. En cualquier inversión se corre el riesgo de perder dinero. Tener varios tipos de activos en la cartera consigue reducir el riesgo que se recibe de cada uno de ellos ya que siempre se pueden compensar las pérdidas que genere uno de ellos con las ganancias que consiga el opuesto.

2) Mejorar la liquidez de la cartera. “Vender una propiedad puede llevar muchísimo más tiempo que vender unas acciones. Por eso tener varios tipos de inversión mejora mucho la liquidez que uno puede tener y te permite vender algunos de tus activos en momentos en los que se necesita de repente liquidez”, afirman en Schroders.

3) Y la tercera es que consigues movimientos más suaves, una menor volatilidad, para la cartera al no depender la misma solo de un activo, lo que supone una volatilidad más controlada.