¿Qué papel están jugando los activos ilíquidos ante las dificultades que atraviesan los mercados tradicionales? ¿Y en las carteras de banca privada? ¿Cómo ha reaccionado el apetito del inversor final al clima de incertidumbre económica? ¿Y el institucional?
El interés por los alternativos ilíquidos no decae: se espera una buena añada por el ajuste de las valoraciones

Los ilíquidos se han ido haciendo un hueco en las carteras de los inversores en los últimos años, pero el cambio radical que ha experimentado el entorno macro, con la llegada de la inflación y tipos de interés al alza y su consecuente impacto en los mercados de renta fija y variable, ha hecho todavía más necesaria la asignación de estos activos porque pueden ofrecer estabilidad, descorrelación real y un plus de rentabilidad.
Así lo pone de manifiesto José Cloquell, director del departamento de Inversiones Ilíquidas de Diaphanum Valores, quien advierte, no obstante, del papel clave que juega el asesoramiento en estas inversiones.
“Para nosotros, la inclusión de estos activos en las carteras -ya sean de patrimonios más familiares o institucionales- debe tener como objeto el tener exposición a la prima de iliquidez y, para conseguirla, se precisa una asignación estable en el tiempo. Para ello, el asesoramiento profesional -en nuestro caso independiente- es fundamental”, explica.
1/4Los activos alternativos siempre han formado parte de las carteras de inversión de los clientes de banca privada y deben seguir haciéndolo a pesar de los nuevos desafíos que implica el escenario económico, señala Íñigo Gallastegui, director de Productos y Asesoramiento en España de Santander Private Banking.
“Aunque determinados activos pueden verse penalizados en un entorno de tipos muy elevados como el que vamos a tener los próximos meses, que implica un ajuste de valoración de algunas compañías; otros pueden servir de cobertura natural contra la inflación, como es el caso de activos de real estate o infraestructuras”, apunta.
En este sentido, Gallastegui cree que es clave analizar el universo de los alternativos “para saber dónde queremos estar, las opciones que tenemos y cómo encajan con el cliente. Hay muchos aspectos a considerar en el contexto actual, pero seguimos apostando por incluir estos activos en las carteras”.
2/4En medio del escenario actual de mayor incertidumbre, Victoria Díez, responsable de Fondos de Capital Riesgo de Singular Bank, advierte de un posible un menor apetito entre el inversor final por los alternativos, que se caracterizan por su baja liquidez y que implican inversiones a largo plazo. Pero no entre aquellos inversores que ya están familiarizados con estos activos, que en el caso de banca privada son cada vez más, y cuyo interés puede incluso crecer.
“El cliente de banca privada que apuesta por alternativos lo hace para descorrelacionar la cartera, darle dinamismo al binomio rentabilidad/riesgo e intentar preservar capital a largo plazo. Algo, esto último, que algunos clientes pudieron comprobar tras la crisis de 2008, cuando se vieron obligados a mantener posiciones en los fondos en los que estaban invertidos y años después se vieron recompensados al comprobar que no habían perdido dinero. Incluso obtuvieron rentabilidades positivas que superaron sus posiciones en activos líquidos”, indica.
“El apetito de los clientes que ya conocen estos activos y que han tenido buenas experiencias no bajará, sino más bien todo lo contrario. Hay que tener en cuenta, además, que nos encontramos ante una buena añada para entrar en capital riesgo: el alza en tipos de interés y las compras con menor apalancamiento provocarán ajustes en los modelos de valoración y supondrán oportunidades de entrada a múltiplos más atractivos”, añade.
3/4Desde un punto de vista internacional, Leonardo Fernández, director del Canal Intermediario de Schroders, asegura que el cliente institucional va a seguir apostando por los ilíquidos, tal y como se refleja en el último estudio de inversión institucional de esta gestora británica, que analiza las perspectivas de inversión de 770 inversores institucionales de todo el mundo.
Según los datos que se desprenden de esta encuesta, entre el 55% y el 60% de estos inversores -que gestionan activos por valor de más de 25 billones de dólares- afirman que van a seguir incrementando su exposición y las razones son varias.
“Las subidas de tipos suelen ser un factor problemático para algunos activos porque, en términos de endeudamiento, una subida de costes supone una rentabilidad menor. Sin embargo, también afectan a las valoraciones y su ajuste puede brindar oportunidades de entrada a múltiplos más atractivos. En este sentido, Schroders ha calculado que por cada 20% que se baja el apalancamiento se necesita una reducción de la valoración del 18,6% para obtener la misma rentabilidad”, afirma Fernández.
El director del Canal Intermediario de Schroders recuerda asimismo que ninguna añada desde 2008 ha ofrecido rentabilidades negativas e, incluso, en el caso del private equity en Europa, todas se encuentran por encima del 10% neto, si bien hay activos que han sufrido una evolución más desfavorable. “En cualquier caso, estas inversiones se basan en proyectos a largo plazo, que pueden funcionar si se les da tiempo. Además, muchos de estos negocios pueden tener éxito en contextos de crisis”, sostiene.
Otra de las razones del mayor interés de los institucionales por los ilíquidos se encuentra en el carácter privado de la gran mayoría de empresas estadounidenses que ganan más de 100 millones de dólares al año, y que suponen el 84% del mercado. O, dicho de otro modo, los clientes tradicionales solo tienen acceso al 16% de las empresas con un umbral de beneficios similar. De modo que este segmento es mucho más amplio para encontrar opciones con las que construir carteras.
Por otro lado, respecto a España, Fernández destaca la existencia de jugadores muy activos en este mercado gracias a las carcasas locales que ofrecen ventajas fiscales y están diseñadas para el inversor de banca privada. Y también aprecia un cambio entre las gestoras internacionales, lanzando distintos productos al mercado español, como los ELTIF, el único vehículo europeo de inversión alternativa ilíquida multiactivo que permite su comercialización transfronteriza a minoristas, algo en lo que también está inmerso Schroders.
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