Tras sólo 44 días en el cargo, Liz Truss ha puesto fin a su desastroso mandato dimitiendo tras perder el apoyo de su partido. Se convierte así en la primera ministra que menos tiempo ha estado en el cargo en la historia de Reino Unido. Para los inversores, la dimisión de Truss era esperada. Su visión liberal a favor de bajar los impuestos tras el Brexit se estrelló contra las fuerzas de la realidad y los mercados. Los inversores no estaban dispuestos a permitir que el país se endeudara cientos de miles de millones de libras en un momento en que los tipos de interés están subiendo.
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