El miedo a una ralentización económica se empieza a notar en los beneficios empresariales

tijeras, recorte
Fuente: Markus Winkler-Unsplash

Hace poco más de un año la noticia de la primera vacuna contra el COVID-19 sirvió de punto de inflexión para que los inversores retomaran la confianza no solo en la evolución de la economía si no también en los mercados de valores. El resultado es que en solo 12 meses los principales índices bursátiles acumulan rentabilidades de dos dígitos para alegría de los inversores de renta variable.

Sin embargo, parte de esas ganancias han sufrido un recorte en las últimas semanas. La culpa la tiene la aparición de una nueva variante de coronavirus de nombre Ómicron que amenaza esa recuperación económica y, con ella, también el rally visto en renta variable. Esa incertidumbre destapada por Ómicron se ha traducido ya en recortes en la estimación de crecimiento. Por ejemplo, la OCDE ha recortado en 0,1 puntos supervisión de crecimiento para la economía mundial en 2021 hasta el 5,6% y el FMI-. Y ese pesimismo está llegando también a los resultados empresariales, tras varios trimestres marcando crecimientos no vistos en mucho tiempo.

¿Se ha tocado techo?

 "La economía mundial ha tocado techo en términos de crecimiento, de potencial de sorpresas en la actividad económica y revisiones de beneficios y, además, está cambiando su tendencia hacia una etapa más tranquila", afirma Hans-Jörg Naumer, director global de mercados de capitales e inversión temática de Allianz Global Investors.

Esa etapa más tranquila se está empezando a notar en las estimaciones de beneficios, al menos de las empresas que cotizan en el S&P500. "Durante los dos primeros meses del cuarto trimestre la estimación del BPA del cuarto trimestre disminuyó menos de un 0,1% durante este periodo”, explican desde FactSet. Y si bien esa caída es mínima, es la primera vez que la estimación del BPA no ha aumentado en los dos primeros meses de un trimestre desde el segundo trimestre de 2020, cuando se vio un retroceso del 35,9%.

Crece la disparidad

Además, según explica el proveedor, los mayores retrocesos en esas estimaciones se están viendo en sectores precisamente muy ligados al ciclo económico. "Seis sectores registraron un descenso en sus estimaciones de BPA para el cuarto trimestre durante los dos primeros meses del trimestre, encabezados por los sectores de consumo discrecional (-13,4%) e industrial (-11,6%)", afirman. Por el contrario, hay cinco en donde sí han subido esas estimaciones y sorprendentemente, el de energía está a la cabeza.

Fuente: FactSet

Estas revisiones se producen además en un contexto en el que los expertos consideran que ya con todas las cartas en forma de estímulo sobre la mesa, los inversores volverán a recurrir a factores fundamentales a la hora de decantarse por unas u otras inversiones. “Probablemente, las valoraciones han tocado techo, y es posible que el comportamiento de los precios en el próximo año dependa de la evolución de los beneficios empresariales, afirma Markus Poppe desde DWS.

De ahí, que ante un año como 2022 que se aventura más complicado que este 2021, el principal consejo de los expertos sea el de ser cada vez más selectivo con los títulos que se incluyen en cartera. “Seguimos siendo ampliamente constructivos en cuanto al riesgo del mercado de renta variable. Esperamos ver una diferenciación sustancial entre regiones y sectores, lo que justifica un enfoque más selectivo y dinámico”, confirman Erin BrowneGeraldine Sundstrom, gestoras en PIMCO.