El nacimiento de un índice UCITS de hedge funds

Huevo
Daniel Jericó, Unsplash

Si hay un elemento que está alterando la evolución de los mercados financieros, ese no es otro que las políticas no convencionales de los bancos centrales de los países desarrollados. Más de 10 años después del estallido de la crisis financiera, las grandes autoridades monetarias han sido incapaces de desconectar las economías de los sistemas de ayuda que pusieron en marcha en forma de bajísimos (cuando no negativos) tipos de interés e inyecciones masivas de liquidez en forma de compra de activos (QE).

Si bien es cierto que hasta el momento estas medidas han parecido sustentar a las economías desarrolladas, también lo es que han tenido consecuencias no deseadas para los inversores. Un escenario de tipos muy bajos deriva en un escenario en el que es muy difícil encontrar rentabilidad. Lo vemos en las altas valoraciones de la renta variable de todo el mundo y en los más de 15 billones de dólares de renta fija que cotizan con rentabilidades negativas.

En este entorno, los alternativos se han convertido en una buena opción para añadir algo de rentabilidad a las carteras. Según explica Russell Barlow, responsable global de inversiones alternativas de Aberdeen Standard Investments, este tipo de activos “permiten a los inversores reducir la volatilidad de una cartera diversificada. Esto les da la oportunidad de dedicar un mayor porcentaje de su presupuesto de riesgo a los activos en los que están más positivos y en los que tienen una mayor convicción”.

Una situación que se produce, sobre todo en Europa, donde la negativa rentabilidad de los bonos soberanos hace que los inversores tengan que soportar pérdidas en algunas de sus carteras.

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A veces se ignora todo lo que puede aportar un hedge fund a esa parte destinada a los alternativos. Y de acuerdo con Barlow, este tipo de fondos pueden ser una herramienta muy útil en este entorno. “La situación actual ofrece muchas oportunidades para llevar a cabo operaciones de arbitraje debido a las diferentes políticas monetarias del BCE y la Fed”, afirma el experto.

En la entidad explican que invertir entre un 8% y un 10% de la cartera en hedge funds es un porcentaje ideal para un inversor institucional, aunque muchas firmas suelen tener porcentajes muy inferiores por diferentes motivos. En la entidad calculan que los fondos de pensiones estadounidenses, por ejemplo, podrían tener unos 200.000 millones de dólares en activos para invertir en alternativos, pero por el momento ese dinero sigue esperando un destino. Existen razones que explicarían este fenómeno.

Por un lado, el universo de los hedge funds es tan amplio que resulta complicado elegir el producto adecuado. Por eso, además, la dispersión de los resultados es tan elevada y si no se elige bien existe la posibilidad de elegir un vehículo con una buena rentabilidad o uno que no la tenga. Esto también hace que los costes de selección sean especialmente altos, lo que hace que no todas las instituciones dispongan de los recursos adecuados.

Por eso la aparición de índices de hedge funds en los que es posible invertir se ha convertido en una buena noticia para los inversores. “El nacimiento de estos índices surgió como una necesidad derivada de los propios inversores, sobre todo a partir de 2008. Todos quieren un índice que represente al mercado en el que invertir”, afirma Joe Nicholas, fundador y presidente de HFR, un proveedor de índices de hedge funds. En su opinión, esto les permite tanto invertir en este mercado como tener un baremo con el que evaluar a los distintos fondos. La última creación de esta firma ha sido un índice UCITS que se produjo “por la necesidad de los inversores de un índice que representara al mercado, el HFRI-I, que ofrece una liquidez diaria”.

Todas estas mejoras y el contexto del mercado ha hecho que aumente el flujo de fondos que acaba en este tipo de producto en los últimos meses. La rentabilidad conseguida por este tipo de fondos también ha sido un buen apoyo a esta tendencia. “El año pasado durante el cuarto trimestre el comportamiento del mercado no fue positivo y, por el contrario, los hegde funds mantuvieron los retornos”, señala Nicholas.

Quizá por eso Barlow señala que “desde una perspectiva de mercado hay razones que justifican que los inversores se cuestionen en qué otros activos pueden invertir en un entorno sin rentabilidad”. El experto señala que este tipo de vehículos tienen una ventaja comparativa con respecto a otros alternativos y es su liquidez. Algo que podría apreciarse, sobre todo, en entornos de mercados no tan positivos.

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