El nuevo panorama de la inversión requiere carteras más inteligentes

Fuente: Luis Eusebio (Unsplash)

Nunca subestiméis la capacidad del consumidor estadounidense de gastarse un dinero que no tiene en cosas que no necesita”. Es una metáfora en clave de humor con la que John Bilton quiere ilustrar el fenómeno que fue 2023. Hace tan solo 12 meses el consenso del mercado era completamente opuesto al actual. La recesión parecía dada, teniendo en cuenta que la inflación seguía en niveles muy altos y los bancos centrales tenían que seguir subiendo tipos de manera agresiva. Con todo, el panorama para los activos de riesgo en general se antojaba complicado para 2023. Sin embargo, contra todo pronóstico, ese escenario negativo no se materializó.

¿Qué pasó? “La economía global mostró ser más resistente de lo pensado”, reconoce el responsable del equipo Multi-asset Solutions de J.P. Morgan AM. Si bien los estímulos fiscales en Estados Unidos como la Ley CHIPS y la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) contribuyó a mantener a flote su economía, Bilton defiende que la verdadera fortaleza vino por parte del consumo interno. El resultado fue un fuerte ejercicio para la renta variable, especialmente a partir del último trimestre.

Así, en cuanto a lecciones que se llevaría de 2023, destaca varios fenómenos interesantes. Uno, que la economía global parece menos sensible a las variaciones en los tipos de interés y, dos, que el ciclo económico se ha desincronizado a nivel global, por lo que, si bien puede haber una desaceleración económica en varias regiones, el hecho de que no sucedan a la vez puede evitar la clásica recesión profunda y global. “Además, los excesos típicos de una recesión no están presentes”, defiende el experto.

Carteras más inteligentes para 2024

De cara al año que viene, el experto aboga por “seguir el dinero”. Mirando hacia el futuro, Bilton detecta cuatro grandes temáticas que afectarán a los mercados:

  • Una economía en transición. Las políticas industriales vuelven a estar sobre la mesa de los gobiernos, como ya hemos visto con la implementación de la Ley CHIPS en EE.UU. o el Plan NextGen en Europa.
  • El cambio climático. La transición energética sigue adelante. “Cada año se va a destinar el 4,5% del PIB a invertir en la infraestructura del futuro. Son cantidades enormes de dinero comprometido que no se va a revertir”, insiste.
  • Transición política. “Cuando se tira de la palanca fiscal significa que la política monetaria ya no es tan necesaria. Los inversores tendrán que cambiar de mentalidad tras una década en la que los bancos centrales marcaban el ritmo”, explica Bilton.
  • Evolución tecnológica. La potencial mejora en la productividad que traerá la Inteligencia Artificial y la automatización afectará a todos los sectores de la economía en esta nueva etapa. Ya no solo estamos ante una revolución industrial sino también en el sector servicios.

Ante estos cambios en las corrientes, Bilton cree que el inversor tiene que construir carteras más inteligentes. La buena noticia es que el punto de partida es bueno. “Los retornos esperados para una cartera 60/40 son incluso superiores a los del año pasado”, subraya.

¿Y qué entiende Bilton por carteras más inteligentes? Por un lado, expandir el abanico de oportunidades. “Tener una mirada verdaderamente global en cuanto a clases de activos. Mirar hacia delante, no por el retrovisor. ¿Hace cuánto que no pensamos en Japón?”, propone el experto. Por otro lado, añadir valor con la gestión activa. “El fin de la era de dinero barato significa que veremos retornos más diferenciados. Las compañías se moverán de manera idiosincrática”, vaticina el experto.

Donde están las oportunidades en 2024

“Echando la vista atrás, 2023 sí fue un año complicado para los inversores, pero por razones distintas a las que esperábamos. Con los niveles medios de liquidez tan altos significa que muchos se perdieron la recuperación de los mercados”, lamenta Bilton. E Iain Stealey, director de Inversiones del equipo de renta fija, coincide con su reflexión: “Los ganadores del año pasado fueron los inversores que estaban dentro del mercado”.

Ya lo advertía Stealey hace 12 meses: los bonos han vuelto. Y su mensaje para 2024 es el mismo: los bonos siguen de vuelta. “Hay que recordar que nos movemos en un entorno muy distinto al del año pasado. En enero de 2023 la inflación aún estaba al 9%. Hoy estamos por debajo del 3%. Ahora los bancos centrales no hablan de subidas de tipos sino de recortes. Es una mejora significativa de las condiciones”, afirma. Así, si tuviera que destacar una de las oportunidades interesantes que detecta en el momento actual, el gestor se decanta por poner el foco en los bonos gubernamentales. “El bono español es nuestro bono gubernamental favorito en estos momentos. Tiene una valoración más atractiva que el bund alemán, la inflación en los países del sur de Europa se ha controlado mejor y hay apetito por el segmento”, argumenta.

Malcom Smith, responsable del equipo de renta variable, también comparte el tono optimista, pero también defiende que no es momento de hacer grandes apuestas en cuanto a sesgos de estilo. Smith también encuentra varias ideas en el mercado actual. Desde las valoraciones atractivas de las small caps, pasando por Japón y Europa, pero le parece muy interesante el momentum positivo en la banca europea. “Los inversores siguen pensando que los bancos europeos están como en 2008 y no es así”, defiende.