El ocaso de los garantizados: en diez años pasan de suponer el 41% de todos los activos en fondos españoles a solo el 3%

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Foto. Basil James, Unsplash

El contexto de tipos de interés en niveles mínimos e incluso negativos ha llevado a muchos inversores a modificar sus perfiles de riesgo en aras de obtener una rentabilidad para sus inversiones que resultara positiva, más en un contexto de inflación al alza.

Este trasvase de activos de menos riesgo a más riesgo puede haber sido motivado por una mejora de la educación financiera, la misma que permitió que por ejemplo no hubiera grandes huidas en el crash que desató la primera ola del coronavirus, pero también por la menguante oferta de productos de bajo riesgo que tienen a sus disposición los inversores. Y uno de esos productos es el fondo garantizado.

Según los datos de Inverco, las categorías de garantizados (se incluyen los de renta variable, renta fija y los de garantía parcial), son en las únicas en las que se vio una disminución en la oferta de producto. De media cayó el 25%. Una caída de la oferta que ha ido acompañada de un retroceso en los activos bajo gestión del 37%.

Y este retroceso no es solo cosa de 2021 sino que es una auténtica tendencia de los últimos diez años de tipos bajos y mercados de valores disparados. De hecho, también según los datos de Inverco, hoy en día los productos garantizados apenas suponen el 3% de todo el patrimonio en fondos españoles mientras que hace diez años, en 2011, abarcaban el 41%. ¿Estamos ante el ocaso de estos populares productos?

Fuente: elaboración propia con datos de Inverco

Las dos grandes causas

De momento, las razones que justifican esta caída en desgracia de los garantizados son dos. La primera es que no es un producto atractivo para el inversor en este contexto. "Con tipos de interés tan bajos sólo se pueden garantizar rentabilidades muy bajas. No parece muy interesante inmovilizar un dinero durante tres o cinco años al 0 % o al "cero coma" por ciento", afirma Víctor Alvargonzález, socio fundador y director de estrategia de Nextep Finance.  Y la segunda, es que tampoco es rentable para las propias entidades financieras.

"Este tipo de productos no tienen la posibilidad de ofrecer una garantía de devolución del capital inicial invertido total o parcial, ya que puede no compensar a las firmas el coste del propio vehículo donde se crea la estructura del fondo”" explica Mónica Rueda, directora de análisis y selección de fondos de Singular Bank. Y a corto plazo no se espera que la situación mejore. "La previsión de que a lo largo de los próximos años suban los tipos supone caída de los precios y, por tanto, descenso de los valores liquidativos de los fondos por debajo del nivel de salida...lo que podría ocasionar que en el momento del vencimiento de la garantía, el fondo estuviera en pérdidas y la entidad se viera obligada a cubrir las garantías con aportaciones extraordinarias”, explica Mar Barrero, directora de análisis de Arquia Banca.

¿Se extinguirán este tipo de fondos?

Viendo el fuerte batacazo que han tenido tanto en número como en oferta los productos garantizados, se podría pensar que es el fin de estos productos que no hace tanto tiempo acapararon casi la mitad de todos los activos de gestión en nuestro país. Pero la historia nos dice que tienden a ser más ave fénix que dinosaurios ya que tienen su público. "Desde luego que lo hay. El inversor español es mayoritariamente conservador y sigue existiendo mucho dinero en depósitos que no ofrecen ningún rendimiento, por lo que no tengo ninguna duda de que si las entidades empezaran de nuevo a sacar productos que garanticen la recuperación de la inversión al cabo de unos años, invertirían en ellos", afirma Barrero.

Sin embargo, los expertos consultados coinciden en que esa recuperación del garantizado tendría más sentido que se llevara a cabo desde el lado de la renta variable y no tanto de la renta fija, donde el potencial de crecimiento es mucho menor, y de hecho cada vez más entidades están recurriendo a la bolsa para montar sus estructuras. Tanto que ahora el número de fondos garantizados de renta variable casi triplica el de renta fija.

 "En los fondos garantizados de renta fija, donde hay menos posibilidades de obtener en el mercado de deuda un tipo atractivo, y en algunos casos, se ha de incrementar el riesgo. Con estas premisas, deja de ser atractivo para el inversor el escoger este tipo de fondos, puesto que no compensa el horizonte de inversión largo (5-7 años de media) con el potencial de revalorización del producto y su rentabilidad final", explica Rueda.