“El pesimismo no ha hecho descarrilar el tren de la renta variable americana”

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Train Chartering & Private Rail Cars, Flickr, Creative Commons

El rally que ha vivido la renta variable este verano ha ridiculizado el famoso dicho 'vende en mayo y vete'. Pese a ello, son muchos los inversores que, según Legg Mason Global Asset Management, se mantienen pesimistas. “Y es que, después de todo, los riesgos siguen ahí”. No obstante, la gestora considera que aquellos que desechan la idea de invertir en renta variable norteamericana corren otro riesgo que podría afectarles más directamente: la posibilidad de perderse algunas oportunidades si la economía mejora.

“Incluso los más escépticos deben admitir que el mercado norteamericano se ha comportado bastante bien durante los últimos periodos de compras masivas”. Desde la última caída de finales de mayo, el S&P 500 ha acumulado una rentabilidad del 8,3%; desde septiembre de 2011, las ganancias alcanzan el 27,6%, en tanto que desde junio de 2010, el índice ha logrado una rentabilidad media anual del 18,5%.

“Las acciones americanas han logrado grandes avances a pesar de que no ha habido muy buenas noticias, así que imagina lo que podrían conseguir si el Gobierno de Estados Unidos alcanzase un compromiso fiscal o si las nuevas políticas impulsasen la confianza y animasen al sector privado a invertir”, aseguran desde Legg Mason Global AM.

¿Qué ocurriría si el mercado inmobiliario realmente mejorase? ¿Y si los empleadores apostasen por el positivismo, en lugar del temor, aumentando la creación de empleos y el gasto? ¿Y si la innovación y la economía libre de mercado, los dos motores de la economía americana, no hubieran perdido su ímpetu?, se preguntan desde la entidad. “La realidad es que nadie conoce el futuro y la volatilidad de las acciones continúa siendo elevada. Pero incluso si ésta persiste, hay grandes oportunidades para que los gestores activos aporten valor”.