“El problema es que los activos libres de riesgo también son libres de rentabilidad”

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La sociedad está influyendo cada vez más en la política, que a su vez es la que dirige los movimientos a corto plazo en los mercados. Pero hay un elemento estructural que también está transformado la manera de invertir: la sequía de retorno en los activos más conservadores. “El gran problema actual es que los activos libres de riesgo también son libres de rentabilidad”, recuerda Gary Marshall, responsable de EMEA de Aberdeen Standard Investments.

Tras años pudiendo confiar casi ciegamente en un clásico fondo de renta fija gubernamental, ahora no queda más remedio que asumir un mínimo riesgo de crédito. De ahí que Marshall note una importante demanda por fondos de crédito europeo. “Los bonos de gobierno han demostrado que tampoco son activos libres de riesgo. Los inversores han estado cautos con el crédito, pero las condiciones del activo han mejorado mucho”, afirma. Curiosamente, los mercados de renta variable han menguado en los últimos años; las salidas a bolsa se han estancado. A la vez, la deuda corporativa ha emergido como una vía de financiación igual de válida y, además, apoyada por un entorno de tipos bajos. Ahora el mercado de crédito europeo es mucho más profundo, con más emisiones. Y aun así, Marshall recuerda que aún tiene un enorme potencial de crecimiento si se compara con el tamaño de su homólogo estadounidense.

Qué están pidiendo los inversores

Aunque a nivel general los flujos hacia fondos de renta variable son negativos, Marshall hace un matiz: sí hay entradas de dinero en fondos de bolsa, pero en áreas más nichos. “Los inversores están siendo mucho más especialistas ahora”, asegura. En el caso concreto de ASI esas entradas se producen en estrategias de small caps y renta variable europea.

También ha crecido el interés (y la oferta por parte de las gestoras) por estrategias de impacto y de capital privado, de activos más ilíquidos como el real estate. Son propuestas, no obstante, más para el inversor institucional con capacidad de soportar esa iliquidez.

Un área de crecimiento interesante en el inmobiliario es la transformación de espacios comerciales a residenciales. Una tendencia que empezó en Alemania y que se está extendiendo al resto de Europa. Según explica Marshall, el gran problema del residencial es que suelen ser paquetes pequeños, de particulares, difíciles de gestionar como inversión. En cambio, los paquetes comerciales son más grandes y si se transforman, ofrecen la rentabilidad del residencial.