En una entrevista a Funds People Lionel Aeschlimann, socio y responsable de gestión de activos de la gestora suiza, revela en qué punto está el proyecto de reforzamiento de los equipos de gestión y banca privada iniciado por la entidad hace año y medio.
Hace exactamente año y medio, Mirabaud Asset Management iniciaba un ambicioso proyecto de reforzamiento de sus equipos de gestión con el objetivo de ofrecer a sus clientes un abanico de opciones de inversión mucho más rico y variado. “Hoy ese proceso se ha culminado y se ha hecho sin perder de vista nuestra condición de boutique. De cara a 2014 nos concentraremos en la consolidación de los equipos y en dar a conocer nuestros productos. No tenemos previsto realizar nuevas incorporaciones”, asegura Lionel Aeschlimann, socio y responsable de gestión de activos de la gestora suiza.
En una entrevista concedida a Funds People, Aeschlimann se muestra muy satisfecho por el hecho de haber sido capaz de atraer talento a la firma. Daniel Tubbs, ex codirector de mercados emergentes de BlackRock, Anu Narula, ex gestor jefe del Global High Income de AXA IM, Renaud Martin, antiguo responsable de bonos convertibles de Credit Agricole, Andrew Lake, actual director de global de high yield (ex Aviva) y Pierre Pinel (antes en BNP Paribas), son algunos de los nombres que se han ido sumando a lo largo de los últimos 18 meses al proyecto de Mirabaud. A todos ellos, Aeschlimann les reconoce la valentía de haber dado el paso de fichar por una entidad que, en ese momento, se encontraba en un momento de construcción.
“Salir de una entidad donde gestionaban un volumen de activos muy elevado para fichar por una firma de menor tamaño que se hallaba sumida en un proceso de reforzamiento del equipo era un riesgo para su carrera. Me consta que están muy satisfechos con el paso que han dado. En otras gestoras la gestión está mucho más encorsetada. En Mirabaud tienen libertad para actuar. Los gestores activos tienen que tener la libertad para poder desplegar su talento. A la gestión activa hay que dejarle espacio, no ponerle barreras. El talento es algo que no se puede industrializar”, afirma el responsable de la entidad.
El talento desplegado en la firma helvética estaría atrayendo ya la atención de los inversores. “Cuando traemos a los gestores a España el recibimiento es muy caluroso. Existe un gran interés por verles y conocer las estrategias que siguen”. No obstante, en la entidad reconocen que existe una cierta dicotomía que, a veces, puede llegar a resultar muy frustrante. “Los clientes te reconocen el talento y siguen tus fondos, pero tienen la barrera del track record. Al contar con un historial inferior a los tres años, fondos como el Mirabaud Equities Global Emerging Markets no entran en el radar. Que lo hagan es, por tanto, una mera cuestión de tiempo”.
Apuestas para 2014
Pese a ello, Aeschlimann pone de relieve la importancia de estar cerca del cliente en un momento de mercado complicado como el actual, sobre todo en lo que respecta a la renta fija. “El próximo año será un año muy difícil para el mercado de bonos. Para los inversores que están preocupados por la subida de los tipos de interés, creemos que la mejor solución es decantarse por producto flexible. En este sentido, ofrecemos un fondo estratégico de retorno absoluto, que juega con la duración y el crédito”. Dentro de la renta fija, otra de sus apuestas es el high yield, clase de activo a la que le ve mucho sentido de cara a 2014.
“Con una tir del 5,7% y una ratio de default en mínimos, en high yield ya no juegas con la compresión de los spreads, sino con el cupón. El Mirabaud Global High Yield es un fondo muy interesante para aseguradoras y fondos de pensiones que necesitan cubrir sus necesidades de rentabilidad, para los que tenemos nuestra clase de acciones de reparto. Para los inversores de renta fija, la mayor preocupación sigue siendo la de cubrirse frente a las más que posibles subidas de los tipos. Al final del camino, habrá subida de tipos. Y hay mucho dinero invertido en renta fija...”, indica. En renta variable, por el contrario, la firma ha complementado sus fondos-país con el lanzamiento de productos globales que le han permitido reforzar la gama.
“Muchos inversores se muestran convencidos de que Europa debe cerrar parte del gap que le separa de la Bolsa estadounidense. Reino Unido y España son, en estos momentos, dos de los mercados más atractivos. En el caso de este último, se están produciendo entradas de flujos muy importantes, tanto por parte de inversores europeos como extranjeros. En ambos mercados contamos con gestores muy destacados, como es el caso por ejemplo de Antonio Hormigos y Gemma Hurtado, que están teniendo un notable éxito al frente del Mirabaud Equities Spain”, asevera el responsable de gestión de activos de la entidad.
Gestión alternativa
La gestora mantiene 5.000 millones de euros en gestión alternativa. “Son estrategias que tienen tracción e interesan. Algunas de nuestras mayores apuestas son ideas que, aunque pudieran parecer aburridas, están orientadas a proteger el capital, capturando dos tercios de la subida del mercado y recogiendo solo un tercio de la caída. En control del riesgo somos una casa muy potente. Los clientes prestan una mayor atención a los fondos de renta variable long/short y las estrategias global macro. Son las estrategias por las que más apostamos y también las de mayor liquidez”, afirma Aeschlimann.
En gestión alternativa, la firma crea productos a medida. “Si el inversor tiene miedo a la inflación o a los tipos de interés, se le construye una cartera específica para cubrir sus necesidades”. No obstante, desde la entidad reconocen que el inversor español mantiene todavía muchas reservas sobre los fondos de inversión libres. “España llegó tarde a la gestión alternativa. Ahora se empieza a percibir un cierto interés, si bien estamos en un proceso educacional. El cliente no acaba de entrar porque tiene miedo tras lo sucedido en 2008”, señalan. Sin embargo, desde la entidad van a seguir insistiendo en la conveniencia de apostar por estas estrategias.
“Mirabaud es una gestora con visión de largo plazo. A veces, los mensajes que se lanzan pueden chocar con lo que se vive en el presente. Hace año y medio decíamos que apostábamos por España cuando nadie lo hacía. Nosotros no solo lo hicimos de una manera retórica, sino que la entidad invirtió su dinero en el país. Somos optimistas con España. El trabajo que hemos hecho aquí en los últimos años evidencia ese compromiso con el país”. Dicho esfuerzo lo vincula a la compra de Venture Finanzas y al reforzamiento del equipo de banca privada de Mirabaud en España, otro de los grandes objetivos que Aeschlimann se había fijado 18 meses atrás.
Banca privada
Según explica, Mirabaud cuenta con un modelo de negocio de banca privada muy serio. “La crisis ha educado. Antes de que estallara, a todo se le llamaba banca privada. Optamos por definirnos como gestión patrimonial para diferenciarnos de un concepto que se había devaluado. El concepto de banca privada es el servicio al cliente y la independencia. Los gestores de banca privada no tienen órdenes de comprar producto de Mirabaud. Tienen total libertad para invertir en aquel producto que consideren más adecuado para su cliente. Estamos alineados con los intereses de nuestros clientes. En banca privada, los conflictos de intereses te pueden matar”.
Y es que, para Aeschlimann, la ausencia de conflicto de intereses y la confianza del cliente en su gestor es fundamental. “La banca privada es algo que tampoco se puede industrializar. Cada cliente es un mundo. En lo más alto de la pirámide está siempre él y tenemos que asegurarnos de que tiene a su disposición todas las herramientas que necesita. El gestor de banca privada de Mirabaud Banca Privada es nuestro cliente más difícil. Pensamos que para que nos seleccionen un fondo tenemos que ser doblemente buenos. Ellos tienen muy interiorizado el tema de la independencia. Cada vez que compran un fondo de Mirabaud tienen que estar muy seguros y justificar doblemente su decisión de invertir en él”.
Un área donde la entidad ha hecho un especial esfuerzo es la prestación de servicios personalizados de banca privada a medida de los profesionales del deporte y la cultura, un colectivo que, de acuerdo con sus estimaciones, mueve en España un volumen cercano a los 4.000 millones de euros. “Los deportistas han sido tradicionalmente un colectivo muy maltratado en banca privada. Ganan mucho dinero en su juventud y tienen un ciclo de ingresos corto, lo que refuerza la necesidad de invertir con visión de largo plazo. Esto, a su vez, encaja muy bien con la filosofía de Mirabaud”.
Para Aeschlimann, el modelo que ofrece Mirabaud a través de Mirabaud Sports, Art & Culture ha sido de confidencialidad y de presentarle al cliente propuestas serias. “Tratamos al cliente de manera personal. El desafío es convencer al deportista de que no se debe dejar llevar por promesas galácticas, sino por propuestas serias. La estrategia que construimos para este tipo de clientes es muy similar a la filosofía que seguimos en Mirabaud, si bien en este caso pensamos aún más en el largo plazo. No invertimos en publicidad. Somos más directos y más confidenciales. En 2014 tenemos previsto seguir desarrollando esta rama del negocio”, concluye.