Los argumentos de la agencia son tres: la petición de rescate, las reformas del Gobierno y la mejora de solvencia de los bancos tras la reestructuración.
La agencia de calificación Moody’s ha descartado rebajar la nota de la deuda pública española hasta llevarla a niveles de bono basura, ante la inminencia de un rescate, dando un balón de oxígeno a los mercados. El bono a 10 situó al cierre su rentabilidad en el 5,49% -la cota más baja en meses-, y la prima de riesgo se desinfló hasta ubicarse por debajo de los 400 puntos básicos, en 386, y frente a los 426 del día anterior. También el Ibex 35 cerró la sesión con un avance del 2,4%, en 8.128,2 puntos.
Los inversores ven asimismo menos atractivo el refugio que supone el Bund alemán, que elevó su rentabilidad hasta el 1,63%, en este escenario de mayor tolerancia al riesgo a la espera de que se produzca una petición formal de rescate. Ayer se hablaba de los planes del Gobierno de solicitar formalmente ayuda al Mecanismo Europeo de Estabilidad, abriendo la puerta a las compras de bonos por parte del BCE, pero no usar el dinero a no ser que sea estrictamente necesario. Una especie de rescate virtual.
Aunque Moody’s había anunciado que revisaría el rating de España a finales de octubre, rechazó ayer rebajar su nota: la agencia mantiene así su calificación en Baa3, con lo que la deuda se queda dentro de la categoría de grado de inversión a pesar de que la perspectiva sigue siendo negativa. Los argumentos de la agencia son tres: la petición de rescate, las reformas del Gobierno y la mejora de la solvencia de sector bancario tras la reestructuración. Como riesgos, cita retrasos en el saneamiento de las cuentas públicas o la falta de avances en las reformas política o fiscal europeas, así como la salida de Grecia del euro.
En el límite
La calificación de la deuda española está en el límite entre el universo de grado de inversión y el de alta rentabilidad, tanto por Moody’s como por S&P, que hace unos días bajó su nota hasta BBB-, a solo un paso del bono basura. Fitch sitúa la nota a dos pasos por delante del bono de alta rentabilidad o high yield, en BBB. Ese mantenimiento en el universo de mayor nota ha provocado en los últimos días rebajas de rentabilidad en la deuda española: en el bono a tres años, se sitúa en el 3,46%. Una decisión que llega justo antes de la subasta de deuda del jueves, en la que el Tesoro pretende colocar un máximo de 4.500 millones de euros entre bonos a tres, cuatro y diez años.
Según un reciente informe de Morgan Stanley, si España cae hasta el nivel de bono basura, el flujo vendedor como consecuencia de su salida de los índices de deuda con grado de inversión ascendería a 12.000 millones de euros. Si hay más rebajas y una exclusión de todos esos índices, la marea vendedora podría llegar a 60.000 millones de euros.