Un periodo bueno para los bonos y los productos monetarios, pero negativo para las acciones
El reloj de la inversión de Fidelity muestra que la economía está entrando en la zona de reflación, positiva para los bonos (justo cuando la Fed se dispone a tomar medidas de relajación monetaria) y los activos monetarios, pero negativa para materias primas y acciones, que suelen registrar un mal comportamiento durante esta fase del ciclo. Por ello, el reloj podría adoptar una postura más negativa sobre los activos de riesgo conforme avance el año.
Durante una fase de reflación, el crecimiento del PIB es generalmente débil y la inflación desciende como resultado del descenso de las materias primas y el exceso de capacidad. En circunstancias normales, los bancos centrales tendrían que empezar a recortar los tipos de interés para estimular la economía, las curvas de rendimiento deberían girar a la baja y acentuarse y los beneficios tendrían que dar muestras de debilidad. “Sin embargo, en vista de que el margen para recortar los tipos de interés es muy reducido, lo que cabe esperar es más relajación cuantitativa antes de finales de año”, explica Trevor Greetham, director de asignación de activos de Fidelity que elabora el reloj de la inversión.
Para el experto, estamos siendo testigos de una desaceleración típica de mediados de ciclo a medida que el impulso procedente del ciclo de los inventarios desaparece y da marcha atrás. La hipótesis de Fidelity es una evolución similar a la de 2004, en la que el crecimiento se modera pero sigue siendo positivo. “El gran excedente de capacidad debería mantener la inflación y los tipos de interés en niveles muy bajos en las economías desarrolladas, afirma Greetham”.
Esta situación beneficia a los bonos, pero no a las acciones. Por eso en renta variable Fidelity sugiere sobreponderar con igual peso EEUU y Asia menos Japón, a saber, el mercado más defensivo y la región que probablemente relajará la política monetaria más eficazmente. En cuando a sectores, aconseja sobreponderación en consumo y salud.
También el reloj apunta al sector inmobiliario, que está emitiendo señales preocupantes. El mercado de la vivienda en EEUU y Reino Unido parecen estar tocando techo otra vez y los futuros descuentan una caída de los valores del mercado inmobiliario institucional británico, de ahí que los fondos de este tipo estén teniendo muchos problemas para batir al mercado en todas partes menos en EEUU. Sin embargo, una etapa de reflación podría beneficiar a estos activos.