El rumbo que quiere darle Randeep Somel al M&G Global Basics

RandeepSomel
Foto cedida

El pasado mes de noviembre, Graham French, hasta entonces gestor del M&G Global Basics, anunciaba que se retiraba. La marcha del gestor de M&G Investments se producía con un cierto sabor agridulce. En los últimos 10 años, French había sido capaz con este fondo de renta variable global de batir claramente al MSCI World, su índice de referencia, si bien el tramo final había sido especialmente complicado para el gestor, al haberse quedado muy por detrás del índice de referencia. El anuncio de la marcha de French dejaba la gestión del M&G Global Basics en manos de Randeep Somel, quien recientemente ha estado de visita en Madrid.

En una presentación realizada a clientes en la Casa de América, Somel explicaba que, en esencia, la estrategia de inversión que sigue el fondo no ha cambiado. El objetivo pasa por confeccionar una cartera a partir de la selección de un grupo de acciones de multinacionales que se sitúan a lo largo de toda la curva de desarrollo, con una posición privilegiada y un buen perfil de valoración y de crecimiento, apostando por aquellas compañías con productos, procesos y disciplinas de inversión que sean internacionales en lo que respecta a su actividad. Siempre sin tener en cuenta al benchmark, sin hacer uso de los derivados y no cubriendo el riesgo divisa, al entender que es dificultoso y caro.

“Hace 10 años, la mayoría de la cartera estaba invertida en compañías vinculadas a la construcción de carreteras, puertos y aeropuertos. Luego viró hacia bienes de consumo. Hoy encontramos más valor en marcas vinculadas al consumo, empresas industriales y, sobre todo, en compañías mineras que es, en estos momentos, uno de los sectores más baratos a nivel mundial”. Del consumo enfatiza que éste se encuentra en niveles máximos y las valoraciones en mínimos. Del sector minero, que cotizan a una vez valor en libros y de las industriales el ser compañías en las que el inversor ha perdido la confianza y donde aprecia mucho valor en estos momentos.

Una de las peculiaridades del fondo es que no sigue al índice, pudiendo incluso concentrar la cartera en un puñado de sectores. “Es un fondo long-only de renta variable global con una estrategia muy diferente a los productos tradicionales. No nos importa asignar el capital en determinados sectores si creemos que es ahí donde están las mejores oportunidades. De hecho, actualmente el 75% está invertido en compañías vinculadas a los recursos naturales, empresas industriales y valores ligados al consumo”. Habitualmente, la cartera está compuesta por 50 acciones, cuyo periodo medio de tenencia es de tres a cinco años.

Una de las máximas de Somel es nunca invertir en una empresa que no ha visitado previamente. “Es importante construir una relación de confianza con los directivos”. En este sentido, el gestor –que lleva en M&G desde 2005 e involucrado en la gestión del fondo desde 2010- subraya que el proceso y la estrategia se mantiene. “Conocer los equipos directivos es una prioridad para nosotros”. Tampoco ha variado su interés por tratar de beneficiarse del mayor crecimiento del mundo emergente. “La mayoría de las compañías que tenemos en cartera son multinacionales que cotizan en mercados desarrollados, pero cuyo negocio está expuesto a los emergentes”.

Cambios con respecto a su antecesor

No obstante, el gestor reconoce haber introducido ciertas novedades con respecto a cómo se había estado gestionando la cartera hasta ahora. Por ejemplo, aunque no ha cambiado su negativa a invertir en sectores como el financiero o el tecnológico (lo cual ha sido un factor que ha penalizado al fondo en los últimos años), se pueden dar excepciones, como lo ha sido la incorporación a la cartera de Microsoft, lo cual supone un cambio con respecto al estilo seguido por su antecesor en el cargo. “El 90% de la población utiliza algún producto fabricado por Microsoft. Quizás antes no se hubiese planteado esta inversión”, afirma el responsable del M&G Global Basics.

Ejemplos prácticos

A su juicio, la evolución de la renta variable se basa en la confianza en los flujos de caja. Sin embargo, esta confianza depende en gran medida de factores externos a la vida de la compañía que conviene estudiar con detalle. “Por ejemplo, en China el compromiso del Gobierno de reducir en un 45% las emisiones para 2020 genera desafíos para muchas compañías, pero también oportunidades”. Esto ocurre con cada gran tendencia. “Otro ejemplo: el 72% de la producción de platino está en Sudáfrica. El precio del metal sigue subiendo y los costes de producción también. Nuestra apuesta no es una empresa sudafricana, sino Belga Corp, la mayor planta de reciclado de platino del mundo, compañía con fuertes barreras de entrada que consigue reciclar el platino con la misma calidad que tenía al principio”, concluye.