A Andrew Acheson, gestor del Pioneer Funds-US Fundamental Growth, le gusta comparar su estilo con los andares de una tortuga: lento, pero firme. "Invertimos en compañías que venden productos de consumo diario". Un ejemplo es Starbucks.
Andrew Acheson cumple este año dos décadas de experiencia en la industria de gestión de activos, 15 de los cuales los ha pasado en Pioneer Investments. En este tiempo, Acheson ha alcanzado los cargos de vicepresidente sénior, gestor y director del equipo de gestión del equipo de renta variable estadounidense con sesgo growth de la gestora, con sede en Boston. El gestor ha estado de gira por Europa y ha recalado en España para hablar de su fondo, el Pioneer Funds- US Fundamental Growth.
Al experto le gusta comparar su estilo de gestión con los andares de una tortuga: lento, pero firme y constante. Para su fondo sólo selecciona compañías con sesgo de crecimiento, que sean capaces de generar fuertes retornos sobre el capital a lo largo del tiempo y de mucha calidad. Declara no obstante que no se fija tanto en el crecimiento del BPA sino “en la calidad del crecimiento y su sostenibilidad”. Esta calidad puede venir definida por las barreras de entrada que tenga la compañía. Acheson pone como ejemplo que la compañía tenga patentes sobre propiedad intelectual y que haya desarrollado tecnologías propias. Así, entre las diez primeras posiciones de la cartera se pueden encontrar nombres como Google, Apple, Microsoft, MasterCard o United Technologies. “El valor añadido está en los cerebros de la gente”, apostilla el gestor.
“No compramos una compañía que crezca un trimestre o un año. Buscamos un potencial de crecimiento que dure décadas”, subraya el gestor. Por ello, el equipo de gestión de este fondo tiende a evitar empresas que sean dependientes del ciclo económica. Prefieren aquellas con baja intensidad de capital, es decir, “que gasten poco y hagan mucho”, aunque admite que actualmente en cartera sí tiene algún que otro negocio cíclico, aunque especifica que compañías con un ciclo más largo que el económico, que es el caso por ejemplo de los fabricantes de ascensores.
Este fondo de renta variable está pensado más que para aprovechar las subidas del mercado, para resistir bien en los momentos de bajada. Acheson es consciente de que esta estrategia tiene sus pros y sus contras, debido a que el momento actual de mercado favorece a compañías distintas de las que selecciona para el fondo. De hecho, explica que uno de los mayores riesgos que afronta la cartera en estos momentos es la baja exposición a compañías menos endeudadas que la media del mercado. “Invertimos en compañías que generan mucho efectivo con la venta de productos que todos quieren consumir todos los días”, resume Acheson. Un ejemplo de esta definición presente también entre las diez principales posiciones del fondo es la cadena de cafeterías Starbucks.
Al igual que suelen hacer otros equipos de gestión, Acheson se reúne con los equipos de dirección de las compañías en las que invierte, pero no ejerce activismo: “Dejamos que las compañías hagan el trabajo por nosotros. No compramos pensando que somos más inteligentes que otros inversores”. Eso sí, la inversión se mira al detalle dado que la estrategia es de comprar y mantener: las compañías en las que invierte este fondo de Pioneer suelen permanecer mucho tiempo en cartera, algunas hasta diez años. Y se trata de una cartera concentrada, con entre 35 y 40 valores, que toma como referencia el índice Russell 1000.
También está la cuestión de los temas. “Una compañía puede representar diversos temas, pero sólo queremos aquellos que tengan oportunidades de desarrollar su crecimiento a lo largo de los años”, aclara el gestor. Dos de esos temas, en su opinión, son la revolución del gas pizarra y el desarrollo de las transacciones bancarias.
Reivindicando viejos valores
Se puede afirmar que la forma de gestionar de este experto es de la vieja escuela, si se compara con los parámetros actuales de la industria, y él mismo no duda en denunciar el cortoplacismo imperante en la actualidad entre las firmas de gestión de activos. “El cortoplacismo ha sido un gran problema en los últimos dos o tres meses”, afirma el gestor. Se refiere a la fuerte corrección experimentada por los valores del segmento biotecnológico, aunque también al nuevo segmento de redes sociales que cotizan en bolsa: “Muchos valores estaban como en el año 2000, entonces reventaron el mercado porque muchos estaban sobrevalorados. Esta vez la diferencia es que son pocos nombres y han causado menos impacto”. La receta que propone para evitar estas trampas de valor es “ser muy racionales en el momento de comprar”.
Acheson considera que a este traspiés registrado en los últimos meses también contribuyó el mensaje de la Reserva Federal de que se empezará a subir los tipos de interés seis meses después de que termine la retirada del programa de compras de activos. Aprovecha para valorar esta decisión: “Lo importante es que la Fed se ha mostrado muy seria al permitir la recuperación y normalizar los tipos. La economía y los mercados no pueden estar dopados siempre, y este mensaje también contribuyó al shock de los valores tecnológicos y de las redes sociales”.
El gestor hace hincapié en la estrategia de forward guidance, recordando que la famosa frase de los seis meses –que supuestamente se le “escapó” a Janet Yellen- podría haber sido intencional. “Mi yo cínico tiende a pensar que el mensaje de los seis meses no era involuntario. Yellen tiene suficiente experiencia y no es tonta, mira los mismos datos que nosotros. Tanto si el mensaje fue intencionado o no, tuvo un efecto de revalorización sobre las valoraciones”, evalúa Acheson. “Creo que esta Fed va a ser más proactiva que las anteriores y tratará de detectar burbujas. Las redes sociales presentan el comienzo de una burbuja pero todavía es muy pequeña. Si no se hace nada, se incrementará”, advierte el experto.
El otro factor que preocupa a Acheson es el dinero rápido, los gestores que emplean ETF para crear exposiciones, porque considera que esto contribuye a incrementar la correlación entre activos y, por tanto, acentuar las caídas. “La única manera de crear riqueza es a través de compañías que crean productos que quiere comprar todo el mundo, no creando burbujas en el mercado”, concluye el gestor.