A la hora de invertir en renta variable emergente, las métricas de valoración convencionales (PER, P/B) no son útiles. Un estudio de Morgan Stanley IM muestra que estas ratios no son buenos indicadores de rentabilidades futuras.
A la hora de invertir en mercados de renta variable emergente, la valoración no importa. Al menos, no las métricas de valoración convencionales (PER, P/B). Así lo muestra un estudio realizado por Morgan Stanley IM, que evidencia que estas ratios no son buenos indicadores de rentabilidades futuras en la renta variable emergente. El equipo no encuentra evidencia de que los países cuyos índices estén baratos sean un buen motivo para comprar un valor. Consideran que un índice está barato (baja valoración), si pertenece al último quintil al realizar un ranking por Price to Book value a cinco años. El estudio también lo han realizado con la rentabilidad por dividendo y los resultados son similares.
Tanto los países con valoraciones más atractivas (último quintil), como los de valoraciones más altas (primer quintil) han tenido mejor comportamiento relativo frente al MSCI Emerging Markets Index, y por una magnitud similar (2,4% frente al 2,5% de media por año). Basado en esto, identifican que no hay dispersión entre las rentabilidades de los países con índices atractivos en términos de precio frente a los caros, cuestionando la eficiencia de estas medidas.
Sorprendentemente, sí han encontrado mucha diferencia entre las rentabilidades de los países considerados baratos. A raíz de esto, compararon las rentabilidades utilizando la mediana de los quintiles (el valor central de la muestra). Al comparar la mediana de las rentabilidades de los índices baratos frente a los caros, los primeros tuvieron peor comportamiento relativo que el índice en 0,5% de media por año, mientras que los caros baten al MSCI Emerging Markets Indiex por un 1,3% de media al año. Esto indicaría que los mercados con valoraciones más altas (menos atractivos en precio) suelen tener un mejor comportamiento que los baratos y atractivos en precio a la hora de compra.
Entonces, ¿cuándo es interesante utilizar valoraciones convencionales? La conclusión a la que llegan en el equipo es cuando el diferencial entre los considerados caros frente a los baratos sea muy amplio, por encima de la media, y en particular, a más de una desviación típica. Esto se suele ver durante los periodos de fuerte convulsión en los mercados, como en la crisis de 1997, cuando el comportamiento relativo de la compañías atractivas por valoración fueron superiores durante los siguientes dos años. Actualmente, el diferencial se encuentra en 0,65 desviaciones estándar por encima de la media. En consecuencia, habría que esperar a que superen una desviación estándar para empezar a ver oportunidades por valoración convencional en los mercados emergentes.
El equipo también ha puesto a prueba su estudio en el periodo post crisis financiera global (2009-2015) y los resultados fueron los esperados. Países con índices baratos registraron un -2,0% en relativo frente al índice, mientras que los países ‘caros’ subieron un 2,6%.