Primer estudio realizado por la Financial Conductual Authority (FCA) en Reino Unido sobre el modo en el que los inversores institucionales analizan el comportamiento generado por los gestores de fondos.
Los inversores institucionales tienden a evaluar el comportamiento de los fondos de inversión que tienen en cartera de manera relativamente frecuente. Así lo revela el primer estudio sobre la industria de gestión de activos británica realizado por la Financial Conductual Authority (FCA), que muestra que el 60% de los inversores institucionales evalúan los resultados cosechados por los gestores más de una vez al año, mientras que el 30% lo hacen una vez cada doce meses. Sólo uno de cada diez reconocen que examinan los resultados de los fondos con una frecuencia superior al año (ver gráfico 1).
El método más habitual utilizado por los inversores para evaluar los resultados cosechados por los fondos es realizar el estudio ellos mismos, bien sea comparando las rentabilidades generadas por las estrategias frente a un índice de referencia. Lo más comúnmente empleado por los inversores institucionales es tomar en consideración las rentabilidades netas generadas por los fondos. Muchos también confían en los consultores para llevar a cabo las evaluaciones, así como en los informes anuales que preparan los gestores de activos. Contratar a un tercero para que haga ese trabajo de análisis es algo menos habitual (ver gráfico 2).
El análisis de las rentabilidades netas que han generado los productos es para los inversores institucionales algo muy importante, independientemente de cuál sea el patrimonio, si bien es cierto que aquellos que gestionan un menor volumen le dan una importancia mayor. Según el estudio realizado por la FCA, para los clientes más grandes, asegurarse de que los gestores del fondo se ajustan a lo que dice el folleto (es decir, que cumple con su mandato) es algo más importante que para los institucionales con patrimonios más bajos.