Arnoldo Valsangiacomo, gestor del fondo y uno de los socios fundadores de ETHENEA Independent Investors, ha estado de visita en España, para dar a conocer el posicionamiento y estrategia que está siguiendo actualmente.
Fundada en el año 2000, ETHENEA Independent Investors es una gestora que ha conseguido hacerse un hueco en el mercado español con el Ethna-Aktiv, fondo mixto que actualmente cuenta con un volumen de activos superior a los 12.000 millones de euros, lo que le convierte en el buque insignia de esta boutique luxemburguesa. Se trata de un producto global con enfoque de asset allocation y objetivo de rentabilidad de entre el 5% y el 10% que busca conseguir con una volatilidad inferior al 6%. “Más importante que la rentabilidad es mantener controlado el riesgo. Conseguir que el fondo tenga una baja volatilidad y cumplir con nuestro objetivo de preservación de capital es lo más importante para nosotros. La gestión de una cartera no es más que la gestión del riesgo”, afirma Arnoldo Valsangiacomo en una reciente presentación celebrada por la entidad en Madrid.
El gestor ha querido aprovechar su visita a España para dar a conocer cuál es la estrategia que están siguiendo actualmente en el fondo. Lo primero que recuerda es que tanto él como Luca Pesarini, cogestor de la estrategia, siguen una aproximación top down. “El 95% de nuestro tiempo lo dedicamos a crear nuestro escenario y el 5% restante a decidir en qué activo concreto invertir. Al final, la parte más importante de nuestro trabajo es esta última”. Circunscriben el universo de inversión a tres clases de activo: renta variable (en la que pueden invertir dentro de un rango que va del 0% al 49%), renta fija y liquidez. No renuncian a la utilización de derivados, echando mano de los futuros para construir posiciones sobre índices como el S&P 500, Dax o EuroStoxx 50. También se apoyan en estos instrumentos financieros para construir posiciones cortas sobre algunos segmentos del mercado de renta fija, como los treasuries o los bunds.
“Una de las claves más importantes a la hora de gestionar la estrategia es ser activos y reaccionar rápidamente a los cambios que se vayan produciendo en los mercados. Tan pronto como veamos volatilidad resulta crucial reducir el riesgo de nuestra cartera. Podemos poner ejemplos muy ilustrativos. En 2008 el 80% del fondo estaba en liquidez. No entendíamos la preocupación de los bancos centrales por la inflación. En octubre de 2014, cuando asistimos a una importante corrección después de que la Fed alertase de que el dólar se había apreciado en exceso y demasiado rápido, teníamos una exposición a renta variable muy elevada que redujimos rápidamente al 17%. Lo mismo ocurrió el pasado 15 de agosto en la parte de renta fija. Entonces la duración de la cartera pasó ese día de los 8,5 años a los 4,5 años. Fue un movimiento que hicimos de la noche a la mañana, lo que da muestra de que la gestión de la estrategia es muy activa”.
A la hora de hacer sus análisis, tratan de realizar previsiones macroeconómicos a dos años vista, pero analizando los datos desde puntos de vista un tanto diferentes. Por ejemplo, para tratar de hacer proyecciones sobre el crecimiento económico, se fijan en datos como el transporte marítimo de mercancías (contenedores y materiales de construcción). En este sentido, un dato que les hace ser optimistas sobre la evolución del comercio mundial es que no solamente han observado que el tráfico ha aumentado, sino que el tamaño de los buques también lo ha hecho, lo que implica mayor capacidad. En términos generales, sitúan la previsión de crecimiento económico mundial entre el 3,5% y el 4% para este año y el próximo. Desglosando los datos a nivel regional, para EE.UU esperan un crecimiento de entre el 2% y el 2,5% y del 1% para la eurozona. “El crecimiento económico continuará. La laxitud de la política monetaria continuará sirviendo como gasolina para las economías occidentales”.
En cuanto a China, el gestor espera ver una ralentización, pero no aterrizaje brusco de la “caja negra” que a su juicio representa China. “Los números que nos presentan sirven para muy poco. Si dicen que van a crecer a un ritmo del 7% en los próximos doce meses, al final de año anuncian un crecimiento del 7%. No hay sorpresas. China ha crecido de manera espectacular en los últimos 14 años y es probable que veamos cómo el país crece de manera más moderada durante los próximos 5-10 años. En estos momentos, para nosotros es importante saber a quién compra y a quién vende China. Estados Unidos y los países asiáticos son los que más le compran. Corea del Sur y Japón, los que más le venden. Esto hay que tenerlo en cuenta. La ralentización del crecimiento económico de China es un factor de riesgo para los mercados financieros, pero con efectos que serán muy limitados”, afirma.
Claves del buen comportamiento del fondo
Otro buen ejemplo hace referencia al mercado de divisas, concretamente a la evolución del dólar, algo que ha sido clave para la rentabilidad de la estrategia. “Cuando el dólar se aprecia, lo hace frente al resto de divisas, de igual forma que cuando se deprecia lo hace frente a todas las demás. Tienes que estar acertado sobre qué dirección seguirá la cotización del billete verde. Es la decisión más importante que tienes que tomar. Todo lo demás tiene una importancia menor. La previsión que hagas sobre el dólar es la estimación más importante que puedas tener”. Hasta el momento, la estrategia del fondo pasaba por estar largos en el dólar, algo que han ido reduciendo significativamente, hasta el 5% actual. No obstante, Valsangiacomo ya ha anunciado su intención de seguir recortándola hasta el 0%. “No vemos un escenario de apreciación del dólar. Mantenemos nuestras inversiones en EE.UU, pero cubriendo el riesgo de divisa”, explica.
Posicionamiento y estrategia
Pese a que el gestor reconoce que el crecimiento económico favorece a la renta variable, la exposición al mercado de acciones es actualmente del 16%, principalmente a compañías estadounidenses. “Esperábamos que la Fed subiese los tipos de interés. Habría sido bueno. Nos esperan unos meses de incertidumbre y volatilidad. Esa es la razón por la que la que no mantenemos una exposición más agresiva en renta variable. En el futuro, probablemente asumiremos más riesgo en esta clase de activo”. Tradicionalmente, los sectores en los que invierten en renta variable son tres: farmacéutico, consumo y tecnología. A estos tres han añadido recientemente un cuarto: el financiero. “Pensamos que nos adentramos en un entorno de subida de los tipos de interés, lo que nos ha llevado a incluir en cartera algunos bancos”, revela.
El posicionamiento actual en renta fija es del 58%. Parte está invertido en bunds y activos con rating triple A. Desgranando las principales posiciones, el 16% de la cartera está invertida en bonos con la máxima calidad crediticia. No obstante, también destaca el posicionamiento del 20% en high yield americano, principalmente emisiones triple B, clase de activo a la que destinan el 18% de la cartera. “En términos de crecimiento los números son mejores en Estados Unidos y, además, no vemos a los bonos del Tesoro americano yéndose a niveles de entre el 3,5% y el 4%”, asevera Valsangiacomo. Actualmente, están cortos sobre la parte larga de la curva americana, concretamente sobre el bono del Tesoro de Estados Unidos a 10 y 20 años. La duración modificada es de 4,8 años, con una rentabilidad a vencimiento del 4,06%. En estos momentos, la posición en liquidez es del 16%.