El nuevo encuentro Insights ETF organizado por FundsPeople se ha centrado en la utilización de los ETF para generar alfa y proteger las carteras. En esta ocasión, los anfitriones fueron DWS e Invesco y contó con la participación de representantes de Renta 4, Santander Asset Management y Tressis. ¿Cómo generar alfa mediante la inversión sectorial […]
El nuevo encuentro Insights ETF organizado por FundsPeople se ha centrado en la utilización de los ETF para generar alfa y proteger las carteras. En esta ocasión, los anfitriones fueron DWS e Invesco y contó con la participación de representantes de Renta 4, Santander Asset Management y Tressis.
¿Cómo generar alfa mediante la inversión sectorial o la exposición a factores?
Para Marcos Aza, gestor sénior de Inversiones en Santander AM, la generación de alfa es algo que hay que tener en cuenta desde el principio del proceso de inversión. “Cuando vamos a lanzar un fondo, lo primero que hacemos es generar el universo de inversión y a la hora de crearlo tenemos en cuenta tanto los sectores como los factores. Quizás la inversión sectorial está más asentada en la industria y la factorial no, pero poco a poco se va haciendo hueco. Hoy podemos ver que invertir en valor o crecimiento no tiene nada que ver. Ya no tenemos al Eurostoxx 600 como activo, sino todos los factores y todos los sectores del índice. Y esa exposición es mejor hacerla vía ETF”, explica.
Antonio González Sanz, del equipo de Gestión de Activos en Renta 4, señala que también tienen en cuenta los ETF sectoriales y factoriales. “En los sectores procuramos centrar mucho el tiro, pero la factorial está más presente en carteras y en el día a día. El ETF como instrumento para materializar nuestra visión nos parece el más idóneo, el más puro y con los costes más reducidos”, considera.
“En Tressis, las carteras de fondos están divididas a un 50% entre gestión activa y gestión pasiva”, señala Jorge González, director de Análisis de la entidad. “Este año hemos utilizado mucho la parte pasiva para tomar posiciones tácticas. Lo hemos hecho tanto a través de sectoriales, como tecnología y consumo básico, de materias primas como el oro, y también con algún factor en concreto. Los usamos para tomar ciertos sesgos en un año con muchas divergencias”, apunta.
Laure Peyranne, directora de ETF para Iberia, Latam y US Offshore en Invesco, tiene claro que en España “el uso más común de los ETF ha sido para implementar apuestas sectoriales”. Ese uso se ha podido comprobar recientemente. “Tras el anuncio de la vacuna de Pfizer hemos asistido a un cambio sectorial hacia aquellos sectores más perjudicados por la pandemia”, apunta. Peyranne destaca que “varios estudios demuestran que la generación de alfa está más relacionada con la exposición sectorial que la exposición a una compañía”. Y en esa superioridad de la exposición sectorial frente al stock picking, “el ETF es una herramienta muy adecuada para llevar a cabo una rotación entre sectores”, apunta, para añadir que el interés por la inversión factorial es más reciente, aunque desde hace cinco años se nota más interés en el mercado español.
Para César Muro, responsable de Ventas en Gestión Pasiva de España y Portugal en DWS, es evidente que hay una gran dispersión de rentabilidad entre los sectores. Esa divergencia hace que “muchos inversores destinen dentro de sus carteras un presupuesto de riesgo para desviarse algo de su escenario estratégico y generar alfa a través de distintas sobreponderaciones o infraponderaciones, sobre todo con sectores o factores. Generalmente lo que vemos es que construyen una cesta de varios sectores”. Entre los sectores, Muro destaca que “tecnología y salud están siendo muy demandados junto con otras apuestas como consumo de primera necesidad”. Sobre la exposición factorial, apunta que “vemos que cada vez hay más herramientas para jugar el momentum en los sectores y en los beneficios, se miran mucho las revisiones de resultados para poder implementar las rotaciones. En la parte de factores quizás hemos tenido un año más complicado y no hemos visto tanto interés, pero sí que hay inversores buscando mínima volatilidad o determinados sesgos como el factor momentum, que están resultando muy efectivos desde hace tiempo”.
¿Estrategia de largo plazo o táctica?
Antonio González Sanz (Renta 4) considera que ha habido una evolución. “Las temáticas solían ser apuestas concretas y muy satélite de las carteras, pero cada vez van siendo una parte más decisiva”. El gestor cree “que irán ganando peso. Además, la formación de los índices que siguen los ETF ha cambiado. Se pasa de dar peso por capitalización a hacerlos con el mismo peso o a meter filtros por subestrategia. Eso hace que haya más pureza y se asemejen más a la gestión activa”.
Marcos Aza subraya que en el grupo Santander consideran que “la inversión temática tiene todo el sentido del mundo”. Aza detalla que en línea con ese convencimiento “se ha creado un concepto llamado Future Wealth que engloba toda la inversión temática desde distintos departamentos. En banca privada, con especialistas y selectores, en corporate, con el lanzamiento de estructurados para garantizar a los clientes el acceso a determinadas compañías en plazos más cortos. Y en la gestora, con el fondo Santander Future Wealth que aglutina todo el expertise del grupo”. En el diseño de este producto, Aza destaca el cuidado que han puesto a la hora de preservar la pureza de cada temática para que no haya solapamiento entre ellas. “En esta tarea los ETF ayudan mucho. Además, queremos aprovechar también los ETF para matizar o potenciar los sesgos que puedan aparecer en la construcción de la cartera”, añade.
Para César Muro (DWS) “la inversión temática es fascinante”. Destaca la evolución que están teniendo los inversores finales, “que cada vez entienden mejor este tipo de inversión porque la ven y la tienen cerca, en temas como la digitalización o en el boom de la sostenibilidad”. En DWS han implementado un método para poder medir la pureza de la exposición de una compañía a una temática concreta. “Hemos descubierto que debemos centrarnos en compañías que tengan muchas patentes en esa temática en concreto. Buscamos con los proveedores de índices las patentes registradas en determinadas temáticas como forma de capturar tendencias a futuro y de construir carteras diversificadas”. Dentro de las temáticas, Muro especifica que se centran “en aquellas más disruptivas, ya sea inteligencia artificial, nuevas energías, nueva movilidad o innovación en salud”.
En opinión de Jorge González (Tressis), hay diferencia entre la exposición a una temática o a un sector. “Desde nuestro punto de vista la parte de inversión temática es una apuesta más a largo plazo, a dos o tres años, mientras que los sectoriales los usamos de forma más táctica. Puede suceder que a largo plazo una idea te parezca que tiene mucho sentido, como las fintech, pero en el corto plazo prefieras no tener exposición al sector financiero”, explica. “Al final, tanto la inversión temática como la sectorial son complementarias, pero con usos distintos. Una es más estructural, otra más ligada a comportamientos puntuales”, añade.
Laure Peyranne (Invesco) también considera que hay diferencias entre las inversiones temáticas y las sectoriales. “Los ETF temáticos ofrecen exposición a compañías con un potencial de crecimiento secular sólido basado en tendencias de transformación a largo plazo. Hay que pensar que las empresas líderes del mañana pueden ser hoy casi desconocidas, y a la inversa, otras resultarán perdedoras. Por eso se trata de una apuesta mucho más a largo plazo. Suelen tener rentabilidades más altas que los índices tradicionales, aunque con más volatilidad”. Para Peyranne, “los ETF ofrecen soluciones muy eficientes y diversificadas para acercarse a la inversión temática, en la que puede ser complicado hacer el stock picking”. Entre las apuestas de Invesco en esta materia, destaca en primer lugar una de las temáticas más antiguas, la de biotecnología. “Nosotros replicamos el índice Nasdaq que existe desde 2003 y que ha batido de forma consistente al MSCI World”. Además, señala otra idea que ha funcionado muy bien: “Se trata del ETF de blockchain en el que hemos trabajado con un líder en esta tecnología, Hellwood, para seleccionar las empresas que se van a ver beneficiadas por esta tecnología”.
¿Cómo y con qué tipo de ETF se pueden proteger las carteras?
Marcos Aza (Santander AM) opina que hay varias formas de usar los ETF a la hora de proteger las carteras. “La primera es buscar ETF que puedan ofrecer descorrelación y no cuesten lo que una cobertura. Estrategias alternativas en formato de ETF en M&A o event driven pueden ayudar en este sentido”, explica. “En renta fija, los tramos más cortos con algo de crédito también pueden ayudar”, añade. Aza señala una tercera forma, a través de la incorporación activa de ETF que “aunque no sean tan líquidos, pero sí tengan cálculo diario de valor liquidativo, estén relacionados con la generación de rentas, como los ETF de real estate o de infraestructuras”. En su opinión, estos productos “no están tan pegados a la evolución del mercado, pero al generar rentas pueden amortiguar mucho las caídas en la carteras. Hay que seleccionarlos muy bien en términos de exposición y área geográfica, pero pueden ofrecer protección”, subraya.
Antonio González Sanz (Renta 4) destaca que en términos de protección el activo que más usan desde hace tiempo es el oro. “Creemos que tiene mucho sentido, aunque hay escenarios bajistas en los que también cae. Es una forma de descorrelacionar las carteras sin tener coste. Otra opción es la deuda gubernamental de alta calidad, pero nuestra principal apuesta es el oro”, apunta.
Jorge González (Tressis) distingue entre los dos usos de los ETF como cobertura en los que se centran. “Hay uno más destinado a la protección, de forma táctica por los costes que supone, a través de los ETF inversos en renta fija. Y en el otro, como forma de descorrelación, tenemos la incorporación del oro. Lo consideramos como un activo completamente diferente, no solo en cuanto a cobertura, sino como exposición a un mercado con sus propias tendencias y peculiaridades”, señala.
Laure Peyranne (Invesco) también destaca los productos de oro. “En los dos últimos años ha habido un cambio en España, en el que se está viendo cada vez más demanda de oro para la parte estructural de las carteras y para modelar la exposición en momentos de mayor incertidumbre. Además, hay inversores que son siempre pesimistas y el oro siempre está ahí y suele proteger las carteras, aunque no siempre, como en las caídas de marzo”, puntualiza. Peyranne hace hincapié en las distintas formas de invertir en oro. “Es interesante resaltar que históricamente la inversión en oro se hacía a través de compañías mineras porque no había alternativas líquidas, pero eso ha cambiado. Son dos tipos de ETF completamente diferentes porque la inversión en mineras es algo completamente distinto, más apalancado y con las dificultades que supone analizar una minera. Nuestro producto líquido está 100% respaldado por lingotes físicos sostenibles custodiados en cajas de alta seguridad”, explica.
En esta línea, César Muro (DWS) se muestra de acuerdo con la alternativa que supone el oro sin el coste de oportunidad de la renta fija. El experto añade otras alternativas. “Una opción que nos gusta es tener duración. En España en los últimos 20 años se ha tenido poca duración en las carteras, pero en carteras multiactivos tener duración de forma estructural protege. Otro aspecto que funciona bien con bajo coste es tener exposición al yen, en nuestro caso a través de ETF de bonos japoneses”, añade. Por último, señala “la opción de dar menos peso a la renta variable o de intentar tener un perfil más asimétrico a través de la mínima volatilidad, que permita reducir el impacto de las caídas. Es una protección en momentos de crisis sin coste, pero con posibilidad de generar alfa y diversificación. También de forma táctica se puede estar corto de crédito. En este caso el carry es negativo pero puede tener sentido porque para muchos inversores el crédito es el canario en la mina en caso de crisis”, considera.