Un estudio elaborado por el equipo europeo de Análisis de Fondos Pasivos de Morningstar pone negro sobre blanco sobre las tendencias que se están produciendo y las perspectivas para esta tipología de producto.
Los activos bajo gestión en ETF domiciliados en Europa se han duplicado en los últimos cinco años, hasta alcanzar aproximadamente los 550.000 millones de euros a finales de diciembre 2016, lo que les sitúa prácticamente a la par con los más establecidos fondos índice tradicionales. De cara al futuro, las perspectivas para este tipo de productos son muy favorables. Así lo revela la edición 2017 del A Guided Tour of the European ETF Marketplace, un estudio elaborado por el equipo europeo de Análisis de Fondos Pasivos de Morningstar en el que se presenta un análisis exhaustivo del mercado de ETF y una visión general sobre el tema de la selección de estos productos. El informe apunta que, debido a los cambios regulatorios, la innovación y la mayor preferencia por las inversiones de bajo coste, la adopción de fondos cotizados en Europa se acelerará y podría alcanzar el billón de euros para el año 2020.
“El mercado europeo de ETF ha experimentado un enorme crecimiento en los últimos años, con un incremento en el número de estrategias que se ofrecen. A pesar de hablar de consolidación, el número de proveedores y productos siguen aumentando. Las exposiciones a beta estratégica o smart beta y a temática de ESG son áreas en las que se centran el desarrollo de nuevos productos y, a medida que el menú de productos se amplía, aumenta la complejidad. Esto requiere un renovado esfuerzo educativo para los inversores profesionales y particulares”, aseguran desde la firma de análisis. Según Morningstar, los inversores particulares europeos aún no han adoptado plenamente los ETF, pero los canales de distribución se están abriendo lentamente. “MiFID II debería ayudar. Mientras tanto, la creciente popularidad de los asesores-robots está empujando el uso de ETF por unos inversores concienciados por los costes”.
Existen dos áreas en las que estos productos están creciendo de manera muy fuerte: renta fija y smart beta. En lo que respecta a los primeros, la cuota de mercado de los ETF de renta fija ha aumentado en cada uno de los últimos cinco años y ahora se sitúa en más del 24%, frente al 16% de 2011. “Los ETF son una herramienta útil para obtener exposición a renta fija en un entorno en el que los canales tradicionales para acceder a esta clase de activos han sido severamente restringidos por la regulación bancaria post-crisis”, afirman desde Morningstar. En lo que respecta a los segundos, el mercado europeo de ETF se ha convertido en lugar ideal para los gestores activos de fondos que buscan diversificar sus carteras, con los productos de beta estratégica ofreciendo el camino preferido. Los activos bajo gestión en ETF de smart beta alcanzaba los 43.000 millones de euros a finales del 2016, cuadriplicando el dato de hace cuatro años.
El cambio de la replicación sintética hacia la replicación física continúa, con los activos en ETF de réplica física representando el 77% del mercado, frente al 66% de hace tres años. Esto se debe fundamentalmente al hecho de que proveedores como Deutsche AM o Lyxor hayan migrado buena parte de su gama (y, por lo tanto, de sus activos) a estrategias de réplica directa. Por lo tanto, el mercado europeo de ETF está muy concentrado en los productos de réplica física. También lo está por proveedores, con las tres mayores gestoras controlando alrededor de dos tercios de los activos totales. BlackRock mantiene su posición de dominio con la gama de iShares. Atesora 253.000 millones en Europa, lo que representa una cuota de mercado del 46,4%. Le siguen ya de lejos Deutsche AM, con 53.400 millones (con una cuota de mercado del 9,8%), y Lyxor, con 51.000 millones (9,3% de cuota). A continuación se presenta el ranking de los principales proveedores de ETF en Europa: