Estrategia en renta fija de los inversores españoles: asentados en duraciones cortas a la espera de mejores indicadores macro

“Cuando apenas ofrecía cupón, teníamos que compensar esa rentabilidad que nos estaban quitando. Ahora, esta clase de activo nos está ayudando”, explica Marcos Aza. Esa es la buena noticia. La mala, según el gestor de carteras sénior en el equipo Quantitative Investment Solutions de Santander AM, es la estructura de la curva. “No te están pagando por irte a duraciones largas, con lo cual nos estamos centrando en el tramo corto. Además, a nivel macro, esta estructura de la curva suele ser anticipo de problemas macro. Tiende a acabar mal, pero también acostumbra a ser un escenario que te ofrece mejores oportunidades de inversión de medio-largo plazo. Por ello, estar en duraciones cortas te permite ser más flexible y activo, disponiendo de balas para, llegado el momento, cuando las cosas se pongan feas en el mercado, coger duración de forma más agresiva”.

En CaixaBank AM coinciden en que estar cauteloso es quizás la forma más eficiente de atacar la actual estructura de la curva. “Tras años en los que no ha habido cupón, en renta fija ahora lo hay, lo que hace que el mercado de bonos gane atractivo. Este año hay una oportunidad para construir carteras. Nuestra visión es que tiene mucho sentido ir adoptando posiciones en el mercado de bonos, pero de forma progresiva. No hay garantía de que la inflación esté controlada. Tampoco de que la política monetaria vaya a frenar su rumbo o darse la vuelta. En consecuencia, preferimos estar en segmentos más defensivos. Ya habrá tiempo en los próximos meses para hacer una apuesta más decidida”, revela Jesús Borrás, gestor director de Long Only en la entidad.

En Tressis están siendo testigos de un cambio de actitud por parte de sus clientes con respecto a la renta fija. Y también de entradas de dinero en esta clase de activo. “Tras una década de continua caída de las tires, el incremento de las yields ha reactivo el atractivo del mercado de bonos, ya no solo como diversificador en las carteras sino como generador de rentabilidad”, revela Jorge González Gómez. Sin embargo, el director de Análisis de Fondos en la firma también reconoce que la actual coyuntura de curva invertida les está llevando a apostar sobre todo por el corto plazo, principalmente investment grade europeo, al considerar que tiene mejor incorporado en precio la estanflación global que otros segmentos del mercado de renta fija.

En su entidad no detectan grandes vencimientos de deuda para este año o el próximo que les lleven a anticipar un fuerte aumento de los impagos. Tampoco en Franklin Templeton, gestora que no ha elevado sus expectativas de default, aunque la exposición de sus fondos de renta fija a high yield está en la parte baja de los rangos históricos. Sin embargo, según Javier Villegas, esto es algo que hay que seguir muy de cerca. “Ahora no te paga, pero si empezamos a ver un entorno de estabilidad de tipos y crecimiento económico bajo, puede abrirse una oportunidad en este segmento, pero siempre siendo muy selectivos”, opina el director general de Franklin Templeton para España y Portugal.

En Franklin Templeton no esperan unas caídas de tipos tan rápidas como están descontando las curvas. “La economía americana es muy flexible y dinámica, pero con los niveles actuales de empleo e inflación, pensamos que la Fed se va a pasar de frenada dejando los tipos de interés más altos de lo que realmente son necesarios antes que cometer el error en el que incurrió en 1966, cuando los bajaron demasiado rápido y la inflación volvió a repuntar. Es nuestro escenario central. Pero hay que ir analizándolo constantemente, por la elevada volatilidad e incertidumbre imperante. Por la historia, sabemos que un entorno de tipos altos puede derivar en problemas. Por eso es clave hacer una gestión activa. Seleccionar sectores, bonos y duraciones va a ser fundamental para obtener una buena rentabilidad”.

Su visión macro es muy parecida a la de Aza. “Mientras el empleo en Estados Unidos se mantenga con la fortaleza actual, la Reserva Federal siempre tendrá ese deje de pasarse de frenada. Preferirán mantener los tipos altos a bajarlos antes de tiempo. Si se equivocasen recortándolos, dar marcha atrás les resultaría más difícil. Por ese motivo, optarán por ser más agresivos”. A su juicio, el empleo es un farolillo rojo que indica cambios. Y eso se suele reflejar en las curvas. “Nosotros empezaremos a tomar posiciones más agresivas en renta fija cuando realmente nos compensen por ello. Si te van a dar dos puntos básicos más por irte dos años más lejos en la curva, en ese caso optaremos por duraciones más cortas”, estima el gestor de Santander AM.

Aza también cree que es clave seguir muy de cerca el sector financiero, puesto que -a su entender- puede ser un indicador del sentimiento y la fortaleza de la economía. “Si el crédito se restringe, eso podría frenar los planes de muchas empresas, lo que a su vez tendría un impacto sobre el empleo. Y, ahora mismo, el sector financiero en Estados Unidos está regular. Nos gustaría ver señales de fortaleza para tomar riesgo de tipo de interés y riesgo de crédito”. Por su parte, Jesús Borrás considera que, para aumentar el riesgo en las carteras, habría que esperar a que se sincronice lo que descuenta la curva y el mensaje de los bancos centrales, “algo que ahora mismo no van alineados y es un foco de incertidumbre”, señala el gestor director de Long Only en CaixaBank AM.

“En estos momentos, parece que el mercado está anticipando que la macro se va a deteriorar claramente y que a los bancos centrales no les quedará más remedio que dar marcha atrás en su política monetaria. Habrá que ver hasta qué punto eso se va confirmando, ya que por ahora parece que la economía está resistiendo mejor de lo que esperábamos. Para tomar riesgo en cartera, tenemos que esperar a que todas las variables apunten en la misma dirección. Aunque no es garantía de nada, al menos tener una convicción de cuál será el escenario macroeconómico de cara al futuro es importante”, subraya Borrás. En el caso de Tressis, para revertir esa estrategia de apostar por duraciones más cortas que mantienen actualmente tendrían que observar un cambio de política monetaria.

“El hecho de que los bancos centrales pongan fin a ese proceso de reducción de su balance podría ser un indicador lo suficientemente importante como para asumir más duración en nuestras carteras. También el hecho de que se desinvierta la curva sería interpretado como una buena señal. Ambos son factores que suelen ir asociados. De darse esas circunstancias, nos decantaríamos por aumentar el riesgo de tipo de interés. En lo que respecta al riesgo de crédito, para dar ese paso de irnos a emisiones de rating más bajo tendríamos que entrar en un escenario de mayor solidez de la economía (mejores datos de PMI, PIB…). En ese caso, nos decantaríamos por aumentar el peso del high yield”, concluye el director de Análisis de Fondos en Tressis.