El uso abusivo de términos como alpha o plus en el nombre de los fondos

Alpha
Alphas photo, Flickr, Creative Commons

El alpha o alpha de Jensen es una de las ratios más importantes en la ficha de un fondo de inversión. Sin entrar en cálculos matemáticos, el alpha se puede definir como la rentabilidad extra que consigue el gestor tras ajustarla por su riesgo beta. El hecho de que sea tan popular se debe a que se trata de un indicador que proporciona información muy precisa acerca del exceso de rentabilidad que es capaz de generar el gestor sobre la media del mercado, o lo que es lo mismo, qué exceso de rentabilidad generada por el gestor se debe a la selección de activos una vez eliminado el efecto beta. Esta ratio permite saber si la cartera está bien gestionada y hacer una comparación entre fondos de la misma categoría. De ahí que sean muchos los gestores que, cuando quieren poner en valor la gestión realizada, recurran a ella para mostrar a sus clientes sobre las capacidades y las de su equipo para generar rentabilidades superiores a las del mercado.

El problema es que, en ocasiones, se abusa del término, sobre todo cuando se utiliza como un concepto de marketing. Las gestoras podrían estar cayendo en esto. Lo evidencia un estudio de Morningstar, que muestra que muchos de los fondos que llevan en la nomenclatura del producto la palabra alpha en realidad carecen de ella. Es decir: no la generan. Algunos sí lo han hecho, pero otros muchos no. Existen casos flagrantes, como el del Oppenheimer SteelPath MLP Alpha Plus, un producto sectorial que cuenta con el dudoso honor de ser, de todas las estrategias que se atreven a incluir este término en el nombre del fondo, la que presenta un alpha medio a cinco años más negativo (-5,3%), según datos de Morningstar. No es, ni mucho menos, un caso único. De hecho, el alpha que de media presentan los fondos que incluyen este término es del –0,42%, siempre según datos de la firma de análisis.

Sin embargo, el alpha no sería el único término que la industria estaría utilizando como reclamo. Habría más. Un ejemplo muy claro sería el uso abusivo de la palabra plus. Evidentemente, a un inversor que quiera sacarle partido a su dinero le resultará más fácil comprar un producto que lleve la palabra más que una estrategia que en su nombre aparezca la palabra menos. Es una cuestión puramente psicológica. El problema es que estos productos tampoco lo hacen mucho mejor. A cinco años, el alpha medio de estos productos también es negativo (-0,01%). “Generar alpha no es fácil. Alpha y plus son esencialmente términos de marketing. Cuando se incluyen en el nombre de un producto, expresan más una aspiración que aspectos fácticos”, asegura Russel Kinnel, director de Análisis en Morningstar. ¿Qué ocurre con los fondos de gestoras internacionales superventas en España que incluyen la palabra alpha o plus en el nombre?

Existen diez productos internacionales con la calificación Blockbuster Funds People -que les acredita como fondos con más de 100 millones de euros en España- con el término alpha o plus en el nombre. Ocho tienen incorporada la palabra alpha y dos plus. ¿Son merecedoras de ello? Seis son estrategias long short o de retorno absoluto que, al no contar con un índice de referencia, no es correcto medirlas por el alpha, sino por su capacidad de cumplir los objetiovs de inversión que se fijan. Dos de las restantes son fondos de renta variable, mientras que otros dos son productos multiactivo. Sólo uno, el JPM Europe Equity Plus, presenta un alpha positivo a tres años (2,28%), según datos de Morningstar. El alpha a tres años de los tres fondos restantes -el AXA Rosenberg US Enhanced Index Equity (-1,55%), el DWS Concept DJE Alpha Renten Global (-1,3%) y el Carmignac Portfolio Capital Plus (-1,2%)- es negativo.

No debe extrañar que los fondos mixtos presenten ratios de alpha negativos. Hasta los productos con cinco estrellas Morningstar y con la calificación Consistentes Funds People lo tienen. El DWS Concept DJE Alpha Renten Global es uno de ellos, a pesar de que ha destacado por ser el fondo de su categoría que ha ofrecido la mejor rentabilidad a diez años. Sólo cuatro productos lograron batir al índice a este periodo. Desde el inicio de la crisis financiera los gestores de los fondos multiactivo no han estado muy acertados. Las rentabilidades han sido muy pobres, hasta tal punto de que la inmensa mayoría no han logrado batir a sus índices de referencia independientemente de cuál sea la categoría de producto analizada (conservador, moderado, agresivo o flexible). El hecho de que las rentabilidades hayan registrado un peor comportamiento crónico con respecto a sus benchmark explica en gran medida por qué el alpha de estos productos sea negativo.