Estrategias para diversificar adecuadamente una cartera: la propuesta de Amundi

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Tax Credits, Flickr, Creative Commons

Buscar estrategias que permitan diversificar correctamente la cartera se ha convertido en una verdadera obsesión para muchos inversores que, en el difícil contexto de mercado actual, rastrean alternativas que guarden una cierta descorrelación con los activos que mantienen en cartera. La última gestora en lanzar su propuesta ha sido Amundi. La entidad francesa ha traído a España a James Kwok, responsable de gestión de divisas de Amundi Londres y gestor del Amundi Funds Global Macro Forex, fondo cuyo objetivo es generar una rentabilidad anual del 3% invirtiendo en instrumentos derivados sobre divisas y eliminando el riesgo de duración y crediticio. El fondo es primer cuartil a uno, tres y cinco años con una rentabilidad anualizada desde lanzamiento del 2,1%.

Según explica el experto en una presentación con medios, se trata de un producto muy apropiado para reemplazar parte de la cartera invertida en renta fija –teniendo en cuenta los niveles a los que cotiza el mercado de bonos- o la reservada a liquidez –asumiendo que este fondo tendrá una volatilidad ligeramente superior-. “El fondo presenta una correlación baja con otras clases de activos”, afirma. Uno de los aspectos a los que prestan más atención es a analizar la volatilidad y la correlación de cada divisa. “Haciendo esto estamos convencidos de que el VAR de nuestro fondo estará siempre por debajo del 6%. Con un VAR inferior a este nivel, la volatilidad del fondo se espera que esté por debajo del 3%”, asegura Kwok. Aconseja mantener el producto en cartera, al menos, durante un año.

El universo de inversión en el que se centra el fondo está compuesto por 170 divisas, aunque el universo invertible es de 32 divisas, que se eligen principalmente en función del tamaño y la liquidez. A la hora de invertir se echa siempre mano de las opciones. “Es el método más eficiente de invertir en el mercado de divisas”, indica Kwok. El uso de opciones lo hacen para alcanzar dos objetivos. Primero, para estabilizar la cartera. “Usamos la volatilidad (vega) para estabilizar la cartera con el objetivo de reducir la correlación con los activos de riesgo (como los índices de renta variable), ofrecer protección frente a los shocks externos y neutralizar los shocks inesperados que puedan afectar al mercado a corto plazo (1-3 meses)”.

La segunda es como fuente de generación de alfa. El objetivo en este caso es explotar las oportunidades de volatilidad como fuente de rentabilidad. El objetivo que persigue Kwok es generar alfa a partir de los movimientos de la volatilidad, por ejemplo, cuando la volatilidad implícita de una opción no concuerda con su expectativa de volatilidad. La asignación a cada estrategia depende de la convicción que tenga el equipo gestor en cada estrategia y del interés que tengan en usar opciones para controlar el riesgo general de la cartera. Entre las limitaciones que se impone a la hora de gestionar el fondo se marca ciertos límites, como que la exposición máxima en divisas emergentes es del 25% o que la inversión del fondo en las divisas del G3 no debe ser mayor o menor que un 40% con respecto al benchmark.

El proceso de selección de las estrategias se basa en dos principios: análisis fundamental –apostando por las divisas de aquellas economías que presenten unas perspectivas macroeconómicas más favorables- y análisis cuantitativo –cuyo objetivo es explotar las ineficiencias del mercado o sacar partido a las distintas dinámicas que se observen. En lo que respecta a los fundamentales, el experto aprecia una clara divergencia entre las expectativas de principios de año y las actuales. “En el primer semestre, las perspectivas para la economía estadounidense eran desfavorables por los efectos del temporal, el cierre de la Administración y el anuncio de subidas de tipos de Bernanke, mientras que en Europa eran favorables. Hoy, la situación es justo la contraria”.

En consecuencia, entre las principales posiciones que actualmente mantiene en cartera está la de apostar por el dólar frente al euro, el yen y el dolar canadiense, así como la libra contra el euro. Sin embargo, en un mercado en el que se pueden construir infinidad de estrategias, el experto considera que es posible encontrar oportunidades de inversión muy atractivas. Pone, como ejemplo, su posición corta en francos suizos, al entender que Suiza tendrá que rebajar los tipos de interés ante la debilidad mostrada por su economía y la política seguida por el BCE. O su apuesta por la corona noruega frente a la sueca. De hecho, la corona noruega es, junto con el dólar australiano, la divisa en las que mantiene actualmente una exposición neta más elevada. Justo lo contrario ocurre con el dólar canadiense y la corona sueca, sobre las que se muestra pesimista.