Optimismo sobre las expectativas de rentabilidad en el ánimo de los inversores institucionales

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Hay vida más allá del COVID-19 y los inversores institucionales se muestran optimistas con la rentabilidad que esperan en los próximos cinco años. Ocho de cada 10 creen que será de al menos el 4%. Asimismo, lo que es más alentador, es la proporción de inversores globales que anticipan rentabilidades anuales superiores al 9% que ha aumentado hasta el 13% desde el 5% en el que se situó en 2020. Es una de las conclusiones que se desprende del Estudio del Inversor Institucional de Schroders 2021.

Además, la confianza en cumplir las expectativas también ha repuntado hasta el 46% desde el 33% de hace un año. Los más optimistas los europeos, seguidos de los norteamericanos (ver gráfico).

Qué preocupa a los inversores

Entre sus principales preocupaciones sigue estando el devenir de la pandemia y la desaceleración económica. Sin embargo, empieza también a haber inquietudes respecto a la reducción de los estímulos en política monetaria. Si el año pasado solo el 23% de los inversores lo señalaban como un desvelo, este año el porcentaje ha subido hasta el 51% (ver gráfico).

¿A qué se debe? “La mejora de las perspectivas de crecimiento mundial está influyendo claramente y los inversores están empezando a preocuparse por una retirada de liquidez a través de una reducción de la política monetaria. Esto refleja probablemente el temor a la inflación, aunque se espera que los tipos de interés ultrabajos persistan”, explica Keith Wade, economista jefe de Schroders.

Inversión sostenible

Pero si hay un punto que ha puesto sobre la mesa esta pandemia es la importancia de llevar a cabo inversiones sostenibles. Según el Estudio, en el que han participado 750 inversores globales, el 52% lo considera más importante a raíz de la pandemia. Y si antes era más común poner en entredicho que la inversión responsable no fuera rentable, estos miedos se disipan. Solo un 38% de los encuestados mostró preocupación sobre la rentabilidad de la inversión sostenible, lo que supone un descenso respecto al 45% en comparación con el año pasado y una marcada caída respecto al 48% registrado en 2019.

Los negacionistas de la inversión sostenible son cada vez menos. Solo el 8% de los inversores a nivel global manifestó que no creía en los beneficios de la inversión sostenible, lo que supuso un descenso sustancial respecto al 23% de los inversores registrado en 2018.

En este campo, el desafío viene de la mano de la medición. El 46% de los inversores de todo el mundo sigue albergando dudas sobre la capacidad de medir y gestionar el riesgo a la hora de invertir de forma sostenible, lo que supone un aumento significativo respecto al 33% de los inversores de 2020.

Estrategia de inversión

Según el Estudio del Inversor Institucional de Schroders, sigue primando preservar el capital (64%), pero el crecimiento de éste gana terreno. Si el año pasado lo trataba como objetivo de inversión el 44% de los inversores, en esta última entrega sube hasta el 60%.

¿Cambios en el asset allocation? En los próximos 12 meses permanecerá igual. En la selección de activos seguirá primando la búsqueda de aquellos que estén infraponderados y, sobre todo, la estrategia que más ha aumentado respecto al año pasado es la diversificación a través de inversiones alternativas y mercados privados. Si en 2020 esta estrategia la elegían el 26% de los encuestados,  en este año sube hasta el 47% (ver gráfico).