¿Están siendo transparentes las gestoras de ETF en la operativa del préstamo de títulos?

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JonathanCohen, Flickr, Creative Commons

A medida que las comisiones de gestión de muchos fondos indexados y ETF convergen en niveles cercanos a cero, la contribución de los programas de préstamo de valores al rendimiento ha ido adquiriendo una mayor relevancia. Estos ingresos adicionales que obtienen estos fondos de gestión pasiva por esta vía pueden compensar los costes del producto, en beneficio de los partícipes. Es una práctica habitual muy extendida entre los proveedores de ETF que, en el pasado, ha generado una gran controversia por el riesgo que supone la operativa del préstamo de títulos.

“El préstamo de valores conlleva riesgos, pero éstos son hoy menores que en el pasado. El aumento de la regulación ha reducido el riesgo de pérdidas a los inversores de ETF y fondos indexados. Los beneficios de hacer préstamo de valores supera a los riesgos. Dicho esto, las comisiones de los fondos y la construcción de las carteras y los propios índices tienen una influencia mucho mayor en el resultado de las inversiones de estos productos que los ingresos generados por el préstamos de valores”, explica Adam McCullough, analista de Morningstar. La cuestión que se hacen muchos inversores…. ¿están siendo transparentes los proveedores de ETF al practicar esta operativa?

ESMA publicó una serie de directrices en torno al préstamo de títulos, entre las cuales estableció que los proveedores estaban obligados a retornar todos los ingresos generados por esta práctica una vez descontados los gastos operacionales. “Lo que la Autoridad Europea de Mercados y Valores no hizo fue definir qué constituye un gasto operacional, ni tampoco estableció un tope máximo. El resultado es que cada gestora interpreta libremente lo que es y lo que cuesta y, por lo tanto, todos cumplen la regla de que retornan todos los ingresos una vez descontados los gastos operativos”, subraya José García Zárate, director asociado y analista de fondos pasivos en Morningstar.

Efectivamente, no hay una cifra exacta sobre el porcentaje de ingresos que se obtienen por la vía del préstamo de valores y que son transferidos a los tenedores de los productos. Varía en función del proveedor y de la categoría. En bolsa americana, una de las categorías analizadas por Morningstar, oscila entre el 98,2% de Vanguard y el 69,2% de BlackRock. En lo que respecta a la renta variable internacional, la horquilla se mueve entre el 93,4% de Vanguard y el 74,1% de WisdomTree.

La cuestión es que toda la información sobre lo que se presta y lo que se obtiene por la operativa del security lending está al alcance de cualquier inversor, ya que son los propios proveedores los que publican (generalmente en sus páginas webs, como hace BlackRock) lo que han prestado y cuánto han generado por ello.

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La figura del agente

La mayoría de los agentes con los que las gestoras realizan el préstamo de valores aplican una división de ingresos entre las clases de activos. Por ejemplo, los agentes de préstamos de valores de Invesco imponen un recorte del 10% de los ingresos brutos de los préstamos para todos los productos (renta variable y renta fija). Fidelity y BlackRock lo hacen de manera diferente.

La primera utiliza un agente de préstamos de valores externo, Goldman Sachs, para sus fondos de renta variable. Los tenedores de fondos de bolsa de Fidelity se quedan aproximadamente con el 90% de los ingresos brutos generados por el préstamo de valores. Para sus fondos de renta fija, Fidelity administra su propio programa de préstamos de valores y transfiere el 100% de los ingresos brutos obtenidos por esta vía a los partícipes, según datos de Morningstar.

Por su parte, BlackRock utiliza un sistema de precios por niveles basado en la clase de activos y la cantidad de ingresos generados por esta vía. La entidad transfirió algo menos del 70% de los ingresos generados por préstamo de valores a los tenedores de fondos de renta variable estadounidense y casi el 80% a los partícipes de sus fondos de bolsa internacional y renta fija.

En la gestora disponen de un equipo que se encarga de la operativa diaria de préstamo de títulos. En función de si el vehículo es americano o europeo UCITS la política es diferente. En el caso de los vehículos UCITS, de los beneficios derivados de la práctica del préstamo, el 62,5% se reinvierte en el ETF y el 37,5% se utiliza para cubrir los costes derivados de esta operativa.

¿Cómo impacta el préstamo de títulos a las gestoras?

“Cuando las gestoras cuentan en sus grupos con agentes de préstamo de valores, la parte de los ingresos derivados del préstamo que cubre el servicio permanece dentro del grupo. Además, en algunos casos, las gestoras admiten algunos gastos derivados de la gestión del efectivo utilizado como colateral, de unos puntos básicos. Incluso es posible que ese efectivo se invierta en fondos monetarios, que pueden ser de la misma compañía”, revela Carlos Fernández, profesor del máster in International Finance del IEB.

Por otro lado, la devolución del neto de ingresos a los propios fondos produce mejoras significativas en la rentabilidad de estos productos. Si pensamos que el objetivo de un ETF es replicar el índice, todo lo que puedan arañar a los gastos de gestión para mejorar su competitividad es claramente una oportunidad.

“Veamos como ejemplo el caso del ETF de Blackrock, iShares Russell 2000 ETF. Este fondo ha tenido la fortuna de contar en su cartera tipos de acciones que han sido demandadas durante los últimos años por los prestatarios. Así, el fondo genera aproximadamente 20 puntos básicos por los ingresos derivados del préstamo de valores, mientras que su comisión de gestión es de 0,19%. Por tanto, podríamos decir que el impacto neto para el cliente es como si estuviese invertido en un ETF que le regala un punto básico por invertir”, señala el experto.

Esa es la razón por la que es importante que los inversores consideren no sólo la comisión de gestión, sino los ingresos derivados de la actividad de préstamos de valores. Así, es posible que a veces al comparar distintos ETF, nos decidamos por el fondo con una comisión de gestión más baja, sin haber analizado otros aspectos, como la política de préstamos de las entidades comparadas o el tipo de réplica. Un mayor TER de un ETF sobre otro no significa que el producto vaya a tener un peor comportamiento relativo que los fondos cotizados comparables que presenten unas ratios de gastos totales inferiores. Lo evidencia el hecho de que los tres ETF sobre el S&P 500 con un TER más elevado son, precisamente, los que mejores rentabilidades han obtenido en los últimos cinco años.

“En general, las gestoras de ETF son transparentes sobre los costes y la operativa realizada, y suelen ofrecer información bastante completa sobre lo que un inversor puede esperar del préstamo de títulos. Cabría preguntarse por qué no tenemos más transparencia sobre esta operativa desde las gestoras tradicionales de fondos activas. ¿Están prestando valores? ¿en qué porcentajes de sus carteras? Si lo hacen, ¿el servicio lo presta una compañía que es parte del grupo o no? ¿Qué porción de los ingresos de esta actividad es recibida por los fondos?”, subraya Fernández.